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Alejandro Sabella y Estudiantes, una relación de amor incondicional

Alejandro Sabella surgió de las Inferiores de River. Pero sin dudas su nombre estuvo relacionado a Estudiantes. Allí fue campeón como jugador, como entrenador y también a partir de sus resultados en el Pincha llegó a la Selección.

A comienzos de los setenta, Pachorra integraba el plantel millonario que de la mano de Cabruna volvería a la gloria. Era un 10 clásico, que tenía adelante nada menos que a una figura como el Beto Alonso.

Pero siempre que jugaba, cumplía. Entre 1978 y 1981 jugó en Inglaterra, hasta que a fines de 1981 llegó a Estudiantes de La Plata. Un club que sin dudas iba a marcar un quiebre en su carrera.

El entrenador de ese equipo era nada menos que Carlos Salvador Bilardo. Ese Estudiantes se iba a consolidar como uno de los mejores equipos del momento. Pachorra integró un mediocampo muy recordado, junto con Marcelo Trobbiani, José Daniel Ponce y Miguel Ángel Russo.

El Pincha se consagraría campeón del Metropolitano de 1982, y luego repetiría en el Nacional de 1983.

Más tarde, una vez que decidió colgar los botines, comenzó su carrera como entrenador, siendo ayudante de campo de su amigo Daniel Alberto Passarella. Hasta que se animó, luego de muchos años con el Kaiser, a pegar el salto como DT.

Por supuesto, el club elegido fue Estudiantes de La Plata. Podría decirse que a partir de su llegada el club platense recuperó la gloria perdida. Esa mística que supo tener a finales de los sesenta, cuando con Osvaldo Zubeldía el Pincha llegó a lo más alto de América.

Asumió en marzo de 2009 y en poco tiempo su equipo se consagró campeón de la Copa Libertadores de América, luego de las conquistas memorables de 1968, 1969 y 1970.

Ese título le dio al León el pasaje para llegar al Mundial de Clubes, donde estuvo a minutos de eliminar en la final al Barcelona de Guardiola y Messi, que en ese momento vivía una etapa de esplendor.

En 2010, llegaría otro reconocimiento en el ámbito local, cuando su equipo logró el Torneo Apertura de 2010.

Daba la sensación que todavía tenía mucho para dar en el Pincha, pero un desgaste con la dirigencia y algunos jugadores (el máximo referente del equipo era Juan Sebastián Verón) hicieron que terminara su vínculo con el club.

Podría decirse que fue un hasta luego. Luego llegó la etapa de la Selección, pero el amor incondicional por esos colores, y el cariño de la gente del Pincha, nunca se cortó.