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Clausura 2025: cómo fue el camino de Boca en el torneo

El Xeneize tuvo un recorrido de película a medida que avanza instancias en el campeonato.


Boca enfrenta a Racing por las semifinales del Torneo Clausura 2025, a las que accedió después de superar a Argentinos por 1-0, luego de transitar un camino de extremos a lo largo del campeonato.

Comenzó su campaña en el período más negativo del equipo a nivel futbolístico en décadas e incluso sufrió la muerte de su entrenador Miguel Ángel Russo, pero el Superclásico ante River funcionó como bisagra, y hoy se encuentra a dos partidos de volver a gritar campeón después de tres años.

El peor arranque en la fase de grupos

Es difícil imaginarlo en la actualidad, en parte gracias al pulso frenético en el que se mueve el fútbol actual, pero cuando arrancó el actual Torneo Clausura el Xeneize estaba sumergido en una crisis absoluta, que se remontaba al despido de Fernando Gago en el Apertura, el interinato de Mariano Herrón que avanzó hasta la fase eliminatoria y el regreso de Russo, que comenzó con un episodio insólito por no pasar del empate ante Auckland City, un equipo amateur de Nueva Zelanda, en el Mundial de Clubes.

Una vez culminado el torneo en Estados Unidos, la crisis solo se profundizó. Todavía afectado por no jugar copas continentales, los partidos en el plano local se fueron sucediendo y Boca no podía sumar de a tres. Pasaron Argentinos, Unión, Huracán y Racing, y el club de la Ribera apenas se llevó tres puntos de 12 posibles. Para cuando rompió la racha con un enfático 3-0 sobre Independiente Rivadavia, el daño ya estaba hecho: jamás en la historia del club habían pasado 12 encuentros consecutivos sin que se llevara un triunfo.

Al quiebre de la sequía en Mendoza le siguieron más buenos resultados frente a Banfield y Aldosivi, además de un positivo empate ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito, pero también comenzaron a circular rumores acerca de las ausencias de 'Miguelo' en las prácticas de su equipo. Con el paso de las semanas, sus problemas de salud se profundizaron, hasta que, tras un 2-2 con Central Córdoba, se tomó una licencia de la que nunca regresó. 17 días más tarde, el 8 de octubre pasado, se comunicó la peor noticia: Miguel Ángel Russo había fallecido a sus 69 años.

El Superclásico que cambió la tendencia

En medio de la consternación por perder a su director técnico en actividad, Boca tuvo que tomar una determinación de corto plazo en lo deportivo, y se decidió que el cuerpo técnico de Russo, con Claudio Ubeda a la cabeza, permanezca al frente hasta fin de año. Y en el horizonte asomaba nada menos que River.

El Sifón llegó al cruce en la Bombonera con buenos triunfos a sus espaldas ante Barracas Central y Estudiantes, pero pocos vaticinarían el desarrollo de aquel encuentro. Aunque debieron pasar algunos minutos hasta que uno de los dos clubes tomara el protagonismo, tras el primer gol de un resurgido Exequiel Zeballos cerca del final del primer tiempo se vio un dominio absoluto del local, que no se vio reflejado en el resultado final de 2-0. La apabullante conquista del Superclásico representó un envión ideal para el Xeneize, que culminó la primera etapa con un cómodo 2-0 sobre Tigre que lo ubicó como el mejor equipo de la Zona A.

Octavos de final, del susto a la tranquilidad

Como puntero de su grupo, Boca tuvo la ventaja de desempeñarse contra el octavo clasificado de la Zona B, Talleres. Pero lejos de lo que se intuía por la diferencia de calidad y presente de los dos, el equipo que conduce Carlos Tévez representó una parada sumamente difícil. Los de Ubeda se pusieron en ventaja de la mano de Miguel Merentiel, pero una mano de Zeballos en el área al final del primer tiempo pudo cambiar el destino del equipo.

Sin embargo, el lanzamiento de Mateo Cáceres fue contenido de gran manera por Agustín Marchesín, y la reacción de Boca en el segundo tiempo fue inmediata. Apenas 19 segundos pasaron de la reanudación hasta que Merentiel conectó un centro de Lautaro Blanco y concretó el 2-0 final. Las chances en el resto del partido pertenecieron al local, que pasó de ronda envuelto en un optimismo inusitado en el inicio de la campaña.

Los cuartos de final y la máxima prueba

La siguiente instancia representó un desafío mayor para el Xeneize. Argentinos Juniors fue uno de los equipos más consistentes a lo largo del año, solo terminó abajo del propio Boca y Rosario Central en la tabla anual y había alcanzado también la final de la Copa Argentina, en la que cayó ante Independiente Rivadavia por penales. Por si fuera poco, los de Nicolás Diez también contaban con uno de los futbolistas más sobresalientes del torneo, Hernán López Muñoz.

En ese contexto, lo mejor que le pudo pasar al conjunto de Ubeda, pasó. En solo 4 minutos Ayrton Costa aprovechó un rebote del arquero Gonzalo Siri y convirtió el 1-0, lo que le permitió a su equipo imponer las condiciones del resto del duelo.

Boca tuvo algunas chances para duplicar la ventaja en la primera mitad, pero en la segunda parte se encargó de frustrar al Bicho, al que le cerró los caminos y exigió al máximo físicamente. Marchesín también apareció de nuevo cuando más lo necesitaban sus compañeros, para contener un tiro a quemarropa de Diego Porcel en el que también tuvo algo de ayuda de la suerte. Eventualmente, el resultado se mantuvo hasta el final y dejó preparado un nuevo clásico ante Racing en las semifinales.

Qué le espera en las semifinales

Boca llega a su cruce con el conjunto de Avellaneda como el claro favorito para quedarse no solo con el partido, sino también con todo el Torneo Clausura. Dejó atras su dura racha de 12 partidos sin conocer la victoria para luego conocerla seis veces al hilo.

De cara al choque, a lo largo del campeonato convirtió 31 goles, 12 más que su adversario, que tuvo un camino mucho más dramático para alcanzar esta instancia. Su clasificación a los playoffs estuvo lejos de estar garantizada, y requirió, al igual que el Apertura, una remontada en las últimas fechas. Una vez en los octavos superó a River de manera agónica, con un 3-2 en tiempo de descuento, y tuvo que ir hasta los penales para doblegar a Tigre, en otra noche donde su arquero Facundo Cambeses fue el héroe.

El clásico, entonces, cruza a dos equipos con dinámicas muy diferentes. Boca fue ganando cada vez más confianza y consolidación en su grupo y su técnico para sobreponerse a la tragedia. Racing, en cambio, sigue confiando en la entrega y corazón tanto de sus jugadores como del DT Gustavo Costas para superar adversidades en la cancha a puro empuje. El escenario está listo.