Alejados hace rato de la disputa del título, sin posibilidad alguna siquiera de ser segundo para ir a la fase de grupos de la Copa Libertadores, a la Universidad Católica, de cara al último partido del torneo, le quedaba un solo gran objetivo: asegurar su cupo al torneo continental más importante como Chile 3 y competir así en la fase previa la opción de llegar a clasificarse al cuadro grande, al de los grupos.
Y la verdad es que, en teoría, no era tan difícil. Para lograr la meta sólo debía derrotar como local a Coquimbo Unido que había tenido una segunda rueda para el olvido.
Pero ni eso pudo el equipo cruzado que cayó con justicia por 2-1 ante nortinos y le cedió a Iquique el cupo de Chile 3 al vencer a Unión Española. } Si bien en los minutos finales del partido la UC, alentando por el descuento logrado por Zampedri de penal, tuvo opciones de cambiar el destino, la verdad es que, en el resumen total, fue más un equipo tibio, desordenado y confuso que uno que tuviera méritos para acceder a ligas mayores.
Una vez más el esquema y la planificación del DT Tiago Núñes fue deficiente, al punto que poco a poco el mismo indolente juego de la Católica fue alentando a Coquimbo.
De hecho, el 2-0 que consiguió a 21 minutos del final parecía ser el justo premio a su mejor andar colectivo.
Pero claro, vino ese descuento de Zampedri y la imagen se compuso un poco.
Pero no, a no dudarlo. Coquimbo -que tras este triunfo quedó por ahora en zona de clasificación a la Copa Sudamericana a la espera de lo que hagan este domingo Everton y Palestino en sus partidos ante la U y Audax, fue superior a su encopetado rival que, de verdad, ahora es mejor que se guarde por un tiempo para asumir con humildad que este año fue casi un desastre…