Huracán y Platense sacaron pasajes a la final del Torneo Apertura 2025 de la Liga Profesional de Fútbol. Platense bajó al tercer grande en fila cuando eliminó a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro y se clasificó a la definición del campeonato, donde enfrentará a Huracán, que dejó en el camino a Independiente, en un gran partido de fútbol.
Quemeros y Calamares se cruzarán por segunda vez en la definición de un certamen. Así es, 82 años atrás protagonizaron la final de la Copa Adrián Escobar, una competencia que se jugó en diciembre de 1943, cuando los clubes ya le habían bajado el telón a la temporada y que reunió a siete equipos: el flamante campeón y los otros seis mejor ubicados de la tabla general.
Los partidos solo eran de 40 minutos y se dividían en dos tiempos de 20 cada uno. Si había empate, se disputaba un alargue de otros 20 dividido en dos tiempos de 10 y, en caso de persistir la igualdad, no había penales sino un descabellado método de definición: avanzaba el equipo que había sumado mayor cantidad de córners y justamente por esa vía se consagró Huracán.
La historia será realmente diferente el domingo 1° de junio a partir de las 17:00 en el estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero. Ambos llegaron a esta definición con sobrados méritos y habiendo sorteado rivales durísimos en el camino. Pero lo que es más importante, lo hicieron apostando a sus argumentos, cada uno avanzó confiando en "la suya".
Lo bueno de que llegarán estos equipos es que se dividió la numerosa afición restante. Y en todos lados se escuchan "postas" de lo que puede llegar a pasar en Santiago.
Bueno, en casi todos, porque la primera reacción de José, el mecánico quemero (que tiene su taller en pleno Saavedra, rodeado de hinchas de Platense) fue regocijarse de la falta de sustento en la variada oferta deportiva en la pantalla. O como él mismo lo expresó en el chat del fútbol de los jueves: "Perdón a los hinchas de Boca y River. Me causan mucha gracia los pseudoperiodistas hablando del color del calzoncillo de Nacho Fernández y el nuevo tatuaje de la mamá de la novia de Cavani, mientras estamos viajando a Santiago", acompañado de los habituales emojis y stickers de ocasión.
Y hay un poco (o mucho) de venganza de los ninguneados en esta final entre Platense y Huracán. El hambre de ganar y tener revancha no es solo de planteles y cuerpos técnicos, los hinchas también quieren su lugar en el Olimpo de la gloria, que en los tiempos mediáticos que corren solo parece reservado a Millonarios y Xeneizes.
Los fundamentos futbolísticos de Huracán y Platense para aspirar al título
"Si los tres del medio están bien, hacemos la diferencia", dice Fernando, un quemero histórico, un ingeniero graduado de la gloriosa Universidad Tecnológica Nacional, que guarda en sus retinas (y muy profundo en su corazón) a los Huracanes de Menotti de los 70s al tope y un escalón abajo al de Angelito Cappa, bastante más acá en el tiempo.
Lo avala que Huracán propone con el fútbol y la estrategia de sus volantes. Así, por ejemplo, logró controlar a Independiente en la semifinal: Matko Miljevic se encargó de ahogar la salida vía Marcone; Leonel Pérez, cada vez menos sorpresa y más realidad, una fiera y de los puntos más altos en la noche de Avellaneda; y el motor anímico y futbolístico del Colo Leonardo Gil, quizás el mayor acierto de todo el mercado de pases del fútbol argentino y que pasó casi desapercibido para la mayoría de la prensa especializada.
La mitad de la cancha de Platense tiene un poco menos de calidad que la del Globo, excepto cuando la pelota pasa por los pies de Vicente Taborda. Pero como bien afirma Alejandro (fanático Calamar con pasado de buen nivel en el básquetbol profesional), Leonel Picco (además es lider anímico en este plantel y referencia para sus compañeros) y Rodrigo Herrera, los volantes que forman el doble pivote central, "son tremendos guerreros, no paran de correr y marcar todo el partido. Y si recuperan alto, sacan enseguida la contra".
Para Jorge, o Cato en el chat del fútbol de los jueves, las cargas están repartidas: "A mí, como hincha de Platense, me gusta un poco más cómo juega Huracán. Pero la verdad que la dupla hizo que los nuestros parezcan 11 gladiadores, no dan una por perdida. Hacía mucho que no me sentía tan bien viendo jugar a Platense".
Agustín pena para hacer funcionar a sus equipos (es DT de futsal), pero a la hora de analizar a los otros, casi no tiene fallas. Por eso este cronista lo llamó para preguntarle. "Es una final pareja. Si Huracán no está fino, lo pierde. Platense no necesita 'estar fino' porque no juega fino", responde. Y si bien los números apenas lo apoyan, creo que dio en la tecla: en la fase regular Huracán ganó 7 partidos, con 19 goles a favor, y Platense triunfó en 6, con 13 festejos. Mientras que en los playoffs, ambos ganaron dos partidos y empataron el restante, avanzando en definición con tiros penales.
Y parece certificarlo Alejandro, el basquetbolista: "Arriba tiene que jugar el paraguayo Martínez (2 goles), va a todas, se sacrifica, se tira atrás. Platense juega a las que le quedan ahí, no generamos 15 por partido, por eso a Orsini (1 gol) le cuesta más, porque es un 9 de área".
A Huracán le viene costando más el gol, se reparten la tarea Erik Ramírez (5); Walter Mazzantti (3), y se suma Miljevic con otros (5), pero a medida que avanzó el año fueron perdiendo poderío para anotar.
En el fondo somos buenos
Huracán saca una pequeña ventaja en el arco: Hernán Galíndez tuvo atajadas que ganaron partidos, pero además habló de ser campeones sin ningún miedo y es uno de los referentes emocionales del plantel de Kudelka.
Además, tiene en Fabio Pereyra y Marco Pellegrino dos centrales fuertes y con buen juego aéreo que les permiten a los dos laterales, Tomás Guidara y César Ibáñez, poder pensar permanentemente en las subidas para intentar desbordes que alimenten a los delanteros.
Para los hinchas de Platense, su dupla central es una reencarnación del poder de los dioses: Ignacio Vázquez y Oscar Salomón son sólidos en el juego aéreo, sumamente ordenados y eficientes cuando la pelota viene por abajo. Saborido y Silva, en los laterales, completan una línea de 4 tradicional y que ha demostrado que no le teme a ninguna batalla. El arquero, Juan Pablo Cozzani, es otro de los puntos altos silenciosos en la campaña de Orsi y Gómez en estos playoffs.
"Yo, si fuera Kudelka, le juego con 3-5-2, le presiono bien el primer pase y me hago ancho hasta que entre una. Para mí, si lo ataca por el medio no le hace un gol en 6 días", asegura Agustín, confirmando la mirada de Alejandro.
¿Y si se define con tiros penales?
Pareciera, a priori, que Galíndez está un escalón arriba de Cozzani. Es arquero de Selección de Ecuador, con un importante recorrido internacional. Y los números, si bien sin demasiada contundencia, apoyan esta impresión. Le patearon 97 penales, le convirtieron 69, atajó 18 y desviaron 8, con una efectividad del 19,31 %. En tanda de penales, le patearon 16, atajó 4, desviaron 3 y le convirtieron 9, pero con el pequeño detalle que participó en tres tandas y las ganó todas.
Cozzani, mendocino, viene de atajar para Deportivo Maipú en el ascenso antes de arribar a Platense hace un par de temporadas, donde se ganó el puesto y el apoyo incondicional del pueblo Calamar.
En cuanto a los penales que enfrentó, le patearon 37, atajó 8, 6 fueron afuera y le convirtieron 23, en síntesis un 21% de efectividad, Si se suscribe solo a definiciones en tanda de penales, atajó 5 de 23 (18 convertidos y 2 desviados) y ganó tres, perdiendo las dos restantes.
Huracán vs. Platense: pronóstico reservado
Para Diego, el más "pibe" del fútbol de los jueves, Huracán viene sosteniendo está pretensión de ser campeón hace más tiempo "y eso puede ser un plus, pero si sale Platense lo tiene merecido porque ganó todos los partidos bravos sin dejar dudas y con River se sobrepuso a un intento de atraco histórico".
Nunca es fácil saber con certeza cómo va a desarrollarse un partido. Pero está claro que tanto Kudelka como Orsi-Gómez han trabajado mucho con sus equipos, tienen soluciones para la pelota parada, para diferentes situaciones de juego y para motivar y potenciar a sus planteles.
Ahora deberán demostrar que pueden coronar un excelente trabajo con la obtención de un título, pero solo uno de los cuerpos técnicos logrará el objetivo.