Boca Juniors fue eliminado este jueves en los octavos de final de la CONMEBOL Sudamericana por Cruzeiro, en Brasil, tras perder por 2-1 en los 90 minutos y 5-4 en la tanda de los penales, instancia a la que llegó de forma épica luego de haber jugado los 90 minutos con uno menos a causa de la temprana expulsión de Luis Advíncula.
Todo parecía perdido para el Xeneize a los 22 minutos, cuando caía 2-0 de visitante y con 10 jugadores en cancha en el partido de vuelta de los octavos de final (en la ida había ganado 1-0). Porque tras la roja a Advíncula, llegó otro error garrafal en ese comienzo fatídico. A los nueve minutos, Jorge Figal perdió una pelota en la salida, le quedó a Matheus Pereira, que probó muy bien de lejos. Atajó Romero pero dio rebote y le cayó justo a Matheus Henrique, que solo ante el portero no falló.
Kevin Zenón tuvo la chance inmejorable de empatarlo a los 18, cuando Ze Ivaldo se equivocó en una salida y se la regaló frente al arco. El futbolista xeneize avanzó, quedó mano a mano con el arquero y la mandó a las nubes porque le pegó pésimo.
Boca no ligaba una y, para colmo, tres minutos después llegó el gol de Walace tras un polémico córner desde la izquierda, en el que los jugadores visitantes pidieron que la pelota se le había ido primero al jugador de Cruzeiro.
Pero la palabra mística se volvió a asociar a Boca Juniors. Porque nunca se rindió, creyó en sus posibilidades y tuvo premio. A los 48 minutos, al filo del entretiempo, Milton Giménez anotó el descuento tras una buena jugada colectiva y dejó igualada la serie.
En el segundo tiempo salió bien parado y pudo detener los embates del local. Con grandes atajadas de Sergio Romero, un acertado Zenón por derecha y un buen Cristian Medina por el medio, incluso puso en aprietos a un incrédulo Cruzeiro, que veía peligrar un triunfo que poco antes parecía asegurado.
Así llegó el final del partido, hasta con una chance para empatarlo en el último suspiro que Miguel Merentiel desperdició con el arco libre, y todo se definió en los penales, instancia en la que Chiquito no estuvo lo acertado que acostumbra, los futbolistas de Cruzeiro patearon perfecto y el propio Merentiel tiró afuera el último disparo desde los 12 pasos.