El quarterback de los Indianapolis Colts, Philip Rivers, alcanzó esta tarde a Dan Marino en el quinto sitio en la lista histórica de pases de touchdown en la National Football League, con 420, con su primer pase de anotación lanzado en contra de los Pittsburgh Steelers como parte de la Semana 16.
La conexión anotadora que puso a Rivers a la par de Marino en la lista fue un pase de 42 yardas para Zach Pascal, con poco más de cuatro minutos por jugar en el segundo cuarto.
Se trata de la segunda ocasión en que Rivers le arrebata un puesto a Marino en los libros de récords de la liga. En la Semana 10, Rivers dejó atrás al ex estelar de los Miami Dolphins-- y miembro del Salón de la Fama-- por el quinto puesto en la lista histórica de yardas por pase con 61,361 yardas. Rivers entró al duelo de este domingo frente a los Steelers con 63,006 yardas por pase de por vida.
Al momento de su retiro, Marino era el líder histórico de todos los tiempos de la liga en ambos rubros. Tom Brady de los Tampa Bay Buccaneers es el líder actual en la lista de pases de touchdown, con 577, mientras que Drew Brees de los New Orleans Saints es el actual líder en la lista de yardas por pase, con 80,157. Brees se convirtió en el primer jugador en rebasar la marca de las 80,000 yardas por pase el pasado viernes, también en juego de la Semana 16, en duelo frente a los Minnesota Vikings.
Después de Brady, siguen Brees (568), Peyton Manning (539) y Brett Favre (508) en la lista de pases de touchdown en la historia de la NFL. Entre jugadores en activo, a Rivers le sigue Aaron Rodgers, de los Green Bay Packers, con 404.
Rivers juega su primera temporada para los Colts, después de pasar sus primeros 13 años en la NFL con los San Diego/Los Angeles Chargers. Rivers fue un recluta de primera ronda de los New York Giants en el Draft 2004 --seleccionado cuarto global--, que fue canjeado casi de inmediato a los Chargers como parte de un paquete por el quarterback Eli Manning, elegido primero global en el mismo draft.
Rivers firmó con los Colts como agente libre por una temporada y 25 millones de dólares, todos garantizados.
Indianapolis ingresó al partido en la lucha por el título divisional de la AFC Sur, y con una marca de 10-4.