Después de ser sancionado por Boca Juniors y perder el puesto ante Leandro Brey, Chiquito Romero publicó un video en su cuenta oficial para referirse a lo sucedido en aquel Superclásico en el que peleó con los hinchas y ratificar su arrepentimiento.
En sus redes, Romero expresó: "Yo me equivoqué y asumo con responsabilidad y compromiso todos mis actos".
Luego, agregó una recomendación: "Vivamos el fútbol como un deporte, con sentimiento, pasión y sin ningún tipo de violencia".
El arquero xeneize reaccionó de forma imprudente al recibir insultos de la platea de La Bombonera y el club lo apercibió. Luego, Gago le devolvió la titularidad ante Tigre y fue goleado en Victoria.
En la Copa Argentina, en los cuartos de final ante Gimnasia y Esgrima La Plata, Pintita le dio los guantes al joven guardamenta y este se lució con una tanda de penales soberbia, que metió a Boca en semis.
Qué pasó este domingo cuando Romero volvió a La Bombonera
Después de que Romero reaccionó violentamente contra un hincha de Boca al perder el Superclásico algo se rompió entre Chiquito y la gente. Al tiempo de que su desempeño comenzó a generar murmullos, Gago llegó desde Chivas de México y decidió respaldar al exarquero de la Selección.
En su primer partido como DT, Pintita puso a Romero en el arco y Tigre le metió tres goles. Después de eso, Brey se quedó con su lugar y, para colmo, tuvo una actuación soberbia en la tanda de penales ante Gimnasia, a quien eliminó de la Copa Argentina. Ante Riestra, el DT ratificó al joven guardamenta como titular y mandó a Chiquito al banco.
Había expectativa por conocer con qué escenario se iba a encontrar el ex-Venezia y qué tan duro sería el careo con La Bombonera. ¿Qué pasó? Cuando los arqueros salieron a realizar los movimientos precompetitivos, la cancha se vino abajo para ovacionar al pibe del club, que caminó con el pecho inflado hasta el arco de Casa Amarilla y saludó a la gente.
Cuando Brey apareció en la formación titular, los hinchas xeneizes dieron su veredicto y dejaron en claro que ya no quieren que nadie le quite los guantes al pibe.
Sin embargo, con Romero no hubo hostilidad. Al parecer, el público respetó al responsable de que Boca haya jugado la final de la CONMEBOL Libertadores 2023 y tuvo piedad. Incluso durante los ejercicios precompetitivos algunos socios intercambiaron saludos desde los palcos y prácticamente no hubo silbidos o murmullos para él cuando la voz del estadio mencionó su nombre entre los suplentes.