ARLINGTON -- La ofensiva de los Dallas Cowboys volvió a cumplir con las expectativas previas a la temporada regular al hacer gala de su explosividad y alto impacto para sumar una victoria más tras vencer a los Carolina Panthers.
Incluso, es probable que a la vista de muchos, algunos de sus jugadores tengan un desempeño por encima de los estándares que se esperaba de ellos, como el corredor Ezekiel Elliott o el esquinero Trevon Diggs.
Los Cowboys vencieron 36-28 a Panthers con una fuerte dosis de carreras con Elliott y con un Dak Prescott que repartió el balón entre sus receptores, aunque con números discretos, y otro duelo excelso de Diggs, quien se ratificó como líder en intercepciones en la NFL hasta este momento al conseguir la quinta en su cuenta.
La ofensiva ya no debe sorprender a muchos, ni siquiera la manera en que la el coordinador Kellen Moore ha encontrado la forma de sacarle provecho a todos sus jugadores en el backfield y a sus receptores.
Tampoco debe ser muy novedoso que Prescott juegue por nota, sin cometer errores o las con imprecisiones que solía tener en los primeros años de su carrera. Ante los Panthers en el AT&T Stadium, ante 93,262 aficionados, lanzó para 188 yardas, que fueron suficientes para sumar cuatro touchdowns a cuatro receptores diferentes: Amari Cooper, Cedrick Wilson, Blake Jarwin y Dalton Schultz, sin embargo, quien en realidad marcó territorio desde el principio fue Elliott, quien sigue con su sólido arranque de temporada, luego que varios de sus detractores afirmaron que estaba acabado luego de quedarse a 21 yardas de las 1,000 con “sólo” 10 touchdowns la temporada pasada, detrás de una línea ofensiva que perdió a tres de los cinco titulares todo el año.
Ante Carolina, Elliott corrió para 146 yardas en 20 carreras y anotó un touchdown atrás de una línea ofensiva que ya ni se acuerda del suspendido La’el Collins, porque su reemplazo, Terence Steele, ha hecho un muy buen trabajo.
Elliott es versátil y tiene mejor reconocimiento de las maniobras defensivas y los bloqueos para ayudar a su línea ofensiva. El cambio de ritmo lo marcó otra vez Tony Pollard en el ataque texano.
Los Cowboys sumaron 433 yardas totales contra los Panthers, que llegaron a Arlington como líderes en todos los departamentos estadísticos trascendentes a la defensiva por equipo, a excepción de puntos permitidos, donde llegaron en el segundo lugar.
“(Los Panthers) tienen una buena defensiva”, dijo Elliott. “Tienen muchas maneras de colocar a sus frontales, ejecutan diferentes cosas y las cambian sobre la marcha, pero tampoco habían visto una ofensiva como la nuestra”.
Quizá lo que sí debe resultar extraño es que los Cowboys sumen varias intercepciones. Diggs, quien fue nombrado el Jugador Defensivo del Mes en septiembre en la NFC, sumó dos ante Carolina y llegó a cinco en cuatro partidos para confirmarse como líder de la liga y convertirse en el primero de la franquicia que intercepta tantos pases en los primeros cuatro juegos de la campaña desde 1970.
Otra gran diferencia es que la defensiva presiona y captura al quarterback rival. A pesar de que tuvo un buen juego con 301 yardas por aire, dos pases de touchdown a D.J. Moore y anotrar dos veces por tierra, Sam Darnold, quarterback de Carolina, fue derribado cinco veces atrás de la línea.
“Los muchachos de enfrente (línea defensiva) están haciendo un gran trabajo y eso facilita el mío, destacó Diggs tras el encuentro. “Siento que me ayuda a que termine mis lecturas con mis hombre llave. Sólo trato de jugar a un alto nivel y trato de ayudar a ganar”.
Tal vez las dos mayores diferencias que han llevado a los Cowboys a sumar tres victorias consecutivas tras perder en la Semana 1 por dos puntos ante Tampa Bay es la capacidad de ajuste del coordinador defensivo y la energía con la que su grupo juega.
Los Panthers convirtieron tres de sus primeras cuatro terceras oportunidades en la primera mitad. Después, ya no pudieron convertir en primero y 10 las siguientes siete ocasiones en que estuvieron en esa situación.
“Los defensivos están jugando muy fuerte y con gran comunicación”, reconoció Mike McCarthy, coach de los Cowboys. “Este fue un partido en el que notamos la diferencia cuando comenzamos a meter buena presión. No habíamos presionado bien este año. En realidad me gustó la manera en que fluyó y la competitividad.
“Tuvimos muchos ajustes y los muchachos y entrenadores están haciendo un gran trabajo”, agregó.
Los Cowboys cerrarán la estancia de tres partidos consecutivos en casa el próximo domingo ante otro de sus rivales divisionales, los New York Giants.
“Sabíamos desde el principio que había que ganar rápido (en la temporada) después de todos los problemas que tuvimos el año pasado”, destacó McCarthy. “Es muy importante que aprovechemos estos tres juegos temprano en casa para establecernos en la división”.