El delantero Luis "Chino" Sandoval se hizo cargo los errores que determinaron su salida de Junior, reveló que por cuenta propia buscó un psicólogo y se refirió a su presente con Deportivo Cali.
Apenas lo confirmaron como refuerzo el ambiente de los verdiblancos se convulsionó. El técnico Jorge Luis Pinto renunció a horas del comienzo de una campaña definitiva para alejarse del descenso. Los prejuicios por su pasado en el equipo tiburón jugaron en contra en esta nueva etapa. Sin embargo, los revirtió. Es el goleador con cuatro anotaciones.
Sandoval de 24 años, explicó en una entrevista con AS lo que sucedió con llegada al elenco vallecaucano, condicionada por el DT santandereano a mitad de año.
“Yo no había visto la entrevista, a mí me la manda mi mamá y me sorprendió porque yo ya estaba en Cali. No sé si él ya tenía conocimiento de eso o no. Yo respeto al profe por su trayectoria y lo que ha ganado, pero cuando vi la entrevista, llamé al miembro del Comité y le dije que, si el profe me podía dar unos minutos para hablar con él y si después de hablar él tomaba la decisión de no contar conmigo, yo lo aceptaría. Pero él se cerró, se negó a hablar conmigo y tomó la decisión de salir, yo me quedé y ahora solo pienso en aportar mi granito de arena en el Cali”, manifestó.
En Junior tuvo la confianza de Hernán "Bolillo" Gómez con quien fue titular. Recibió su respaldo en los momentos difíciles hasta que determinaron su salida.
“Yo iba bien, estaba trabajando normal y después por un acto que no era agradable para el club y que cometí, acepto toda la responsabilidad, salí. El profe Hernán Darío me respaldó a muerte, él me conocía, sabía que era un buen jugador, me iba a tener en cuenta. Yo comencé a responder, después fui titular, hice un par de goles y las cosas iban bien, pero después de perder con Once Caldas decido tomarme algo con mi mujer. No pensé que eso me iba a afectar, pasó lo que pasó y tomaron la decisión de la salida de Junior”, agregó.
Consciente de su situación acudió a la ayuda profesional. En ese refugio encontró fuerza y con la ayuda de su familia mejoró. “A mí nunca me pusieron tratamientos, yo fui a hacerlo por mi cuenta. Quería saber qué estaba pasando, ellos me dijeron que no era un problema de alcoholismo como todo el mundo dice. He venido trabajando con la psicóloga, ese mes que estuve sin jugar todos los días iba a donde ella. Ahora seguimos conversando y eso me ayudó bastante, no solo a mí sino a mi familia”, dijo.
Esta tarde visitará al Unión Magdalena en duelo con rival directo por conservar la categoría en la facha 14. Aunque perdió un penal ante DIM siente el respaldo del plantel y del DT Jaime De La Pava.
“La verdad ha sido un proceso muy lindo. La gente, los muchachos, el equipo, los directivos y el cuerpo técnico, todos me recibieron muy bien, me acogieron muy bien y hasta el día de hoy me he sentido como en casa. Lo importante es seguirle aportándole al equipo y entrar a los ocho que es la meta a corto plazo que tenemos”, concluyó el delantero.