No existen demasiadas ocasiones en las cuales Pep Guardiola mira a su rival en el área técnica con un gesto de envidia; no obstante, cuando el Manchester City se enfrente al Real Madrid en el partido de vuelta de su cruce de octavos de final este viernes, probablemente lo hará cuando mire a Zinedine Zidane.
Aquí se enfrentarán dos técnicos cuyas carreras han sido definidas por la Champions League. Guardiola la alzó en dos ocasiones antes de cumplir 40 años, primero en 2009 y luego en 2011 con el Barcelona, manejando una plantilla que bien podría ser considerada la mejor de la historia; por su parte, Zidane sumó tres títulos de Europa de forma consecutiva durante su primera estancia como entrenador del Real Madrid, entre 2016 y 2018.
Entonces, ¿por qué Guardiola querría estar en los zapatos de Zidane, considerando que su propio récord en Champions se encuentra a la par de históricos técnicos que han alzado la Orejona en par de oportunidades, tales como Sir Alex Ferguson, Ottmar Hitzfeld, Arrigo Sacchi y José Mourinho? Se debe a que volver a ganar la Champions por tercera vez, se ha convertido para Guardiola en una inquietud imposible de satisfacer.
Por el contrario, Zidane pareció haber ganado tres Champions en un abrir y cerrar de ojos; y podría convertirse en el primer técnico en sumar cuatro Copas de Europa con este Madrid, que en la temporada recién concluida se convertió en campeón de La Liga de España por primera vez desde 2017. Primero, como es obvio, el Madrid deberá remontar el déficit 2-1 que viene del partido de ida disputado en el Etihad Stadium para avanzar a cuartos de final a expensas del City.
Se daba por hecho que Guardiola ganaría múltiples Champions League y reescribiría los libros de historia, luego de alzar dos títulos de Europa en el banquillo del Barcelona. Por el contrario, han pasado nueve años desde la última oportunidad en la que condujo a una plantilla al título de Champions. Ciertamente, Guardiola partió del Barça en 2012, agotado por las exigencias que conlleva manejar a uno de los clubes más importantes del mundo; sin embargo, tres años a cargo del Bayern Munich y ahora cuatro con el City, ni siquiera han tenido como resultado una aparición en finales. Guardiola sumó tres eliminaciones en semifinales durante su paso por el Bayern; pero en el caso del City, Pep no ha logrado figurar entre los cuatro primeros, con dos eliminaciones en cuartos de final y un revés en octavos a manos del Mónaco en 2016-17, como suma total de su sumamente deslucido registro en el Etihad.
Si tomamos en cuenta que Guardiola fue contratado en 2016 por el Jeque Mansour bin Zayed al Nahyan, dueño del City, con el fin de ganar la Champions League, Guardiola no ha logrado su cometido dentro del máximo escenario del fútbol de clubes en Europa. Esta podría ser su mejor oportunidad para poner punto final a su espera personal por una tercera Copa de Europa, consiguiendo también la primera Champions en la historia del City.
Si bien es cierto que el Real Madrid terminó su campaña doméstica sumando 10 victorias y un empate después del reinicio de temporada en La Liga española, ahora viajan a la cancha del City sin la presencia del capitán Sergio Ramos, quien cumple una suspensión: aparte de la necesidad de marcar al menos dos goles si desean tener aspiraciones de clasificar a octavos de final, que se jugarán la próxima semana en Lisboa. El City cuenta con sus propios problemas, siendo sus fragilidades a la defensiva la mayor causa de preocupación. A pesar de ello, la nómina de Guardiola es gran favorita en este compromiso.
Los malos resultados del City en Champions durante las tres temporadas anteriores se han debido, en parte, al hábito de Guardiola de cavilar demasiado con respecto a su táctica y elección del XI titular en las rondas decisivas. Contra Mónaco, Liverpool y Tottenham Hotspur, el City cayó porque Guardiola permitió ser superado tácticamente por su rival en toda ocasión. Su equipo perdió los encuentros de ida en las canchas de Liverpool y Tottenham y no logró conseguir una forma de remontar en los partidos de vuelta, celebrados en el Etihad; cayendo a manos de un intrépido Mónaco siempre dispuesto a proponer.
Guardiola tuvo deficiencias similares al mando del Bayern, sufriendo tres eliminaciones en semifinales contra Madrid, Barcelona y Atletico Madrid. Estos casos también fueron el resultado de técnicos rivales que lo superaron en la batalla táctica. El Real Madrid apabulló 4-0 al Bayern en el Allianz Arena, para luego perder 3-0 a manos del Barça en el Camp Nou y caer eliminado por el Atleti por goles de visitante.
En esta ocasión, el peligro que representan los enfrentamientos de ida y vuelta, sumado al riesgo de tolerar goles de visitante (o el estrés de tener que remontar dolorosas derrotas en partidos de ida) ha sido removido de la ecuación a partir de la etapa de cuartos de finales. El formato de la competición de este año cuenta con partidos de eliminación directa hasta la final, debido a su reforma obligada por la pandemia del coronavirus. Si el torneo se celebra tal y como está previsto, el City sigue teniendo en frente un trayecto complicado para alcanzar la gloria, con un posible enfrentamiento en cuartos de final contra la Juventus, antes de chocar con Bayern en semifinales y una tentativa final contra Atlético de Madrid o el París Saint-Germain pautada para el 23 de agosto.
La marca del City en compromisos de eliminación directa al mando de Guardiola es sumamente destacable, triunfando en las tres últimas finales de la Carabao Cup y logrando el invicto en enfrentamientos de copa a eliminación directa en todas las competiciones, desde febrero de 2018 hasta su revés en semifinales de FA Cup a manos del Arsenal, sufrido el mes pasado en Wembley. En el ámbito europeo, Guardiola necesita mantener las cosas simples y evitar la tentación de complicar la filosofía de su plantilla si desea llegar a cuartos de final. Si lo logra, imitará a Zidane, quien siempre ha confiado en elegir su mejor XI para laborar en sus mejores posiciones, cuando obtuvo tres coronas de Champions al hilo.
Los tricampeones de Europa al mando de Zidane demostraron que la simplicidad puede ser un arma devastadora, si se cuenta con los jugadores apropiados. Ciertamente, el City tiene futbolistas de gran talento en su nómina, pero sólo el tiempo nos dirá si Guardiola se preparó para ser como Zidane, con el objetivo de ganar, tal y como lo ha hecho Zidane.