Ese primer título de Copa Libertadores multiplicó los hinchas de Nacional por todo el país. Especialmente en Bogotá.
La curva del Atanasio Girardot hace un recorrido por todo nuestro territorio a través de las banderas de la hinchada en cada partido de local. Con fondo verde y letras blancas o negras, cada una representa un barrio, una ciudad, un municipio, una región.
Ibagué, Bucaramanga, Palmira, Tunja, Neiva, Maicao, Pamplona, son algunos de los lugares que desde la tribuna expresan su pertenencia a la causa verdolaga. A veces su barra más popular, que tiene filiales en Leticia y Florencia, despliega un trapo más grande con la frase: "Un país llamado Nacional"
La Libertadores de 1989 ganada con solo jugadores colombianos trajo más afición. Cautivó y el sentimiento se expandió.
"Muchos de esos jugadores hacían parte de la Selección Colombia de los mundiales de 1990 y 1994. Una Selección que le dio alegrías al país en una época tan dura. Sin duda, ese fue el momento bisagra de la colombianización de Nacional", señala Theo González.
Ese plantel de René Higuita, Andrés Escobar, Leonel Álvarez, Alexis García y Albeiro Usuriaga, entre otros, tuvo una influencia profunda en esa generación que disfrutó del fútbol de mucha técnica y toque.
"Se creó como un aura mítica alrededor del equipo. El único título de Copa Libertadores de un equipo colombiano. La mayoría de futboleros, sin importar el equipo, decían que eran el equipo de los puros criollos, sólo jugadores colombianos", agrega.
La final fue en Bogotá. Desde Medellín llegaron caravanas con miles de aficionados. El fervor germinó en la capital por esa conquista frente a Olimpia.
"Realmente fue influyente con mi familia. En cuanto a tíos y primos mayores que yo, pues a finales de los ochenta ellos se vuelven hinchas de Nacional por la Copa Libertadores y su trascendencia a nivel continental. Cuando ya tengo uso de razón ellos vienen con su amor por Nacional marcado y me lo van inculcando, haciendo gran referencia al plantel de 1989 y el título de Copa Libertadores, sin olvidar que gran parte del plantel de Selección Colombia en los noventa eran jugadores de Nacional por lo mismo, su protagonismo en la Copa", dice Miguel Ángel Rodríguez, seguidor del verde.
El campeón de 1989 es un símbolo de nuestro fútbol. Imborrable en la memoria.
"Se recuerda con orgullo, nostalgia, amor. Héroes, por traer el primer título internacional al fútbol colombiano y sin olvidar que era un equipo de puros criollos", finaliza Rodríguez.