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Orlando Galo cambió lágrimas y el deseo de retirarse por regalarle una casa a su familia

El mediocampista fue sancionado con un año fuera del fútbol, pero encontró motivación en los momentos más difíciles y pudo darle una casa a su familia

Falta cada vez menos para que Orlando Galo pueda volver al fútbol profesional en cuanto cumpla un año de sanción tras haberse contaminado de una sustancia prohibida, pero ya los momentos más complejos se han quedado ido quedando atrás y la ilusión embarga al mediocampista que se siente como si estuviera en un regreso a la escuela.

El día que le cambió la vida fue el 19 de octubre de 2022 cuando fue notificado de que dio positivo por sustancia prohibida, en este caso Clostebol, relacionada con productos cicatrizantes. El estudio del caso por parte de la autoridades competentes llevó a que solo fuera sancionado un año debido a que se pudo demostrar que fue una contaminación y que no consumió ninguna medicina ni producto prohibido, pero el daño de perderse el Mundial era irreparable.

Según relató Galo, el golpe que recibió por esta sanción fue tan fuerte que lo hizo considerar la posibilidad de no volver a jugar al fútbol profesional.

“Sí pensé retirarme porque me preguntaba que por qué me pasaba estas cosas si sabía mi niñez había sido muy dura, mis padres habían dejado de comer para darme los diez mil colones del almuerzo para que yo agarrara el bus”, dijo con su voz entrecortada.

Galo continuó y agradeció el apoyo de su pareja, de su familia con la que creció en Jacó y que ahora residen en Garabito y de parte del gerente del Herediano y del presidente, Jafet Soto y Juan Carlos Retana, respectivamente.

“Las personas que me ayudaron a agarrarle amor al fútbol fue Jafet y mi novia. Jafet fue la persona que más me apoyó junto con el presidente. Ellos me hablaron clave, rompí el contrato que tenía con Heredia y Jafet me dijo que tranquilo que él tenía más contratos y que iba a volver mejor”, explicó.

Otro de los días más difíciles fue cuando le tocó ver la nómina de jugadores que iban a ir al Mundial sabiendo que su nombre nunca a iba a ser mencionado.

“Desbaraté la puerta del cuarto cuando dieron la lista y llamé a Jafet y le dije que no quería jugar más”, reconoció.

Cambios físicos

Pero el apoyo que recibió de sus más personas cercanas y el ir asimilando todo un día a la vez lo llevó a encontrar pequeñas recompensas en diferentes campos. Por un lado, se concentró en entrenar el aspecto físico y logró combinar de una manera ideal el ejercicio con la nutrición al punto de que está en un punto en el que nunca antes había estado.

“Tuve un gimnasio a disposición mía, tres o cuatro entrenadores y una nutricionista y eso se ve reflejado porque tengo un 6% de grasa, gané mucho músculo y ahora el cuidado que tengo que tener es no lesionarme”, agregó.

Asimismo, recuperó la felicidad de jugar libremente y es que cerca de su casa tenía una cancha sintética y todas las noches se iba caminando o en bicicleta a divertirse, con el consentimiento del mismo Herediano que le permitía recrearse ya que no podía hacer ninguna de estas actividades cerca del club.

“En Jacó mejengueaba con amigos cercanos que trabajan en un restaurante y que salían a las 10 de la noche y jugábamos a las 11 de la noche. La cancha me quedaba muy cerca de la cancha y al día siguiente iba al gimnasio a las 5 de la mañana y a esa hora el preparador físico podía entrenarme”, explicó.

En lo personal

Orlando Galo dedicó el tiempo que ahora tenía libre en el plano académico y finalmente logró sacar el bachillerato e incluso ya piensa en lo que podría ser su vida universitaria.

“No había sacado el bachillerato porque tuve muchas cosas, yo erauna persona de Jacó que viajaba en bus y que tenía que salir en bus y a los 15 años vivía con una familia. Si me convocaban a la selección viajaba a las 4 de la mañana e iba llegando hasta las 4 de la tarde. Invito a los niños a que nunca dejen el estudio porque esta carrera es muy corta y uno nunca sabe cuándo le va a pasar una situación de lesión o la que me pasó a mí.

En lo familiar

En cuanto a asuntos familiares, logró dedicarle tiempo a sus padres y cumplió un sueño que tenía para ellos que fue el de tener casa propia.

El regreso

Ahora falta poco, estará habilitado para jugar el jueves 19 de octubre, entre esos días se estará llevando a cabo la jornada 15 cuando Herediano visite a Guanacasteca. Sin embargo, para poder jugar necesitaría que los nicoyanos programen únicamente jueves, si lo hacen martes tendría que esperar al fin de semana entrante.

“Me queda un mes y quince días para volver. Lo estoy anhelando con mucha emoción, Tengo marcado en el calendario el partido de regreso que es guanacasteca, ojalá programen jueves para poder ir y que me tomen en cuenta, pero no importa el lugar que sea, cuando me toque entrar voy a estar muy agradecido”, sentenció.

Orlando Galo superó una de las pruebas más difíciles que le ha ofrecido la vida, pero aun en el tiempo más complejo encontró las motivaciones para salir adelante y ahora confía en disfrutar la oportunidad que tendrá volviendo de nuevo al fútbol profesional donde todavía tiene muchos sueños y metas que cumplir.