PITTSBURGH -- Los Pittsburgh Steelers no necesitaron convencerse de reclutar a Mason Rudolph. Las voces en los pasillos del campus de Oklahoma State les dijeron que lo hicieran.
"Ellos se acercan a ti y hombre, uno por uno, conserje por conserje, te toman y dicen, 'Hombre, es la sal de la tierra. Es una de esa clase de chicos'. Eso es emocionante", dijo el coordinador ofensivo Randy Fichtner.
Así que Pittsburgh hizo del "chico" una de sus selecciones de tercera ronda más importantes de la historia reciente.
Tom Brady tenía 36 años de edad cuando los New England Patriots seleccionaron a Jimmy Garoppolo en la segunda vuelta del draft del 2014. Cuatro años más tarde, Ben Roethlisberger tiene 36 y habrá un jugador considerado talento de primera ronda en la misma sala de quarterbacks.
Brady jugó lo suficiente para forzar la salida de Garoppolo hacia los San Francisco 49ers en un canje que afectó los planes futuros de los Patriots. Los Steelers quisieran enfrentar el mismo problema. Sin problemas, firmarían ver jugar a Roethlisberger por otros cuatro años, y el propio mariscal de campo dijo al Pittsburgh Post-Gazette que tiene la mira en otras tres a cinco campañas, descontando lesión.
Con toda certeza, imaginar a Rudolph algún día mostrando una sonrisa hollywoodense en una conferencia de prensa al tiempo que anuncia un contrato de 137.5 millones de dólares, como Garoppolo, no es ninguna garantía. Se trata de un recluta de tercera vuelta que al menos un evaluador de draft de la NFL compara a Christian Ponder.
Pero la presencia de Rudolph ha profundizado la intriga de un linaje de pasadores para Pittsburgh que incluye a un miembro del Salón de la Fama (Terry Bradshaw) y otro destinado para tener su propio busto en Canton, Ohio.
Esta vez parece tener más peso que la selección de cuarta ronda del año pasado de Josh Dobbs, quien es talentoso, pero es considerado un producto sin pulir. Los Steelers han comenzado a esbozar los planes de sucesión. Creen que la habilidad de Rudolph de anticipar pases es buena a otro nivel.
Rudolph --descrito como un devoto cristiano y un obsesionado respecto a su preparación de fútbol americano-- estará listo. De hecho, ha rezado por esto.
"Debo creer que él aceptaría el puesto y lo retendría tanto como lo hicieron aquellos dos si se le presentara la oportunidad en el futuro", dijo Brett Rudolph, padre de Mason.
Sin pasatiempos, solamente fútbol americano
Exactamente qué esperar de Rudolph es difícil de descifrar por la dinámica de draft de los quarterbacks. Muchos alrededor de la liga consideraban a Rudolph el sexto mejor pasador detrás de Baker Mayfield, Sam Darnold, Josh Allen, Josh Rosen y Lamar Jackson. Los Steelers estaban en desacuerdo, con el gerente general Kevin Colbert revelando que Rudolph se colocó tan alto en su tabla de evaluaciones como los otros.
Rudolph puede apuntar a 13,618 razones por las que está en desacuerdo, una por cada una de las yardas récord que tiró en Oklahoma State, que ejecutó una ofensiva vertical que se adaptó a las habilidades de Rudolph.
"Se quedará conmigo cada minuto de cada hora de aquí hasta el momento en que muera", dijo Rudolph respecto a ser etiquetado como un quarterback de segunda línea en el proceso del draft.
Rudolph es hijo de un gerente de activos para una firma de inversiones en bienes raíces, un chico educado en escuela privada hasta el sexto grado. Asistió a una escuela privada cristiana antes de inscribirse en la Northwestern High School y la potencia Rock Hill (South Carolina) para ver cómo se comparaba, pasando de ser un receptor abierto a quarterback después de que los coaches notaran el talento natural en su brazo y la constitución mental para la posición.
El hermano de Rudolph, Logan, juega como apoyador externo en Clemson. Su padre jugó como linebacker en North Carolina. Aprendió fortaleza de fútbol americano de su familia, que cree que tres ambientes escolares distintos ayudaron a Rudolph a convertirse en un chico bien redondeado.
Cuando Rudolph no está comandado la reunión previa a la jugada, comanda la sala de estar al organizar las actividades de familia. Su fuerte personalidad se nota en ambos escenarios, de acuerdo a su padre.
Sin pasatiempos, solamente fútbol americano
"Nunca parece estar satisfecho", dijo Brett. "Le he dicho que más tarde tendrá suficientes años para hacer las cosas que no podrá hacer como jugador de NFL, pero no tener arrepentimientos. Ha sido bastante obsesivo respecto a ser tan bueno como puede ser".
Rudolph esperaba irse más alto que el turno N° 76 global, pero también priorizaba el acomodo. Equipos que mostraron el mayor interés contaban con quarterbacks de cierta edad: Patriots, New Orleans Saints, Los Angeles Chargers entre ellos.
Ninguno de esos eligió a un quarterback rápido, pero cinco equipos lo hicieron en la primera ronda, lo que fue difícil para Rudolph. En privado, sintió que su estilo profesional y habilidad para mantener los ojos campo abajo y lanzar borraría los cuestionamientos.
Ahora sabe que solo queda una cosa por hacer.
"Prepararme como si fuera el titular, sea o no el caso", dijo Rudolph.
Trabaja para combatir el estigma de 'sistema'
Entre prácticas con los Cowboys y sesiones de video, Rudolph acorralaría a algunos de los jóvenes asistentes y repasaba cada hoja de mando de jugadas, revisaba señales, y de dónde venía cada jugada, "gimnasia de fútbol americano", lo llamaba el coordinador ofensivo Mike Yurcich.
Una secuencia de 10 jugadas podría tardar hasta 30 minutos cuando se revisaba cada variación o posibilidad de cobertura.
Si Rudolph no recibía suficiente información, presionaba a Yurcich por más.
"Es la clase de tipo con el que quieres ir a trabajar y enfrentar una batalla porque sabes que ha hecho todo en su capacidad para lidiar con el momento en que se encuentra", explicó Yurcich.
La ética de trabajo es grandiosa, pero Rudolph podría tener que trabajar tiempo extra para deshacerse del estigma de "sistema" que persiste con ofensiva de la Big 12, donde las ventanas de pase son mayores a las permitidas por esquineros de la NFL.
Ese estigma irrita a Yurcich, quien obtuvo una aproximación de cuatro años hacia el quarterback con la mejor "mentalidad de francotirador" que haya visto: la habilidad de esperar a que se desarrollen las jugadas, ojos campo abajo, mientras se aproxima un defensivo. Rudolph se desliza en el bolsillo con un nivel de "maestría", según Yurcich, posee una transferencia de peso sin fallas en pases largos y castiga en las zonas intermedias. Concede que la habilidad de Rudolph de tirar en movimiento es "promedio", pero añade que puede mejorar en esa área porque no es un mal atleta (4.9 segundos en las 40 yardas durante el Combinado).
El modo en que lo ve, una ofensiva de Big 12 debe ser la menor de las preocupaciones de la NFL cuando reclutas del Top-10 en los últimos dos años (Mayfield, Patrick Mahomes) jugaron como mariscales de campo en la Big 12 y Andy Reid, un discípulo de la Ofensiva de Costa Oeste, incorpora esquemas de la Big 12 a sus esquemas cada domingo.
"No veo una NFL de quarterback bajo centro y retrocesos de siete pasos. Veo formación escopeta, alineaciones abiertas, rutas optativas, ofensiva de Big 12 en el Super Bowl", dijo Yurcich.
Rudolph señala que Rudolph tenía vasto control sobre la ofensiva de OSU, antes y después del centro, algo que le ayudará a nivel NFL. Ya se ha reunido con Fichtner a lo largo del fin de semana para hablar de fútbol americano, dijo Brett.
Los Steelers deben sentir que consiguieron a un recluta de primera ronda, según Yurcich, porque es donde pertenecía.
"Me rompe la cabeza", dijo Yurcich respecto a Rudolph no siendo agrupado con los quarterbacks por delante de él. "Pienso que es una bofetada".
No es tarea de Big Ben enseñarme
Los Steelers no están a punto de hacer a un lado a Roethlisberger. Fue uno de los mejores quarterbacks de la liga al término de la pasada temporada, promediando 346 yardas por juego a lo largo de los últimos siete encuentros del 2017.
El centro Maurkice Pouncey dijo a ESPN que Roethlisberger desea jugar otros tres años, lo que necesitaría una actualización a un contrato que expira en el 2020.
Seleccionar a un quarterback en la tercera vuelta permite a los Steelers invertir en el futuro sin hipotecar el presente. La elección no es suficientemente alta como para poner innecesariamente bajo aviso al titular, y la dinámica de suplentes se volvió más interesante. Landry Jones está en el año final de su contrato, y Dobbs apenas ha jugado. Querrá una oportunidad.
"Sé que no pueden retener a cuatro, pero cualquier coach dirá 'Denme tanto talento como sea posible'", señaló Fichtner, un ex coach de quarterbacks promovido en enero luego de que el equipo decidiera no renovar el convenio de Todd Haley. "Voy a estar emocionado como nadie por esto. Tengo los dedos cruzados para que [Roethlisberger] juegue tanto como, si dios quiere, se mantenga sano y desee jugar. Eso sería tremendo y grandioso para nosotros… Si se requieren tres tipos en competencia para reemplazarlo algún día, así sea, y qué mejor posición para estar ahora que estar desarrollando quarterbacks".
Eso deja a Rudolph buscando un punto ideal entre confianza y paciencia. Rudolph se describe así mismo como "competitivo hasta el hueso" y ama jugar, pero también le encuentra valor al desarrollo.
Sus repeticiones serán limitadas en las actividades organizadas del equipo, campamento de entrenamiento, posiblemente un inicio de pretemporada y cero garantías después de eso.
Todo esto sería nuevo para un jugador que ha admirado desde hace tiempo el juego de Roethlisberger, pero que planea crear su propia identidad de NFL.
"No es tarea de Ben [Roethlisberger] enseñarme nada. Es mi tarea aprender y es el modo en que lo considerará", dijo Rudolph. "Obviamente, estás sentado detrás de un jugador increíble y un buen tipo, así que simplemente no llevaremos día a día y tratar de aprender lo que pueda cada día".