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Peñarol no supo cómo recuperarse de los goles del rival, y cayó en su casa contra Millonarios

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Millonarios pisó fuerte en Montevideo y venció a Peñarol en la Sudamericana (5:34)

Con goles de Perlaza y Cortés, el Embajador ganó 2-0 y lidera el Grupo F con seis puntos. El Carbonero se ubica último, sin unidades. (5:34)

Peñarol fue derrotado en el estadio Campeón del Siglo por 0-2 ante Millonarios en su segundo juego del Grupo F de la CONMEBOL Sudamericana. Sin puntos por ahora en su serie, el aurinegro complicó mucho sus posibilidades de pasar de fase.

El primer tiempo tuvo dos partes diferenciadas. Hubo una primera mitad entretenida, con buen ritmo, con ambos equipos buscando el arco de enfrente y con un puñado de jugadas con mucho peligro de gol. Pero cuando pasó ese impulso, la energía de ambos equipos se fue diluyendo y la imprecisión comenzó a tomar un papel cada vez más protagónico en el armado de las jugadas, en las salidas desde el fondo y las transiciones se hicieron anunciadas.

Peñarol tuvo una chance clarísima con un remate de Matías Arezo tras una gran jugada colectiva, pero el tiro se fue junto al palo. Luego, una chilena de Abel Hernández que salió desviada, y otro tiro de Arezo que fue bloqueado justo a tiempo fue lo más cerca que estuvo el Carbonero de lastimar. El conjunto colombiano tuvo una ocasión clarísima donde Daniel Cataño llegó hasta el fondo y dio el pase atrás, pero Leonardo Castro la tiró por arriba del travesaño.

Pero en el segundo tiempo, el viento cambió en el partido y la apertura del marcador para el equipo colombiano -obra de Elvis Perlaza- fue un golpe del que Peñarol nunca se pudo levantar. Millonarios comenzó a jugar cada vez más cómodo, viendo que el aurinegro lucía sin ideas y no mostraba señales claras de poder recuperar el resultado.

El segundo tanto de Millonarios, que llegó por medio de Oscar Cortés, fue el golpe de gracia del equipo azul y la victoria locataria pasó a ser algo demasiado lejano. Con más ganas que fútbol, Peñarol se arrimó en el cierre y tuvo una chance clarísima en los pies de Abel Hernández, pero ni siquiera eso pudo celebrar el aurinegro, en una noche donde llegó con viento en la camiseta y se fue repleto de dudas.