Allen podría haber pedido más dinero, pero en lugar de ello aceptó un convenio que permite al equipo seguir construyendo a su alrededor
BUFFALO -- El movimiento más significativo de los Buffalo Bills en el receso de campaña se abordó el domingo previo al inicio del año de liga de la NFL.
El acuerdo comenzó con una conversación durante la reunión anual de final de temporada, entre el mariscal de campo Josh Allen y el gerente general Brandon Beane.
Terminó con los Bills dándole a Allen una extensión por seis años, anulando los cuatro años que le quedaban en su contrato actual. Allen había firmado previamente una extensión por seis años en el 2021 que, en ese momento, incluía la mayor cantidad de dinero garantizado en un solo contrato en la historia de la NFL, con 150 millones de dólares.
Hacer historia se ha convertido en temática para Allen, de 28 años de edad, cuya nueva extensión por seis años y 330 millones de dólares incluye 250 millones garantizados, superando al mariscal de campo de los Cleveland Browns, Deshaun Watson (230 millones en garantías firmados en el 2022), por la mayor cantidad de dinero garantizado otorgado a un jugador de la NFL.
La ampliación mantiene a Allen con el equipo hasta el 2030. El nuevo contrato de Allen se encuentra entre los mejores para quarterbacks. Es segundo después del contrato de 10 años y 450 millones de dólares del quarterback de los Kansas City Chiefs, Patrick Mahomes, en valor total, y empata en segundo lugar detrás del contrato del quarterback de los Dallas Cowboys, Dak Prescott, en promedio anual --55 millones de dólares--, una mejoría desde el puesto N° 14 con el anterior, y sus 43 millones de dólares por año.
"Los contratos de quarterback son siempre únicos", dijo Beane. "Es el único mercado en el que, por la razón que sea, quienquiera que sea el siguiente a veces se convierte en el N° 1 o el N° 2. No es la forma en que yo elegiría hacerlo, pero es la forma en que algunas personas eligen hacerlo. ... Aunque no hubiera ganado el [premio a MVP], era una conversación que quería tener con él esta temporada baja".
Allen viene de la primera temporada MVP de su carrera, tras establecer numerosos récords de la liga. Los Bills le recompensaron en consecuencia. Su anterior contrato se había extraviado en las filas de los acuerdos de otros quarterbacks.
Allen podría haber abogado por más dinero en el nuevo acuerdo, pero en lugar de ello aceptó uno que permite al equipo seguir construyendo a su alrededor para cumplir su objetivo final de traer un título a Buffalo.
"Desde mi punto de vista, no parecía que estuviera aceptando mucho menos", dijo Allen. "Pero tal y como yo lo veo, cuando empiezas a llegar a estas cifras bastante elevadas en toda la liga, es raro decir esto, pero ¿qué van a hacer [5 millones de dólares] más por mi vida que no pueda hacer ya mismo? No me parece una locura.
"Le dije a mi agente que ... si tiene algún impacto contra el tope salarial, vamos a encontrar una manera de no hacer eso", dijo Allen. "Ambas partes estaban dispuestas a moverse y cambiar diferentes cosas, y fue una negociación bastante calmada es lo que puedo decir de ambas partes".
¿Por qué firmar este contrato con Allen? ¿Qué significa para él y para los Bills en su camino hacia un Super Bowl? He aquí un vistazo a cómo el pago de Allen afecta al resto de los Bills.

¿Cómo afecta este convenio la capacidad de los Bills para cubrir las necesidades de plantilla restantes de cara al 2025?
Una semana antes de que comenzara el nuevo año de la liga, los Bills seguían por encima del límite salarial. Desde entonces, han extendido a una variedad de jugadores, además de Allen -- el receptor abierto Khalil Shakir, ala defensiva Greg Rousseau y linebacker Terrel Bernard-- para abrir más espacio bajo el tope. Lo mismo ocurre con modificar el acuerdo de Allen.
El impacto de Allen contra el tope salarial no terminó cambiando drásticamente para 2025, en realidad, pero el número se redujo de 44.7 millones de dólares a 41.4 millones. Sólo se podía reducir hasta cierto punto, dado que Allen ya tenía 28.7 millones de dólares en bonos prorrateados de otros años, contemplados en la cifra del 2025. Hasta el 2028, los números contra el tope salarial de Allen son bastante similar a lo que eran en su contrato anterior. Los Bills han hecho una variedad de movimientos en la agencia libre, incluyendo la firma del ala defensiva Joey Bosa, tackle defensivo Larry Ogunjobi, receptor abierto Joshua Palmer y ala defensiva Michael Hoecht.
La mayor área de necesidad que le queda a los Bills es la del esquinero exterior, ya que Rasul Douglas es agente libre y Kaiir Elam fue traspasado a los Cowboys. También, es importante seguir incorporando en línea defensiva y receptores.

¿Cuáles jugadores necesitarán nuevos contratos en el futuro, y cuál será el impacto del contrato de Allen?
Tanto el esquinero Christian Benford como el corredor James Cook tienen potencial para permanecer en la organización durante muchos años.
Benford ha demostrado que tiene la capacidad de ser un esquineros de primera para este equipo, mientras que Cook estableció récords en el 2024 con sus 16 touchdowns por carrera y 18 anotaciones totales. Para Cook, llegar a un precio acordado probablemente requerirá el compromiso de ambas partes, y para ambos jugadores, el plazo para llegar a un acuerdo antes de la agencia libre el próximo año aún está por verse.
Entre los futuros jugadores a tener en cuenta para posibles ampliaciones se encuentran los que protegen a Allen. El guardia derecho O'Cyrus Torrence, seleccionado en la segunda ronda del 2023, es elegible para una extensión en la próxima temporada baja, mientras que el centro Connor McGovern y el guardia izquierdo David Edwards se convertirán en agentes libres en la próxima primavera. Allen está saliendo de la temporada con la menor cantidad de capturas en contra de su carrera, detrás de un grupo que trabajó bien en conjunto el año pasado.
El impacto de la firma de Allen de este contrato a largo plazo va mucho más allá de lo que está sucediendo dentro de casa. Agentes libres han mostrado su deseo de jugar junto a Allen, en el mejor momento de su carrera.
Bajo la dirección de Beane, la filosofía del equipo sigue siendo mantener la competitividad todos los años, pero sin comprometer dinero a futuro. Entender cuánto costará Allen por debajo del tope durante los próximos seis años ayuda a mantener eso.
¿Cómo luce este convenio a futuro?
¿Cumplirán los Bills los seis años de este acuerdo? Probablemente no. Los Bills demostraron con esta extensión --hecha con cuatro años más aún en la ampliación previa de Allen-- que no tienen problema en ajustarse y recompensarlo antes de que sea necesario. Bajo el nuevo convenio, el impacto de Allen contra el tope salarial aumenta significativamente en el 2029 a 86.1 millones de dólares. Este es el momento en que una nueva extensión podría tener sentido en general, y podría ayudar a reducir ese impacto contra el tope, teniendo en cuenta la edad y las lesiones podrían alterar un acuerdo.
Un contrato tan lejano en el tiempo ayuda a la directiva a construir en torno a Allen, sabiendo a qué atenerse. También, permite a los Bills anticiparse a los posibles aumentos del tope salarial a lo largo de los años. Los bonos por firmar y opcionales se acumulan en los primeros cuatro años, que pueden reestructurarse para ayudar contra el tope salarial, así como los años rescindibles en automático, para hacer lo mismo.
Ajustar y gestionar ese impacto es mucho más factible, mientras se paga a Allen en consecuencia durante los próximos años --incluyendo 147 millones de dólares totalmente garantizados a la firma-- y también muestra un acuerdo por parte de Allen para encontrar un convenio ahora que funcione, pero pone el poder y la responsabilidad en manos del equipo para construir una mejor plantilla a su alrededor.