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El sueño de jugar en la NFL pasa por un filtro implacable

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Prescott, listo para volver a enfrentar a Parsons (2:18)

Carlos Nava con el reporte de los Cowboys, que se preparan para medirse a Packers. (2:18)

Los jugadores que buscan una oportunidad en la liga representan un porcentaje mínimo que ahora suma a su competencia a elementos extranjeros


El fútbol americano se ha convertido en un deporte global. En la actualidad, bajo la supervisión de la Federación Internacional de Fútbol Americano (IFAF por sus siglas en inglés), más de 70 países en cinco continentes cuentan con una federación nacional reconocida, además de que el deporte ahora llega prácticamente a todo el mundo, alcanzando nuevas audiencias y alimentando el mismo sueño en miles de jóvenes de llegar a la NFL.

Pero la realidad es que el camino está diseñado solo para unos cuantos.

Alrededor de un millón de jóvenes juegan fútbol americano a nivel preparatoria en Estados Unidos, sin embargo, solo un 7.3 por ciento llega al nivel colegial y ese número se reduce todavía más, ya que solo 1.6 por ciento de los jugadores colegiales llegan a la NFL.

Cada año, poco más de 250 jugadores seleccionados en el draft y alrededor de 600 agentes libres no reclutados representan el embudo de entrada a una liga que apenas ofrece 1,696 plazas activas (32 equipos con 53 hombres cada uno, sin considerar equipos de prácticas).

Y llegar a la NFL no garantiza el éxito. La estadística es cruel, la carrera promedio de un jugador dura apenas tres años, entre lesiones, competencia y cortes por motivos salariales (alrededor de 1,200 jugadores son cortados cada pretemporada al cuando las plantillas se reducen de 90 a 53 elementos).

Ese filtro tan exigente resalta aún más cuando se revisa la lista de jugadores nacidos fuera de Estados Unidos que hoy brillan en la liga.

La lista incluye al liniero ofensivo de los Philadelphia Eagles, Jordan Mailata (Australia); los hermanos Penei Sewell (liniero ofensivo, Detroit Lions) y Noah Sewell (apoyador, Chicago Bears) de Samoa Americana; el pateador de los Bears, Cairo Santos (Brasil); y el corredor de los Carolina Panthers, Chuba Hubbard (Canadá).

La NFL no es exclusiva para jugadores de Estados Unidos, algunos aprovechan el International Player Pathway Program (IPP) para tratar de ganarse un lugar en la liga, como ha pasado --entre otros-- con Bernhard Seikovits (Austria), Alfredo Gutiérrez e Isaac Alarcón (México).

En el 2024 la NFL contó con poco más de 100 jugadores nacidos fuera de Estados Unidos, sin embargo, ese número --aunque creciente-- sigue siendo diminuto frente a los millones que lo intentan en todo el mundo.

La moraleja es clara: el emparrillado se ha vuelto universal, pero la NFL sigue siendo un privilegio reservado para unos pocos.

El escaparate crece, la base de jugadores se multiplica, los medios lo amplifican; pero al final, el sistema mantiene su esencia: muchos sueñan, casi todos se quedan en el camino, y solo un puñado consigue llegar y mantenerse en la cima.