Deportivo Pereira clasificó a los cuartos de final de Conmebol Libertadores con el empate ante Independiente Del Valle en Quito. Fase inalcanzable desde 2016.
Esa derrota de La Bombonera empieza a darle sentido a su histórica campaña continental, la primera en 78 años. Dejó ir la victoria en dos minutos con tiempo cumplido. Resignó el empate demorando con formas anticuadas que en estos días siempre pierden con el reloj. Cayó 2-1, dolió. Se levantó.
Pereira aprendió. Encaminó la fase de grupos, invicto de local. Se metió a octavos en Chile. Sacó el punto que necesitaba ante Colo Colo en una cancha difícil sin esconderse. Primer paso hacia esa madurez obligatoria para afrontar la Copa.
Siguió ante Independiente Del Valle, favorito por su bicampeonato de Conmebol Sudamericana. El 1-0 en casa lo dejó a un empate de los cuartos. Entró dormido pero sacó el partido adelante. El golazo de Larry Angulo en el segundo tiempo lo tranquilizó.
Defendió más concentrado, aguantó con altura, controló rebotes, despejó centros y preparó contras. El 1-1 lo mantiene en el torneo.
"Somos un equipo que también tiene sus ocasiones y que con la capacidad de nuestros jugadores podíamos convertir. Defensivamente el equipo tuvo valentía y valor para mantener el resultado”, dijo el técnico Alejandro Restrepo.
En cuartos enfrentará a Palmeiras. Antes, merece celebrar.
"Con calma ya veremos que debemos mejorar. Estamos en un momento para festejar esta clasificación, volver a casa, descansar y enfrentar el partido del sábado, que es muy importante para nosotros”, agregó.
Pereira maduró tras esa noche de abril contra los xeneizes en Buenos Aires. Logró dos clasificaciones de visitante. El fútbol colombiano recupera su brillo en el continente.