Un cambio en la estrategia financiera de San Francisco ha alterado el modo en que se construye la plantilla
SANTA CLARA -- Dada la incertidumbre en curso que se vive en la posición de quarterback para los San Francisco 49ers, este receso de temporada ha sido casi como cualquier otro desde que el head coach Kyle Shanahan y el gerente general John Lynch tomaran el control en el 2017. Eso significa que los Niners han sido conectados de nueva cuenta con todo quarterback que está disponible, o que es percibido como disponible.
Al tiempo que Shanahan respondió innumerables preguntas durante las reuniones de la liga a finales de marzo, se le preguntó acerca de la posibilidad de que San Francisco buscara a Lamar Jackson de los Baltimore Ravens.
La respuesta de Shanahan tocó la mayoría de notas típicas, respetuosas, pero fue el modo en que terminó lo que ofreció la más clara visión de su equipo hacia la posición más importante del juego.
"Todos conocen la habilidad de Lamar", expuso Shanahan. "Lamar es un estelar. Estoy seguro de que lo harán funcionar allá ... Nosotros tenemos a tres quarterbacks con los que estamos bien ahora, y estoy bastante emocionado por el modo en que construimos nuestra plantilla en términos de tope salarial".
Enfoquémonos únicamente en la última docena de palabras de la respuesta de Shanahan. Por primera ocasión desde la primera campaña de Shanahan y Lynch en San Francisco, los Niners no estarán invirtiendo un pago enorme por sus quarterbacks. Sus tres pasadores --Brock Purdy, Trey Lance y Sam Darnold-- tienen programado impactar por un total combinado de 15,302,452 dólares el tope salarial del 2023, situándose N° 15 en la NFL.
Lance y Purdy juegan en contratos de novato que llegan a precios de ganga, relativas al resto de la posición. Escuchar a Shanahan, Lynch y el CEO de los 49ers, Jed York, decirlo, no es por error. Fue por diseño.
A lo largo de las últimas cinco temporadas, San Francisco ha ranqueado primero, décimo, séptimo octavo y octavo, respectivamente, en dólares bajo el tope salarial comprometidos a los quarterbacks. Esa obligación financiera significativa ha dejado a los Niners en la antesala del Super Bowls, pero no los ha podido llevar más allá.
Eso puede ser atribuido parcialmente a los frecuentes problemas de lesiones que han sufrido en la posición, principalmente con Jimmy Garoppolo, pero los Niners también llegaron a la conclusión de que, a menos de que se tiene a alguien del calibre de Patrick Mahomes o Tom Brady, es mejor hallar talento más joven, más barato en la posición de quarterback y tratar de invertir los recursos en otros lados.
Al depender del valor de los contratos de novato de quarterbacks, los Niners han sido capaces de renovar con estelares como el ala cerrada George Kittle, tackle izquierdo Trent Williams, receptor abierto Deebo Samuel y linebacker Fred Warner mediante acuerdos de tope de mercado. También es el motivo por el cual los Niners se lanzaron de cabeza a la agencia libre para amarrar al tackle defensivo Javon Hargrave en los primeros minutos de abierta la ventana de negociaciones, mediante pacto de cuatro años y 84 millones de dólares. En el 2023, los Niners se ubicarán sextos en dinero bajo el tope salarial destinado a corredores, segundos a alas cerradas y línea defensiva --con una extensión de contrato pendiente para Nick Bosa-- y quintos a linebackers.
La mayoría de eso no sería posible si los Niners no se hubieran alejado de la parte alta del mercado para quarterbacks para recurrir a los novatos de costo controlado.
"Es todo", notó Shanahan. "Hace un par de años, nos percatamos de que algunos de los jugadores que habíamos reclutado, sabíamos que todos esos contratos se vencían y no puedes retener a todos ellos si no tienes a un quarterback en contrato de novato. Así que vimos que aquí era a dónde nos dirigíamos... Esa era toda la meta. Si pudiéramos conseguir a un quarterback en convenio de novato que juegue a un nivel suficientemente alto con el que pensamos que pudiéramos ganar, pensamos entonces que podíamos construir nuestro equipo".
El plan original era que Lance fuera el quarterback que sucediera a Garoppolo y alterara significativamente el compromiso ante el tope salarial de los Niners en la posición. En las primeras cuatro campañas después de que Garoppolo firmara su acuerdo por cinco años y 137.5 millones de dólares en el 2018, su impacto promedio contra el tope salarial fue de 27,612,500 dólares. En ese lapso, Garoppolo jugó únicamente una temporada completa (2019) y se perdió un total de 25 encuentros, motivo por el cual los Niners escalaron el orden de selecciones para tomar a Lance en el Draft 2021 de la NFL y planeaban instalarlo como titular para el 2022.
El impacto promedio de Lance para los cuatro años de su contrato de novato es de apenas 9.03 millones de dólares, o apenas por debajo del 33 por ciento de los promedios de Garoppolo. Eso abrió la puerta para que los Niners repartieran grandes contratos a Samuel, Warner y Williams, adquirieran en canje al caro corredor Christian McCaffrey y sumaran al esquinero Charvarius Ward y Hargrave. También, los dejó con espacio suficiente para firmar a Bosa a una extensión de contrato enorme, lo que esperan hacer en algún punto del actual receso de campaña.
"Tenemos jugadores de fútbol americano realmente buenos que están bajo contrato por algunos años, y allí es cuando debemos armar el núcleo de nuestro equipo", sostuvo Lynch. "Para nosotros, tenía sentido no ser irresponsables, pero empujamos hacia adelante. Vamos a tener un plan".
Por supuesto, el plan se desvió la temporada pasada cuando Lance sufrió fractura de tobillo derecho en la Semana 2. Garoppolo tomó las riendas, luego quedó fuera gracias a una fractura en el pie en la Semana 13. Aunque fue la última selección del Draft 2022 de la NFL, Purdy dio el paso al frente en el rol titular y no perdió el paso, ganando sus primeros siete inicios y jugando suficientemente bien como para que Shanahan y Lynch etiquetaran a Purdy como el "líder en el vestidor" hacia la titularidad en el 2023 a pesar de una rotura de ligamento cubital cruzado en el codo derecho, sufrida a inicios del Juego de Campeonato de la NFC.
Si Purdy es capaz de recuperarse y regresar a su forma previa, los Niners podrían tener uno de los activos más valiosos en la NFL. Al ser el último recluta del draft, el cargo contra el tope salarial de Purdy para el 2023 es de apenas 889,253 dólares. Para dar contexto, consideremos que solamente los 51 contratos más elevados de la plantilla de 90 hombres cuentan contra el tope salarial de temporada baja. El número de Purdy es tan bajo que ni siquiera contará contra el tope salarial de San Francisco hasta que arranque en septiembre la temporada regular.
Por supuesto, los Niners no pretenden tener a su quarterback titular en contrato de novato para siempre. La esperanza sigue siendo que Purdy o Lance se ganen una lucrativa extensión de contrato que surta efecto hasta después que algunos de los jugadores del núcleo actual de la plantilla se hayan marchado. Vale la pena recordar que Lance sería elegible para una extensión por primera ocasión al término de la actual campaña, pero Purdy no será elegible sino hasta el final de la temporada del 2024.
Solamente seis quarterbacks en contratos de novato --Brady, Ben Roethlisberger, Eli Manning, Joe Flacco, Russell Wilson y Mahomes-- han iniciado y ganado un Super Bowl desde el arranque de la era del tope salarial en 1994. De ellos, solamente Wilson y Mahomes han ganado bajo el actual convenio laboral que implementó un sistema de escala de pagos para salarios de novatos. Si uno de los Niners puede sumar su nombre a esa lista, seguramente habrá un enorme día de cobranza esperando, lo que sin duda modificaría el cálculo de los Niners.
"Hay un delta entre lo que gastas con tu quarterback contra lo que alguien más gasta en su quarterback", dijo York. "Y, espero que alguno de estos tres tipos reciba una masiva extensión con los San Francisco 49ers en algún punto. Pero, hasta ese día, vamos a cerciorarnos de que vamos a construir esto alrededor de un joven quarterback con un convenio muy amigable para el equipo, Y, nuevamente, la meta final es ganar un campeonato".