SANTIAGO - El capitán de Universidad Católica, Cristián Álvarez, se mostró emocionado al momento de referirse al undécimo título conseguido por el club en su historia, asegurando que se merecía tener una alegría tras varios años de frustraciones.
"Cumplí mi sueño de chico, de toda la vida. La gente me ve día a día, sabe que soy el huevón que más se merece esto: haber levantado esa copa. Hoy, pese a que no estoy jugando, saben lo que doy, lo que he peleado y entregado por esta institución”, dijo Álvarez.
Además, expresó sentirse orgulloso de vestir la camiseta cruzada: “Me tocaron cosas feas y duras, perder finales, por goles. Ver niños llorando, la gente de Católica no se merece eso. Hemos recibido burlas de compañeros de profesión que no están arriba, pero estoy orgulloso de este club que siempre pelea".
"Siempre estamos peleando, siempre tratamos de ser mejores futbolistas. Estoy feliz por ser capitán de esta institución y representarla en todos lados bien”, agregó.