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Previas NFL 2020, Baltimore Ravens: es más fácil llegar que quedarse

Pese a lo grandiosa que fue la temporada regular de los Ravens en el 2019, en el 2020 descubrirán que es más sencillo llegar que manterse

Los Baltimore Ravens fueron la sensación de la pasada temporada baja, liderados por un insólito Lamar Jackson que fue capaz de hacer cosas que nunca se habían visto a nivel NFL antes.

No obstante, la emoción les duró poco. Todo lo que podía salir mal, salió mal, cuando enfrentaron a los Tennessee Titans en la Ronda Divisional de los playoffs, y ahora la tarea que enfrentan los pupilos de John Harbaugh es demostrar que ese partido fue la excepción de su talentoso grupo, y que el resto de los equipos no van a superar a Baltimore simplemente copiando lo que hizo Tennessee.

¿Puede Lamar Jackson seguir los pasos de Patrick Mahomes y conquistar un Super Bowl tras ser el JMV?

Quien ponga en duda la calidad de Jackson como quarterback, no ha estado poniendo atención. Nunca en la historia de la NFL, un pasador había lanzado para más de 3,000 yardas y corrido para más de 1,000 en el mismo año. Jackson tiró para 3,127 yardas y corrió para 1,206 yardas más. Encima de todo, lideró a la NFL en pases de touchdown con 36, y en porcentaje de pases de anotación, con el 9 por ciento de sus envíos terminando en anotación. A eso, hay que sumarle siete touchdowns terrestres y un promedio de 6.9 yardas por acarreo.

Puede gustar o no el estilo de Jackson, pero dudar de la calidad del pasador de los Ravens no debe estar a discusión, No en vano, se convirtió en apenas el segundo jugador en la historia de la liga en obtener el nombramiento de Jugador Más Valioso de manera unánime, después de que Tom Brady lo consiguiera en el 2007. Piensen en eso un momento. Ni las grandes temporadas de Jugador Más Valioso de Dan Marino de 1984, de Peyton Manning en el 2013, o el propio Mahomes en el 2018, lograron el 100 por ciento de los votos disponibles (aunque debieron tenerlos).

Ahora, el siguiente paso es claro: trasladar todo ese talento en un título de la NFL.

Jackson fue muy claro cuando fue reclutado en el turno N° 32 global, último de la primera ronda, del 2018. "Van a obtener un Super Bowl de mí. Pueden creerlo", fueron las primeras palabras de Jackson como miembro de Baltimore en la noche de aquel draft.

Evidentemente, es más sencillo decirlo que hacerlo. Ciertamente, hay cosas que hicieron los Titans que serán copiadas por otros equipos, como las rotaciones en las coberturas defensivas por parte de sus safeties. No obstante, también habrá modo de atacar esas mismas coberturas con otros conceptos de pase, eventualmente.

El gran paso que Jackson deberá dar es no dejarse afectar por la presión mediática de ese, aparentemente numeroso, contingente que desea verlo fracasar. Superar esa crítica de "pero no gana" no es sencillo, y con el tiempo, el lastre se va haciendo más pesado. Desde esa perspectiva, podría ser más sencillo dar ese paso pronto que más adelante en su carrera.

El ejemplo a seguir, de Mahomes, es interesante, porque los Chiefs no necesariamente fueron tan dominantes a lo largo del 2019 como sucedió un año antes. Encima de todo, la lesión a la rodilla del quarterback pintaba mal augurio para Kansas City. Sin embargo, el equipo logró encenderse en el momento adecuado y a partir de allí, ganó el momento suficiente para recorrer todo el camino, hasta su victoria en el Super Bowl LIV.

Para Jackson y los Ravens, eso debe servir para percatarse de que no necesitan una temporada de récords como la que consiguieron en el 2019. Solo hace falta encontrarse con su mejor nivel en el momento de adecuado y, claro, está, un poco de esa suerte de campeón nunca perjudica.

¿Quién es el rostro nuevo a seguir?

La mayor necesidad para Baltimore en la temporada baja era, según un número importante de analistas, sumar especialistas que pudieran atacar al quarterback consistentemente. Los Ravens no hicieron gran cosa en este departamento. Impidieron a Matthew Judon emigrar en la agencia libre, evitando así perder a su mejor jugador en la posición por segundo año consecutivo después de Za'Darius Smith en el 2019. También recontrataron a un rostro familiar en Pernell McPhee, lo que debe ayudar, aunque hay que mencionar que no se trata del mismo jugador que jugó en Baltimore desde el 2011 al 2014.

Baltimore apuesta aquí más a un sólido juego de conjunto que a las individualidades. Aquí la pieza central podría ser el linebacker interno novato Patrick Queen. Claro, no es un jugador que va a recopilar capturas a granel, por la posición, pero su trabajo será crucial para que el resto de la defensiva, incluyendo al también linebacker novato Malik Harrison, Judon y McPhee.

A lo largo de su historia, Baltimore ha presumido grandes linebackers, comenzando por Ray Lewis, pero pasando también por figuras como Peter Boulware, Jamie Sharper, C.J. Mosley, Adalius Thomas, Jarret Johnson, Bart Scott o Edgerton Hartwell, por nombrar solo a algunos. La posición siempre ha sido la fortaleza de una defensiva tradicionalmente fuerte.

Eso pone una presión especial sobre Queen, seleccionado N° 28 global en el pasado draft. Los reportes salidos de Baltimore constan primordialmente de elogios para Queen, pero no sabremos realmente si está listo, no solamente para jugar en la NFL a un alto nivel en una posición crítica para su defensiva, sino también si será capaz de comunicarse efectivamente con el resto de sus compañeros --particularmente con L.J. Fort, el otro linebacker interno titular-- con la suficiente velocidad y efectividad para hacer los ajustes necesarios antes de cada jugada. De cualquier manera, habrá mucho peso para la defensiva de Baltimore en la campaña del 2020.

¿A quién van a echar de menos?

Marshal Yanda no solamente era el mejor liniero ofensivo del equipo, sino estaba entre uno de los dos o tres mejores guardias en toda la NFL. Su retiro deja un hueco enorme en el interior de una línea que efectivamente abrió el camino no solamente para que Jackson obtuviera el nombramiento de Jugador Más Valioso, sino también para que los Ravens impusieran nuevo récord en yardas terrestres para una campaña.

En primera instancia, los Ravens dieron la oportunidad a Ben Powers, recluta de cuarta ronda del 2019 para llenar los zapatos de Yanda como guardia por derecha. Powers solamente tuvo participación en un partido del año pasado, que no inició, así que asumir que sería la respuesta fija para los 16 partidos de este año podría ser demasiado. Powers también ha recibido algunas repeticiones como centro durante el campamento, pero los más recientes reportes indican que no solamente está prácticamente fuera de la pelea por un lugar como titular, sino ahora podría estar peleando por su empleo.

Eso significa que D.J. Fluker, un veterano de octavo año, es el favorito para jugar por derecha, con Bradley Bozeman ocupándose del lado izquierdo, y el novato Tyre Phillips podría ser quien gane el puesto de primer reserva, no solamente para las dos posiciones de guardia, sino para las posiciones de tackle, también.

Jugadores que declinaron la temporada a causa del coronavirus

Tackle ofensivo Andre Smith, especialista en devoluciones De'Anthony Thomas.

¿Qué dicen las casas de apuesta?

Los Ravens son claros favoritos para repetir como campeones divisionales, de acuerdo al Caesars Sportsbook, que paga -300 al título divisional de Baltimore. Además, de acuerdo a la misma casa de apuestas, son el segundo equipo con las mejores probabilidades para ganar la Conferencia Americana, en +300, apenas por debajo de los Chiefs en +200. Para darnos una idea de dónde están considerados Kansas City y Baltimore con respecto al resto de la conferencia, tomemos en cuenta que el tercer lugar lo empatan los New England Patriots y Pittsburgh Steelers, relativamente lejos, en +900.

En términos de ganados y perdidos, Caliente tiene a Baltimore con una línea de 11.5, pagando -112 a las altas y -125 a las bajas.

Pronóstico para el 2020

Se dice, con razón, que es más fácil llegar que mantenerse, y Baltimore enfrenta esa cuesta para el 2020. Los Ravens, y Jackson, en particular, tomaron por sorpresa a la liga el año pasado, y eso será más complicado de hacer esta vez. Eso no quiere decir que Jackson necesariamente jugará peor, sino que los equipos deberán prepararse mejor para contrarrestar la manera en que les hizo daño en el 2019, particularmente por aire, donde hizo la mayor parte de ese daño insospechado.

Una marca de 12-4 deberá estar al alcance de los Ravens este año, con los dos partidos más complicados --sobre el papel-- llegando en el primer mes. Más adelante, los Ravens deberán sobrevivir a sus duros rivales divisionales, Steelers, y cotejos interesantes ante los Titans y Dallas Cowboys.