Vélez afrontó días de mucha expectativa y tensión, superói a Huracán y se consagró campeón de la Liga Profesional 2024. Atrás quedó la caída ante Central Córdoba, el “Fortín” vuelve a levantar un título liguero 12 años después del Torneo Inicial del 2012.
4396 días transcurrieron entre aquel glorioso 2 de diciembre de 2012 hasta este 15 de diciembre de 2024. Una etapa donde el cuadro de Liniers tenía acostumbrados a propios y extraños a verlo pelear, por entonces, torneos cortos de aquellas instancias. Ricardo Gareca era el padre de una criatura que, para ese momento, venía de conquistar los Clausuras 2009 y 2011 con subcampeonato de Apertura 2010 incluido.
El Torneo Inicial 2012, último cetro de los de Liniers a nivel liga hasta el Torneo de la Liga Profesional, se definió en el Estadio José Amalfitani con los velezanos enfrentando y superando a Unión de Santa Fe por 2-0, a una fecha de culminar el torneo. Los goles fueron anotados por Facundo Ferreyra, quien luego quedó como el máximo goleador del certamen con 13 tantos junto a Ignacio Scocco, hombre que militaba en Newell’s, cuadro subcampeón.
Para ir desglosando más acerca de ese plantel, Sebastián Sosa era el arquero con los históricos Fabián Cubero, Sebastián Domínguez y Emiliano Papa como referentes defensivos y del equipo, apadrinando a un juvenil Fernando Tobio en aquella línea de cuatro hombres. El mediocampo se repartía con Iván Bella, Francisco Cerro y Ariel Cabral, adelantando a Federico Insúa para que aporte su jerarquía y calidad. Todos estos nombres, entre tantos, para abastecer a la dupla letal dotada por el “Chucky” y Lucas Pratto.
12 años más tarde, habiendo transitado varias tormentas como coquetear con descender a la segunda categoría, hecho que no vive desde 1940 y siendo junto a Boca los más antiguos en cuanto a la permanencia en Primera División, con pérdidas de protagonismo a la que acostumbró a efectuar en las décadas del 90’, 00’ y principios de 2010, Vélez vuelve a ser el mejor equipo del fútbol argentino. Gustavo Quinteros condujo al cuadro de Liniers a la gloria que nunca debió soltar.