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Cómo un partido llevó a Jalin Hyatt hasta los New York Giants

Una tarde inolvidable en Neyland Stadium para los Vols cimentó a Hyatt como prospecto de NFL

EAST RUTHERFORD -- Era el inicio del tercer periodo, y los más de 100,000 aficionados en Neyland Stadium, casa de Tennessee, estaban perdiendo la cabeza. En ese momento, Devin Hyatt volteó hacia su padre y murmuró lo que unos instantes antes, hubiera sido una declaración inconcebible.

"Papá, Jalin va a anotar cinco veces", dijo Devin Hyatt después de que su hermano, Jalin, un receptor abierto junior para la Universidad de Tennessee, había anotado apenas su tercer touchdown del encuentro en contra de Alabama en un pase de 60 yardas por la lateral izquierda.

"Fue como, 'Largo de aquí'", recordó Jamie Hyatt. "Él insistió, 'Observa, va a anotar cinco veces'.

"Seguro, así lo hizo".

Ese fue el día en que Jalin Hyatt se presentó al mundo de la NFL. Cuando comenzó el día, era apenas otro talentoso y veloz prospecto que los fieles de los Vols esperaban pudiera volver a llevarlos a la prominencia. Para cuando acabó el encuentro, Hyatt estaba fumando un puro y recibiendo elogios de Peyton Manning.

"Eres una leyenda", comentó Manning durante una escena que fue capturada por una fotografía que se hizo viral.

Quizás, fue el destino el que llevó al gerente general de los New York Giants, Joe Schoen, a atestiguar ese partido desde las laterales.

"Estuve en ese juego contra Alabama", dijo Schoen, quien seis meses más tarde, canjearía para ascender en el orden de selecciones para tomar a Hyatt en el turno N° 73 global. "No puedo recordar por qué llegué tarde, pero llegué un poco tarde. Pero, estuve en el campo para la primera mitad. Estaba llegando de otro partido, aterricé allí, y en la primera mitad estuve sobre el campo. Realmente podías sentir su velocidad. Es legítima de 4.3 [segundos, en las 40 yardas]".

Hyatt oficial,ente cronometró 4.40 segundos en las 40 yardas en el Combinado de la NFL a inicios de este año, antes de que los Giants quedaran tan intrigados por esa velocidad y habilidad de jugadas grandes, que escalaron posiciones para obtenerlo a mediados del segundo día. Fue una sorpresa que el velocista, que alguna vez corrió tiempos de 4.29 y 4.31 medidos por láser en las 40 yardas durante el evento de Nike, "The Opening" en 2019, seguía disponible en ese punto.

Después de todo, no hay más hombres caminando sobre este planeta que pueden presumir sobre una actuación de cinco touchdowns en contra de Alabama y su legendario head coach Nick Saban. Jalin Hyatt es toda la lista.


POR PRIMERA OCASIÓN EN SU VIDA sobre un campo de fútbol americano, Hyatt no estaba haciendo demasiado, Sufrió una conmoción en la Semana 2 de su campaña de sophomore en contra de Pittsburgh, y no atrapó un pase en las siguientes tres semanas.

No fue el modo en que se imaginó edificando sobre una prometedora campaña de freshman para Tennessee. Estaba golpeado. Los coaches que lo reclutaron fue despedido de Knoxville a inicios de ese año por mala conducta a la hora del reclutamiento. Hyatt no estaba seguro si los nuevos asistentes, liderados por el head coach Josh Heupel, estaban realmente comprometidos con él.

Esencialmente, fue un suplente para Velus Jones Jr., ahora un receptor abierto y especialista en devoluciones para los Chicago Bears. No fue la campaña que esperaba Hyatt, con 21 recepciones para 226 yardas y tres touchdowns.

"Podía ver que realmente estaba muy, muy decepcionado de sí mismo. Realmente había perdido la confianza", notó Jamie Hyatt en una conversación telefónica con ESPN. "Y, en ese punto, empiezas a buscar excusas".

Fueron solo días después de que Hyatt realizara, quizás, la mayor jugada en la campaña de los Vols con un touchdown en cuarta oportunidad en la recta final de un triunfo en el Holiday Bowl sobre Purdue, cuando el receptor abierto cambió su perspectiva. En lugar de quedarse en casa para el resto de las vacaciones invernales, Hyatt regresó a Knoxville y se puso a trabajar.

"Me puso muy serio en ello", explicó Hyatt durante su conferencia de prensa de presentación con los Giants. "Empecé a percatarme de que era el ahí y ahora para mí".

Hyatt convencería a coaches y compañeros de ir a las instalaciones para trabajar en días libres. Trabajó tiempo extra para crear química con el quarterback Hendon Hooker.

Hyatt reportó con su padre un día que había atrapado 1,200 balones de la máquina. Jamie Hyatt pensó que era una simple exageración juvenil. Atrapar 300 balones en cualquier día es un número sólido. Cuatro dígitos es ya el siguiente nivel. Pero, cuando llegaron los resultados de regreso de los coaches, Hyatt había acumulado más de 1,000 recepciones ese día.

Fue la clase de "trabajo de primera ronda" que su padre referenciaba en aquellos mensajes de texto de ida y vuelta durante ese complicado año de sophomore. Se trataba de Hyatt haciendo todo lo posible para colocarse en la mejor posición de cara a su campaña de junior en Tennessee.

"Estaba enfocado. Era impresionante", comentó Jamie Hyatt. "Así es como transcurrió aquel receso de temporada".

No fue solamente un crecimiento físico. Fue mental.

El receptor abierto de 20 años de edad escribió en la parte más alta y la parte más baja de su cuaderno: "DILO, PIÉNSALO, CREELO, HAZLO Y LO TENDRÁS". En el medio, escribió sus metas.

"Seré el receptor N° 1 en la SEC".

"Seré un receptor abierto de 1,000 yardas en la SEC".

"Seré el más confiado sobre el campo".

"Cambiaré el modo en que vive mi familia".

Una por una, a lo largo de la última temporada, comenzaron a realizarse.

"Hombre, fueron cosas muy poderosas", declaró Jamie Hyatt. "Lo cumplió todo. Lo cumplió todo".


TODO SE CONJUNTÓ en aquella tarde a mediados de octubre frente a Alabama. Uno y otra vez, Hyatt estaba dejando atrás a un futuro back defensivo de la NFL. Se convirtió en el primer jugador en anotar tres o más touchdowns y alcanzar 100 yardas recibiendo en contra de un equipo liderado por Nick Saban en Alabama.

Hyatt logró seis recepciones para 207 yardas y cinco touchdowns en aquel encuentro. Finalizó con 67 recepciones para 1,267 yardas e impuso marca de la escuela con 15 touchdowns al tiempo que fue designado de manera unánime al primer equipo All-American y se adjudicó el Biletnikoff Award como el mejor receptor abierto de la nación.

Fue más que solo el partido de Alabama lo que capturó la atención de los clubes de la NFL.

"Bueno, jugó en la SEC, así que se trata de una muy buena conferencia allá abajo", subrayó el head coach de los Giants, Brian Daboll. "Tuvo un partido sobresaliente, sin duda, pero fue un jugador productivo para ellos. Buena velocidad, buenos intangibles. Nos reunimos con él en visita de las [Top] 30. Fue muy abarcadora".

Con todo y eso, hubo dudas. Fue el décimo receptor abierto seleccionado.

"Dureza", es lo que respondió un ejecutivo de la NFL a ESPN respecto a por qué no fue seleccionado en las primeras dos rondas.

Esa pregunta se hizo porque en la parte alta de la tercera vuelta, parecía curioso que Hyatt siguiera disponible. Los Giants estuvieron de acuerdo. Cedieron sus turnos de tercera y cuarta ronda para quedarse con Hyatt, y no parecieron preocupados por las opiniones de los demás.

"No estoy seguro por qué estaba allí", mencionó Schoen. "Pero me siento bien respecto a él y estoy contento de que estuviera [allí]".

Hyatt parece percatarse del impacto de ese partido contra Alabama para su futuro. Como mínimo, desempeñó un rol en ayudarlo a aterrizar en New York, especialmente después de escuchar durante su visita del Top 30 que Schoen estuvo en la banca.

"Probablemente cambió mi vida", admitió Hyatt. "Pero, al mismo tiempo, es lo que puede hacer el fútbol americano por ti. Es lo que puede traer y por eso tomo tan en serio este deporte. Es mi vida y amo el deporte y amo el juego. Siento que amar el juego o los errores que cometo o lo que sea, si lo estoy haciendo bien o mal, simplemente aprender de él y mejorar todos los días; pienso que eso es lo más importante que he aprendido y solo quiero construir sobre eso cuando llegue [a los Giants]."