Colo Colo tuvo un 2024 lleno de emoción, suspenso y, finalmente, títulos. La temporada arrancó con la incertidumbre de un nuevo DT, Jorge Almirón, quien arribó tras la salida de Gustavo Quinteros pese a una aceptable campaña en el fútbol local.
El apretón para los albos comenzó temprano a nivel internacional cuando debutó en la fase previa de la CONMEBOL Libertadores, certamen que era la prueba de fuego para el nuevo entrenador al ser una tarea pendiente para los albos hace varios años.
Y en la fase internacional el equipo cumplió. El Cacique de Almirón supo sortear los partidos previos y clasificar a la fase de grupos, donde tuvo una reñida competencia con Fluminense, Cerro Porteño y Alianza Lima.
En el Grupo A se afianzó de manera muy ajustada en el segundo lugar para clasificar a octavos de final junto al cuadro brasileño, logrando así el primer objetivo que había establecido la dirigencia de Blanco y Negro.
Paralelo a ello, el Cacique se debía enfocar en el Campeonato Nacional, certamen donde siempre debe buscar el título, pero esta vez, con la mente puesta en el ámbito internacional, comenzaron a quedar relegados en la medianía de la tabla, algo que preocupó a los hinchas y parecía una batalla ya perdida.
Sin embargo, Arturo Vidal, referente de este Colo Colo 2024, puso la calma con una declaración que tuvo gran validez una vez finalizada la temporada: "Quedan 22 partidos. ¿Cuántos puntos son ahí? 66. Entonces, mira todo lo que queda. Te lo digo yo, que he estado siempre peleando en primer lugar en toda mi carrera", comentó en ese momento el King, que no se equivocaría.
De esta manera, el elenco de Jorge Almirón siguió compitiendo fuerte en la CONMEBOL Libertadores cuando enfrentó a Junior por los octavos de final. En esta llave, el Cacique salió victorioso tanto en casa como de visita, avanzando con un 3-1 global para permitirse soñar en grande.
El choque en los cuartos de final fueron palabras mayores. El cuadro albo se medía ante el River Plate de Marcelo Gallardo y Paulo Díaz, un equipo siempre protagonista en el certamen, pero donde el cuadro nacional quería dar la sorpresa tras el envión anímico y futbolístico de la llave anterior.
Y Colo Colo estuvo cerca de lograr la hazaña. En Macul, los pupilos de Almirón realizaron una gran presentación que no se vio reflejado en el marcador y terminaron con un 1-1 con un sabor a derrota. El Cacique no pudo concretar las ocasiones de gol y debían ir por el triunfo en Buenos Aires para seguir con vida.
En Argentina, River manejó el partido, aprovecharon la opción de gol y se impusieron por la cuenta mínima para eliminar a los albos que se despidieron con la frente en alto, dando pelea y dejando una buena imagen en el global del torneo.
Ahora, Colo Colo volvía a enfocarse 100% en el Campeonato Nacional con la dura misión de comenzar a descontar puntos a Universidad de Chile, líder del torneo, y conseguir las victorias en los partidos pendientes debido a su participación en el certamen continental. Se venía una seguidilla de partidos y el desgaste era preocupación en el cuerpo técnico.
Pero, tal como dijo el 'King' en aquella certera declaración en abril, los albos volvieron con todo al ámbito nacional y en una dura lucha, con partidos muy parejos y victorias sobre la hora, comenzaron a sumar de a tres para pasar arriba en la tabla de manera épica y desprender a los azules de un largo liderato.
De ahí en más, todo dependía del Cacique para levantar un nuevo título, y lo hicieron con un condimento especial, arrebatándoselo a su archirrival. Fue de manera trágica, con una igualdad muy trabajada ante Deportes Copiapó como visitante, punto que sumado al empate de la U frente a Everton en el Nacional les permitió bajar una nueva estrella.
Así, Colo Colo alcanzó su título 34 de la mano de Arturo Vidal y estrellas que revolucionaron el equipo como Lucas Cepeda y Carlos Palacios, sumado a la regularidad de Brayan Cortés, Alan Saldivia y Maxi Falcón, entre otros, además de la aparición de Marcos Bolados que anotó goles de gran importancia en la recta final.
Aparte de este festejo, Colo Colo debía terminar el partido pendiente del 11 de febrero ante Huachipato por la Supercopa, duelo que quedó en pausa a los 78' por desmanes en el Nacional y que lo ganaban por 2-0 con anotaciones de Palacios y Vidal. Lo que parecía un trámite fue tal. El cuadro de Almirón completó la faena en Rancagua y aguantó el marcador para quedarse con el triunfo y alzar así una nueva copa.
Fue su segundo título en un cierre de año extraordinario, con festejos en el ámbito nacional y un buen cometido en lo internacional, todo cerrado en 52 compromisos, donde acumuló 30 victorias, 13 empates y tan sólo nueve derrotas.