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Trey Hendrickson y Sam Hubbard, el mejor dúo de alas defensivos menos conocido

MIAMI -- No había muchas expectativas para la defensiva de los Cincinnati Bengals en la antesala a esta temporada.

De hecho Cincinnati terminó último en la NFL en puntos permitidos en el 2019, y luego finalizó ranqueado 28vo. en puntos permitidos en el 2020.

La mejoría ha sido palpable, y si bien la defensiva de los Bengals no es de élite ni mucho menos, sí es una unidad en la cual Cincinnati se ha podido apoyar en momentos importantes.

El ejemplo más reciente fue la segunda mitad ante los Kansas City Chiefs. Luego de que lucieron vulnerables y se encontraron abajo 18 puntos tras la primera mitad, los Bengals ajustaron a la perfección; siguieron enviando apenas tres jugadores tras Patrick Mahomes, pero detrás de él empezaron a marcar hombre a hombre, y eso hizo toda la diferencia del mundo.

Crédito para una secundaria, que jugó una mitad prácticamente perfecta de la mano de Jessie Bates III y Vonn Bell.

No obstante, si queremos encontrar una razón principal por la cual la defensiva de los Bengals ha dado un giro de 180 grados esta temporada, no hay que mirar más allá del dúo de alas defensivas más subestimado de la NFL: Trey Hendrickson y Sam Hubbard.

Cincinnati sabía en la temporada baja que necesitaba un reemplazante para Carl Lawson, y decidió darle un contrato de cuatro temporadas y 60 millones de dólares.

Muchos pensaron que era demasiado dinero para una ex selección de tercera ronda que había visto saques limitados en sus primeras tres temporadas en New Orleans. Sin embargo, Hendrickson se ganó la titularidad, y registró 13 capturas y 12.5 tacleadas para pérdida en 2020 para los New Orleans Saints, y terminó convenciendo a los Bengals de que su techo era alto.

Tenían razón.

Hendrickson ha totalizado 16 capturas esta temporada, con 13 tacleadas para pérdidas y tres balones sueltos forzados. Ha sido un baluarte para la defensiva de los Bengals, y 2.5 de sus capturas han sido en playoffs cuando su equipo más lo necesitaba.

"Hendrickson ha sobrepasado cualquier expectativa que teníamos de él", admitió el entrenador en jefe Zac Taylor. "Es una pieza vital para nuestra defensiva".

Lo mismo pudiese decirse del otro ala defensiva titular de los Bengals, Sam Hubbard.

Hubbard ha totalizado 10.5 capturas y 15 tacleadas para pérdidas, pero se guardó lo mejor para los momentos cruciales.

Los Chiefs acababan de llegar hasta la yarda 5 de los Bengals, estando abajo 24-21, y las posibilidades de Cincinnati alcanzar el Super Bowl parecían minimizarse por segundo.

Pero precisamente allí en segundo y gol, es cuando Hubbard logró capturar a Mahomes para forzar una pérdida de nueve yardas.

En la siguiente jugada, Hubbard volvió a capturar a Mahomes, y en esta ocasión le hizo perder 15 yardas, por lo cual los Chiefs tuvieron que conformarse con un gol de campo de 44 yardas para enviar el partido a tiempo extra.

"Creo que nunca había tenido capturas en jugadas consecutivas", declaró Hubbard. "Y estas sirvieron para enviarnos al Super Bowl y darle una alegría a la ciudad".

La defensiva de los Bengals capturó a Mahomes cuatro veces en el último cuarto, limitó al mariscal de Kansas City a ocho pases completados y lo interceptó en dos ocasiones.

Tendrán un reto igual de complicado el domingo ante Los Angeles Rams en el Super Bowl LVI.

Matthew Stafford ha sido el mejor mariscal de la NFL cuando le envían cargas, por lo cual los Bengals tendrán la difícil tarea de generar presión con tres o cuatro jugadores.

Y aquí es donde entran en escena una vez más Hendrickson y Hubbard.

Ningún dúo de alas defensivas en la NFL tuvo más presiones (84) que el de los Bengals.

Por eso, si bien rara vez se menciona a Hendrickson y a Hubbard a la hora de hablar de cazamariscales de élite, la realidad es que han estado a la altura de las circunstancias y han sido vitales para el éxito de los Bengals.

Este domingo tranquilamente pudiesen ser el factor X si Cincinnati pretende limitar a la potente ofensiva de los Rams.

Hendrickson y Hubbard no serán jugadores de renombre, pero su impacto ha sido incuestionable.

"Sigan subestimándolos", concluyó el profundo Jessie Bates. "Cuando se den cuenta lo buenos que son, será demasiado tarde".