En un intento por simplificar lo hecho en New England a lo largo de los últimos 20 años, el equipo intenta absorber un lenguaje y esquema ofensivo que no ha sido fácil de digerir por los jugadores
Una de las razones por las que Bill Belichick tradicionalmente ha promovido desde el interior en su grupo de asistentes con los New England Patriots, es que valora la continuidad, y gracias a ello, los jugadores no tienen que aprender un sistema nuevo con cada cambio.
Ofensivamente, eso resultó en que Charlie Weis (2000-04) pasó la estafeta a Josh McDaniels (2005-08), quien a su vez la entregó a Bill O'Brien (2009-11), antes de tomarla de nuevo (2012-21).
Esto promovió un sano desarrollo de jugadores, y es el motivo que muchos asumieron, incluido este reportero, está detrás de la decisión de Belichick de recargarse en Matt Patricia y Joe Judge como asistentes ofensivos principales para el 2022. Ellos se internarían en una cultura conocida en un intento por ejecutar el mismo sistema, con variaciones mínimas.
Pero, posiblemente la mayor sorpresa desde que los Patriots reportaron al campamento de entrenamiento el pasado 26 de julio, es que el sistema no es tan cercano a lo conocido como muchos suponíamos. El quarterback Mac Jones y el receptor abierto Kendrick Bourne están entre aquellos que se han referido a la "nueva ofensiva", con Jones agregando: "Pienso que la vamos a descifrar. Se requiere tiempo y paciencia".
El resultado han sido algunas prácticas tambaleantes, incluida una el pasado lunes que llevó al centro David Andrews a dirigirse a toda la unidad en una charla prolongada. El siguiente día, con una mejor práctica, el quarterback Brian Hoyer dijo que nadie "quiere salir aquí y verse humillado, antes de afirmar: "Cuando estás haciendo cosas nuevas, va a haber ciertos dolores al crecer".
Atestiguar la desafiante transición ha generado preguntas obvias: ¿Por qué destruir la ofensiva en la que Jones brilló como novato? Y, ¿cuáles son exactamente esos cambios por los que los jugadores sufren en el ajuste?
La motivación primordial para el cambio, de acuerdo a aquellos familiarizados con el pensamiento de Belichick, era facilitar las cosas a los jugadores. El volumen del sistema previo había alcanzado tanto en los últimos 20 años, --con Tom Brady como una parte inmensa de ello, y luego ajustes específicos para Cam Newton en el 2020 sumando otra capa al total--, así que el tiempo pareció adecuado para volver a las raíces originales.
Alterar el lenguaje es posiblemente la parte más significativa de ese cambio. Muchas cosas no poseen el mismo significado que antes, así que los jugadores ofensivos aprenden un lenguaje nuevo, y las reglas/responsabilidades que vienen con ello.
Por lo que respecta a los problemas de los jugadores sobre el campo, la línea no siempre ha abierto carriles en el juego terrestre (carreras con bloqueos de zona han sido un problema notable) ni protegido a Jones, quien dijo: "Simplemente se trata de afinar la comunicación. Es diferente de lo que hemos hecho en el pasado".
Jones, quien admitió que hay cosas que puede hacer mejor para ayudar a la transición, expresó confianza de que los Patriots encontrarán las respuestas. Y, Hoyer dijo que "todavía hay elementos de lo que siempre hemos hecho aquí".
"Es un momento en el que descifras lo que funciona, lo que no, y tratas de crecer en ese proceso", explicó Hoyer.