Marcelo Bielsa cumplió un año al frente de la Selección de Uruguay en mayo. A nadie escapa que su ciclo generó una revolución futbolística. Los triunfos ante Argentina y Brasil, por las Eliminatorias, así lo confirman.
Y como todo proceso, tiene luces y sombras. Gente que está a favor y otra en contra.
La lectura de la realidad del año que lleva Bielsa en Uruguay, marca que el entrenador se encuentra en pleno proceso de renovación del plantel, que el equipo apela a un estilo de juego que ilusiona a la mayor parte de los uruguayos, que quedó afuera de los dos torneos que disputó, y que está en zona de clasificación al Mundial de 2026.
El Uruguay de Bielsa inició su camino en setiembre de 2023 venciendo a Chile por las Eliminatorias. Desde ese primer encuentro, el equipo entusiasmó a la gente con una propuesta ofensiva que por estas tierras no es habitual.
El camino se empezó a recorrer de la mano con un proceso de renovación del plantel. Acaso el cambio más significativo fue en la ofensiva, donde el DT confirmó a Darwin Núñez en lugar de Luis Suárez, consolidó a Facundo Pellistri y descubrió a Maximiliano Araujo. Y como recambio, requiere paciencia y tiempo de espera.
Los puntos más altos fueron los triunfos ante Argentina en Buenos Aires y Brasil en el Centenario.
Uruguay cerró el año ocupando el segundo lugar en la tabla de posiciones de las Eliminatorias.
El año 2024 comenzó con Bielsa al frente de la Selección Preolímpica que tenía el objetivo de clasificar a los Juegos Olímpicos de París. En su debut, Uruguay arrancó a paso demoledor y se fue al término del primer tiempo venciendo 3-1 a Paraguay. Pero en la parte complementaria el elenco guaraní dio vuelta el partido y ganó 4-3. Aquella derrota fue un golpe que costó asimilar. Uruguay quedó afuera de la ronda final.
Fue tiempo de retomar la actividad en la Selección mayor pensando en la Copa América. Luego de una serie de amistosos, Uruguay llegó al torneo y superó sin contratiempo el Grupo que compartió con Panamá, Bolivia y Estados Unidos.
En cuartos de final le tocó enfrentar a Brasil, al que eliminó por penales y jugando los últimos 15 minutos con un hombre menos por la expulsión de Nahitan Nández.
El equipo alimentó el sueño, pero en semifinales fue eliminado por Colombia que le ganó 1-0 jugando con un hombre de menos todo el segundo tiempo.
Al margen de la eliminación, la realidad indica que la figuración de Uruguay fue superior a las de su participación en las ediciones de 2015, 2016, 2019 y 2021.
¿Qué le queda por delante al Uruguay de Bielsa? Seguir el camino de las Eliminatorias para clasificar al Mundial. El calendario le marca que en setiembre deberá recibir a Paraguay y visitar a Venezuela; en octubre va a Perú y será local contra Ecuador y en noviembre cierra el año recibiendo a Colombia y visitando a Brasil.
Hasta acá la lectura del camino que lleva recorrido el Uruguay de Bielsa. Para algunos será positiva y para otros negativa. Todo depende del cristal con que se mire.