No le alcanzó en Avellaneda y se quedó afuera. El empate 0-0 de Racing ante Flamengo, en el Cilindro de Avellaneda, marginó al equipo dirigido por Gustavo Costas en las semifinales de la CONMEBOL Libertadores 2025, duelo que se puede revivir por el Plan Premium de Disney+ (solo para Sudamérica). Después, el DT dejó sus impresiones en conferencia de prensa, muy dolido por la despedida.
La Academia buscó meterse por segunda vez en su historia en la gran final de la Libertadores, el principal torneo continental de clubes, título que logró en 1967. Pasaron 58 años y los dirigidos por Costas buscaban otra hazaña, pero Flamengo lo dejó afuera, en una serie en la que no pudo meterle un gol al rival brasileño, ya que en la ida cayó 1-0 en Río de Janeiro.
Ex alcanzapelotas y jugador de Racing, club del que es hincha confeso, Costas no ocultó su dolor por la eliminación. La Academia había ganado la Copa Sudamericana 2024 y la Recopa en este año, pero el triplete no pudo ser.
"No tengo muchas ganas de hablar... Los chicos dejaron todo. Les agradezco todo lo que dejaron, lo que hicieron. Y le agradezco a la gente, por todo. Defraudé a mi gente, disculpen, pero no puedo hablar mucho. Los jugadores no, defraudé yo", empezó diciendo el técnico racinguista
"Hay que ir a casa y pasar esto. No sé... Duele muchísimo, estábamos muy ilusionados. Todos los días nos apoyaron, hoy el recibimiento fue extraordinario... A partir de mañana, hay que empezar otra etapa, es así", agregó.
"La mayoría no jugó las copas y pudimos lograr dos copas internacionales, después de tanto tiempo. De por vida, les voy a agradecer. Jugaron lesionados, algunos con fiebre, capaz que jugamos bien, mal otras veces, pero nos representaron de la mejor manera. Dejamos todo, pensamos que lo podíamos lograr, más después de que echaron a Plata, pero no se pudo", explicó Costas.
Se mostró muy triste, dolorido, sin ganas de responder más preguntas. Se lo notó muy triste y golpeado, por ser justamente un ídolo, un referente, un símbolo de Racing. Y sin dudas vivió una noche olvidable, aunque el deporte siempre da revanchas.
