Fue alegría académica en casa. Racing Club derrotó 2-1 a un Boca Juniors con suplentes y algunos jugadores jóvenes en Avellaneda, por la décima fecha de la Copa de la Liga. Fue un partido muy atractivo, con muchas llegadas y las emociones llegaron sobre el final.
El partido arbitrado por Nicolás Ramírez fue especial para el equipo dirigido por Jorge Almirón, que piensa a pleno en el sábado 4 de noviembre, cuando jugará la final de la CONMEBOL Libertadores ante Fluminense en el Maracaná de Río de Janeiro. Sin embargo, el Xeneize sabe que no tiene que descuidar completamente el torneo doméstico porque puede dejar pasar una chance certera de clasificarse para la próxima Copa.
Por su cuenta, la Academia atraviesa un momento turbulento, que terminó con la salida de Fernando Gago y lo encuentra sin entrenador en la mira. La actual dupla técnica la integran Ezequiel Videla y Sebastián Grazzini y no se sabe cuánto tiempo seguirán en el banco. Al menos esta vez el dueño de casa se dio una alegría inmensa, al ganar tras cuatro fechas, y ambos celebraron su primer triunfo en dicho cargo.
Después de perder de forma contundente el clásico con Independiente, también cayó Racing ante Platense, empató con Sarmiento y siguió perdiendo terreno en la Copa de la Liga. En el Cilindro de Avellaneda, se reencontró con Boca, su verdugo en los cuartos de final de la Libertadores e intentó aprovechar los recaudos del Xeneize en el torneo argentino.
Ya en el comienzo se dio una gran subida del Xeneize por la derecha, con centro de Marcelo Weigandt y cabezazo alto de Darío Benedetto que preocupó y alertó a todos. Enseguida, el centrodelantero le hizo señas al banco de suplentes y Almirón tuvo que realizar un cambio forzado a los ocho minutos de juego, para cuidarlo por una molestia en el aductor de la pierna izquierda. En su lugar, metió a Miguel Merentiel, quien viene siendo titular y se presume que también lo será en la gran final en Brasil.
A los 12 minutos, primer gran aviso de Racing, ya que Gonzalo Piovi hizo una gran jugada por la izquierda, con una proyección muy profunda y un pase para que un compañero pudiera abrir la cuenta, pero el balón fue rechazado. Los hinchas y los entrenadores locales le reconocieron la gran tarea al lateral. Y en el siguiente ataque visitante volvió a llegar muy bien Weigandt, esta vez con un tiro propio que dio en el travesaño.
Siguieron jugando un duelo electrizante, sin complejos, forzando al adversario, arriesgando mucho. Así se fue el primer tiempo, con acciones de peligro en las dos áreas y situaciones que no terminaron en grito de gol por poco. Una muy clara la tuvo el colombiano Roger Martínez, pero se encontró con un Sergio Romero muy firme. Sin dudas, el anfitrión tenía más necesidades por el presente tan irregular que atraviesa.
El complemento arrancó con dos modificaciones de Almirón, que metió a dos mediocampistas titulares: puso a Guillermo Pol Fernández como volante central, en lugar del amonestado colombiano Jorman Campuzano, y a Cristian Medina por Lucas Janson. Y a los 58 llovieron miles de aplausos desde las tribunas, porque ingresó Emiliano Vecchio, en su regreso tras un año por lesión, en lugar de otro colombiano, el creativo Juanfer Quintero. Además, hubo otra vuelta, pero en Boca, ya que Luca Langoni reemplazó a Norberto Briasco y enseguida le anularon un gol por posiciión adelantada.
Y llegó el gol de Vecchio, quien a los 73 clavó un derechazo bajo, tras un gran pase de Agustín Almendra, exBoca, para desatar la locura de los hinchas locales, que lo ovacionaron. Siguió buscando Racing, pero no se quedó atrás Boca, que faltando 10 minutos casi marca la igualdad por el remate del ingresado Ezequiel Fernández, en lugar de Nicolás Valentini con una molestia, ya que el tiro del volante dio en el palo derecho del arco del chileno Gabriel Arias.
Cuando parecía que terminaba 1-0, Merentiel recibió un pase rasante de Marcelo Saracchi desde la izquierda y la empujó para marcar el empate ya sobre la hora. Acto seguido, cuando todo Boca festejaba, Racing tuvo un tiro libre desde la derecha y ningún rival marcó a Leonardo Sigali, el capitán de la Academia, que saltó y cabeceó perfecto para gritar con mucha alegría su golazo, que selló el éxito en tiempo agregado.
Sin dudas, la obsesión de Boca es la Libertadores. Solo piensa en Fluminense y venía de sumar buenas sensaciones en su anterior compromiso de la Copa de la Liga, cuando derrotó a Unión en La Bombonera. En cambio, Racing rescató un empate agónico ante Sarmiento en Junín, con un tanto en tiempo adicional, tras disputar todo el segundo tiempo con un jugador más.
En los hinchas aún está muy fresco el último capítulo de la extensa historia entre Boca y Racing. El 30 de agosto de este año, también en el Cilindro, el Xeneize eliminó por penales a la Academia después de igualar sin goles en tiempo reglamentario. Pero al menos esta vez se sacó las ganas y Racing pudo superar a Boca en un partidazo, con un festejo a puro desahogo.