La Selección Colombia venció 1-0 a Uruguay y jugará la final de la Copa América después de 23 años. Enfrentará al campeón Argentina el domingo 14 de julio. No tendrá a Daniel Muñoz por expulsión.
Es causa común. Y eso ayuda. Porque seduce. Compite con valentía. Con solidaridad. Un equipo como hace rato no se veía. Ideado por Néstor Lorenzo, capitaneado por James. Respaldado por Camilo Vargas, Davinson Sánchez, Daniel Muñoz, Jefferson Lerma, Luis Díaz, Jhon Córdoba, Miguel Borja, Rafael Borré, Yaser Asprilla, Yerry Mina...
Dejó atrás a Uruguay, el rival más difícil de este proceso por su intensidad, vértigo y presión insoportable. También invicto del torneo y favorito tras sacar a Brasil en los cuartos.
Colombia entró muy concentrada y con determinación colectiva. Fue al frente, incomodó en campo rival y alternó posiciones de sus interiores para confundir. Duró 15' pues perdió precisión, se apuró en la entrega del balón y dio ventajas atrás ante los nervios de Carlos Cuesta aprovechados en dos ocasiones por Darwin Núñez de mala puntería frente a Camilo Vargas.
El DT pidió bajar revoluciones. La amarilla temprana de Daniel Muñoz lo alertó. El equipo entró en esa fricción y cuando liberó al 10 retomó confianza. Otro de sus centros generó el 1-0. Desde el córner asistió al segundo palo Jefferson Lerma, de cabezazo preciso a los 39'.
Muñoz cayó en la provocación y por un codazo fue expulsado al final del primer tiempo. El sacrificado fue Jhon Arias reemplazado por Santiago Arias. El partido se hizo más largo obligado a defenderse con la pelota. No pudo, otras situaciones lo impidieron.
Las malas siguieron con la lesión de Richard Ríos, golpeado y la amonestación para James. El plan pasó a defender la ventaja con orden en la arremetida uruguaya coordinada por Luis Suárez.
Yerry Mina entró de tercer central y Díaz quedó solitario arriba. Agotado, dejó su lugar a Luis Sinisterra. La defensa se empleó a fondo, despejó todo. Conmovedor esfuerzo para esta merecida final.
El domingo 14 de julio irá por la gloria ante el campeón Argentina en Miami. Más que nunca, la Selección es causa común.