Ángel Di María disputará con la Selección Argentina su último partido en la gran final Copa América 2024 en Estados Unidos, donde dará punto final a un ciclo de 16 años plagado de idas y vueltas y que puede ser definido como 'el camino del héroe'.
Existe una teoría publicada por el antropólogo y mitólogo estadounidense Bruce Campbell que afirma que las historias de personajes épicos a lo largo de la historia siguen un patrón muy similar entre sí y en el caso de Di María puede extrapolarse con gran precisión.
En su publicación de 1949, 'El héroe de las mil caras', Campbell desarrolla la estructura del 'monomito' o 'el viaje del héroe' que cuenta con distintas etapas que vive un personaje en un relato épico.
En este texto buscaremos aplicar esta teoría en la increíble historia del 'Fideo' con la Albiceleste.
Di María y su punto de partida con Argentina (Mundo ordinario)
Como en cada relato de un héroe existe una historia de origen y en el caso de Ángel Di María fue con la Selección Argentina Sub-20 en el año 2007.
Ya había demostrado sus condiciones en Rosario Central. Debutó en Primera División un par de años antes, en 2005 de la mano de Ángel Tulio Zof a los 17 años.
En el torneo juvenil fue una pieza importante del conjunto dirigido por Hugo Tocalli, que fue campeón de la categoría con Sergio Agüero como principal figura, pero con aporte clave de Di María, 3 goles y 2 asistencias. Su gol mas importante se dio en una inolvidable 'batalla' ante Chile en las semifinales.
La llamada a la aventura
Este primer contacto del héroe con la acción lo lleva a seguir avanzando hacia ella. La buena actuación de Di María lo llevó a ser comprado por el Benfica de Portugal. Así, dio el salto al fútbol de élite y a una nueva aventura con la camiseta argentina en los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008.
Allí nuevamente este futbolista 'flaquito' mostró que no era ordinario. Un gol clave en cuartos ante Países Bajos y el gol 'dorado' en la final ante Nigeria lo erigió como una de las figuras del equipo que consiguió el Oro olímpico.
La ayuda sobrenatural para Di María
El héroe algunas veces, por inseguridad o miedo, suele rechazar el llamado de la aventura o debe ser protegido por una 'figura o amuleto'.
Para Ángel esa figura fue Diego Armando Maradona, un personaje heroico o mitológico en sí mismo como ningún otro. Tras su debut en la selección mayor con Alfio Basile, es Diego quién toma las riendas de la Albiceleste y adopta a Di María como uno de sus jugadores 'fetiche', lo que empezó a generar críticas de periodistas e hinchas, que preferían otros futbolistas en ese lugar. En el año 2010, Diego conocido por sus icónicas frases, dejó un inolvidable 'A Di María me lo resistían', luego popularizado con el 'A Di María no lo querían'.
Encuentro con el mentor
Otro punto en común de cada historia o camino de un héroe es la presencia de una guía o un mentor, que impacta en la personalidad de nuestro protagonista.
En la vida de 'Fideo' ya nombramos a diferentes entrenadores que lo formaron y protegieron, pero para él sus mentores son sus padres. En distintas ocasiones, Ángel remarcó como lo inspiró la lucha de su padre Miguel para perseverar en su trabajo y alimentar a su familia y como su madre Diana le enseñó a "nunca hay que bajar los brazos”.
Argentina, un camino de pruebas
Una buena historia épica debe contar con frustraciones y golpes sufridos a lo largo del camino de nuestro héroe.
La carrera de Ángel Di María toma dos caminos separados en esta etapa. Al enorme éxito y prestigio que sumó en sus clubes, con un paso premium por el Real Madrid, se contraponía su realidad en la Selección Argentina. Luego de un discreto Mundial de Sudáfrica 2010, donde fue titular, pero sin conseguir buenos rendimientos y una frustrante Copa América en 2011, mezcló suplencias y titularidades, llegó un momento clave para la historia de nuestro héroe.
Brasil 2014 fue una bisagra para muchos miembros de esa Selección. Di María llegaba de ser figura del Madrid campeón de la Champions y uno de los líderes del equipo de Alejandro Sabella que llegaría a la final. Durante el camino por este Mundial, Fideo fue figura. Anotó el gol que valió el pase a cuartos en el suplementario ante Suiza. Pero en los cuartos de final sufrió una lesión ante Bélgica que lo dejaría sin Mundial, a pesar de sus enormes esfuerzos por estar en la final ante Alemania, aún en contra de los deseos de su club.
Luego llegaron las finales de Copa América en Chile 2015 y la Centenario en 2016, donde Di María y Argentina se chocaron contra un viejo conocido como Chile, que los frustró en ambas ocasiones.
Aquí cayeron las mayores críticas para este grupo, Ángel fue de los más golpeados. Salió a flote la enorme fortaleza mental y de espíritu de Di María para seguir intentándolo siempre, a pesar de las adversidades.
Di María toca fondo con la Selección (Acercamiento a la cueva más profunda)
Hay una frase que indica que "la noche es más oscura, justo antes del amanecer". Marca el punto más bajo de nuestro héroe en su camino, que lo prepara para el desafío mayor.
Sin dudas el punto más bajo de esta generación de la Selección Argentina ocurrió en el Mundial de Rusia 2018, con conflictos internos y salida de líderes, además del fracaso deportivo.
Incluso llegó a quedar relegado de las convocatorias luego de la Copa América 2019. Esto no mermó su amor por la Selección y sus ganas de no rendirse. "Si no estoy convocado, seguiré peleando para estar", dijo en varias oportunidades.
La gran prueba que debió superar Di María
Todo lo acumulado en el camino del héroe es utilizado en una gran batalla, donde nuestro protagonista utiliza sus habilidades para superar un gran obstáculo y alcanzar un 'nuevo estado'.
Esta gran prueba en el camino de Di María fue la Copa América 2021. El escenario fue el mítico Estadio Maracaná y el 'enemigo' al frente era Brasil.
Nuestro héroe sacó su mejor arma y de 'emboquillada', su definición predilecta, anotó el gol que valió el tan ansiado título para una generación que dejó muchos soldados en el camino pero que coronó merecidamente a futbolistas como su gran aliado Lionel Messi.
La recompensa recibida más allá del trofeo fue la redención. Ángel nunca bajó los brazos como le decía su mamá cuando era chico y se metió a fuerza en los corazones de los críticos que 'no lo querían', como alguna vez dijo Maradona.
Di María y la resurrección con Argentina
El héroe está del otro lado del umbral y debe retornar con su recompensa. Así inicia la etapa final de su camino.
Esto representa el año 2022 para la Selección Argentina y Di María. La liberación de la maldición rota con el título obtenido llevó a Fideo y el equipo a su punto máximo.
A mitad de año lograron el título en la Finalissima ante Italia, como preparación a la batalla final: El Mundial de Qatar. Este es el encuentro del héroe con el máximo desafío o peligro.
Como lo que es Ángel, un hombre extraordinario, llamado a aparecer en el momento más caliente y de mayor necesidad, Lionel Scaloni lo utilizó como la carta sorpresa en la gran final ante Francia, el rival más temido.
El resultado fue el esperado. Di María brilló. Forzó el penal que terminó en el primer gol y marcó el segundo, al concluir el mejor gol de la historia de las finales mundialistas.
Argentina tocó el cielo con las manos en la noche de Lusail y le dio la máxima recompensa a los héroes que conquistaron lo que parecía imposible.
Regreso con el elixir para Di María
La última etapa del viaje. Nuestro héroe retorna transformado y realizado. Superó todas las adversidades.
Para Ángel y la Selección cada partido en Argentina fue recibir el reconocimiento y el cariño del público argentino, que utilizó cada oportunidad para expresarles su agradecimiento eterno.
Esto llegó al punto más alto, cuando Di María estuvo presente en las despedidas de Maxi Rodríguez y Juan Román Riquelme. 'Fideo', identificado con Rosario Central recibió una enorme ovación de la hinchada de Newell's, el 'enemigo máximo' y de los fanáticos de Boca, que dejaron por un momento de lado el homenaje para su máximo ídolo para darle el merecido reconocimiento a un gran héroe.
La Copa América 2024 será la despedida oficial de Ángel Di María como futbolista de la Selección Argentina. Marca el final del 'camino del héroe', que tuvo todo tipo de obstáculos y la recompensa de la gloria eterna a no rendirse jamás y levantarse de todos los golpes sufridos.