A Julián Álvarez le falta la UEFA Champions League para alcanzar una marca que ningún compatriota suyo logró, ni siquiera Lionel Messi. Si el sábado 10 de junio Manchester City le gana la final al Inter de Lautaro Martínez y se alza con la Orejona, la Araña será el primer argentino campeón de la Copa del Mundo, la CONMEBOL Libertadores, la Copa América y la Champions.
A esto se le puede agregar que, además, ganó las dos ligas en las que hasta ahora jugó: la argentina con River en 2021 y la Premier 2022/23 con el City. Todo con 23 años y apenas 69 partidos oficiales de liga (lleva jugados otros 46 por copas internacionales de clubes).
Julián espera en el banco y sabe lastimar cuando ingresa
Más allá de estos números y el nivel que muestra cada vez que juega para su equipo o la Selección, es muy posible que no esté entre los 11 titulares en la final de Estambul, y esto tiene una única explicación: el noruego Erling Haaland y sus 14 goles convertidos en los 10 partidos que disputó por la Champions.
Pep Guardiola se llevó a Julián a mediados de 2022 con la idea de que, al menos en esta primera temporada en Inglaterra, fuese más que nada una opción de recambio. Aunque el rendimiento del argentino le fue dando cada vez más minutos en cancha, el punto de vista del técnico catalán sigue siendo el mismo.
Curiosamente, Alvarez fue titular en la competición europea con más frecuencia durante el primer semestre que después de su consagratoria participación en Qatar 2022. En la etapa inicial del torneo, Julián jugó los seis partidos de la fase de grupos y, después de ingresar desde el banco en los dos primeros (cuando todavía era un recién llegado a Manchester), integró el 11 inicial en los cuatro restantes y nunca salió reemplazado.
En ese breve ciclo convirtió un gol en el 5-0 sobre el FC Kovenhavn danés, por la tercera fecha, y brilló en el centro del ataque en el 3-1 con el que el City dejó afuera a Sevilla. Esa noche, con Haaland fuera del equipo, la Araña ocupó el lugar del nueve acompañado por Grealish y Mahrez, convirtió un golazo y asistió al argelino y a Rico Lewis en los otros dos.
“Diría que no hay una sola persona en el vestuario hoy, personal y jugadores, que no esté feliz por él. Es un tipo especial”, declaró Pep tras ese partido.
Sin embargo, a partir de los octavos de final empezó a darle menos lugar: apenas 69 minutos en total, en cuatro encuentros, siempre arrancando como suplente.
Una sociedad con futuro que puede destaparse en Estambul
La dupla Alvarez-Haland, que Guardiola había probado tres veces en los partidos del grupo, parece haber dejado de ser opción para el entrenador. De las cuatro ocasiones en que Julián ingresó, en tres lo hizo por el noruego para jugar el último tramo del partido. Le alcanzó para destacarse, en especial en la vuelta de las semifinales cuando sólo cuatro minutos le bastaron para someter a Thibaut Courtois y sellar el histórico 4 a 0 sobre Real Madrid.
De todos modos, más allá de que no se ven en la previa muchas chances con el cordobés desde el minuto uno en la final contra Inter, tampoco parece improbable que se lo vaya a ver jugar. Aunque sean unos pocos minutos, Guardiola lo tiene como una de sus principales opciones de recambio.
En abril, el DT dio una pista de cuál es su plan, cuando celebró la extensión de vínculo del argentino con el Manchester City hasta 2028. “Todos creemos absolutamente que es un jugador para el futuro y estamos encantados de que haya firmado ese contrato”, expresó.
Las únicas dos veces que el exRiver no jugó fue en los dos partidos en que Pep sorprendió al no hacer ningún cambio: el 1 a 1 de la ida contra el Leipzig por octavos de final y la primera semifinal contra el Madrid, que finalizó con el mismo marcador. Después de este partido, Guardiola anticipó que Alvarez podía tener minutos en la revancha. “Hay jugadores que pueden cambiar el paso, como Foden o Julián”, dijo. Lo cierto es que desde que llegó al City la Araña cumplió con creces, y merece un lugar en la final aunque sea desde el banco.