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Marco Reus quiere cerrar su historia de fidelidad con Dortmund levantando la Champions League

Marco Reus no es solamente un jugador de Borussia Dortmund. Ni siquiera es suficiente decir que se trata de su máxima figura. Él es, sin dudas, un pedazo vivo de la historia del club que este sábado disputará la final de la UEFA Champions League ante Real Madrid en vivo por Star+.

Es ídolo absoluto de los hinchas Negriamarillos, que lo sienten como un representante directo dentro de la cancha. En un fútbol híperprofesional y megaglobalizado, Reus llegó en 2012 al Dortmund, el equipo de su ciudad, y no se movió de ahí hasta la actualidad.

Doce años en los que desde Real Madrid hasta Bayern Munich, pasando por Arsenal y Barcelona, quisieron contar con sus servicios.

Un "no" invariable fue siempre su respuesta.

El gran partido en Wembley será el último de él con la camiseta Negra y Amarilla.

¿Sucumbió finalmente a las tentaciones? ¿Lo convencieron los millones de algún magnate? ¿Se quiere probar en uno de los gigantes europeos?

Nada de eso.

"Siento que es el momento de dar un paso al costado", explicó, escueto, cuando anunció que se iba.

Quiere seguir jugando al fútbol de forma profesional, sí. Pero, a sus 34 años (cumple 35 el 31 de mayo, justo el día previo a la gran final), ya no con la exigencia extrema de la Bundesliga.

Nadie sabe a ciencia cierta cuál será su destino pero todos especulan con la MLS, la liga de Estados Unidos donde ya militan experimentadas estrellas como Lionel Messi y Luis Suárez.

Es probable que ni siquiera él tenga del todo claro dónde seguirá su carrera. Porque para pensar en eso hay un escollo. Un detalle.

Marco se quiere ir levantando la Orejona.

Marco Reus y una vida en Dortmund

Reus llegó a Borussia Dormund en 1996 como un chico de siete años fascinado por jugar en las divisiones inferiores del club de sus amores. Una década después sintió como una traición cuando el club le mostró la puerta de salida por ser "demasiado flaco" para el intenso fútbol alemán.

Cabizbajo, se fue al humilde Rot Weiss Ahlen, club en el que llegó a militar en la tercera división.

Contra la pasión, nada puede. Y ese Marco adolescente seguía yendo, de tanto en tanto, al estadio del Dortmund como un simple hincha.

A alentar.

En Rot Weiss Ahlen, su talento lo hizo destacar rápidamente.

A la Bundesliga llegó de la mano de Borussia Monchengladbach. Pero nunca se mudó de Dortmund.

En ese otro Borussia la rompió y, en 2012 finalmente llegó la oferta de los Negriamarillos, que pagarían 17 millones de dólares por alguien que podrían haber tenido gratis.

Reus se tragó el orgullo, escuchó a su corazón y el 1 de julio de 2012 se transformó, otra vez, en futbolista del Dortmund.

Disputó 428 partidos con la camiseta amarilla y negra, marcó 170 goles y repartió 128 asistencias en estos 12 años. Conquistó dos veces la Copa de Alemania y 3, la Supercopa de ese país.

Pasó por varias lesiones graves y siempre volvió.

En la precisión de su pie derecho, tanto con pelota en movimiento como en tiros libres, depositan los hinchas del Dortmund buena parte de sus esperanzas ante el todopoderoso Real Madrid.