“Ese título fue cumplir un sueño. Por cómo se formó el equipo, por cómo jugaba, por todo lo que generó y porque se dio en un club impulsado por gente de barrio. Huracán del '73 fue un pedazo de historia del fútbol argentino”, decía César Luis Menotti sobre el equipo que marcó una etapa y lo catapultó como técnico.
El 16 de septiembre de 1973, Huracán se consagró campeón por primera vez en el profesionalismo en el Metropolitano de ese año, con un estilo único y definido, y con jugadores de lujo como René Houseman, Carlos Babington y Miguel Angel Brindisi. El buen fútbol estaba garantizado.
Sus orígenes como jugador fueron en Rosario Central. Jugó en Boca, en Racing, tuvo una experiencia en Estados Unidos, allá por la década del sesenta, y se dio el lujo de jugar en el Santos de Pelé.
Tras una experiencia como ayudante de campo en Newell’s, en 1970, llegó el momento de arrancar su paso por Huracán, al que llegó en 1971. “El equipo de 1971 era distinto al que salió campeón. Estaban Doval, el Bambino Veira, el Coco Basile… Brindisi era una esperanza, Avallay se estaba aclimatando. En 1972 fuimos creciendo, y salimos terceros”, recordaba el Flaco.
Con la idea de la tenencia del balón y del juego asociado, el Huracán del ‘73 estaba listo para hacer historia. Héctor Roganti era el arquero; una línea de cuatro defensores sólida, con la presencia de un defensor experimentado como el Coco Basile, Chabay, Buglione y Carrascosa; el volante central, Fatiga Russo, marcaba y corría por el resto.
Claro, del mediocampo hacia delante contaba con Carlos Babington, Omar Larrosa, Roque Avallay, Miguel Brindisi y René Houseman… Un equipazo.
“Huracán tenía que jugar bien para ganar, no podía hacerlo de otra manera”, decía Miguelito Brindisi, una pieza clave de ese equipo. La premisa, hoy reconocida por grandes entrenadores, era salir jugando desde abajo, con la pelota al piso, y nunca tirar el pelotazo. El famoso “achique”, adelantando las líneas, ya se veía en ese 11 revolucionario.
En la primera ronda del Metropolitano marcó 46 goles en 25 partidos. En el segundo tramo del torneo perdió un poco de lucidez debido a que cedió a algunas figuras del equipo a la Selección, ya que se estaban jugando las Eliminatorias para el Mundial de 1974.
De todos modos, le alcanzó para ser campeón a dos fechas del final. Pese a perder 2-1 ante Gimnasia y Esgrima La Plata, aprovechó la caída del escolta Boca ante Vélez, que lo perseguía a dos puntos, y se consagró. En total Huracán obtuvo 19 triunfos, ocho empates y sólo cinco derrotas, sumando 46 puntos en 32 fechas, con 62 goles a favor y 30 en contra.
La famosa frase, ganar, golear y gustar, la patentó ese recordado equipo de Menotti. Luego, llegaría el turno de la Selección, donde también haría historia a ganar la primera Copa del Mundo, en Argentina 1978.