El mundialista habló en exclusiva con ESPN para dar detalles sobre su adaptación en Nueva Zelanda, además, revela si Saprissa decidió vender su ficha
Se fue de Saprissa por la puerta grande, el sueño de ser legionario lo alcanzó, y ahora no lo quiere soltar, está dispuesto a sacrificar muchas cosas, inclusive tener que pasar un trago amargo en la siembra para después de ver la cosecha, Youstin Salas reveló a ESPN cómo vive en Nueva Zelanda y si ya Saprissa recibió una oferta formal para ser transferido.
La ha pasado bien, él y su familia han encontrado en Wellington un sitio paradisiaco, donde cada kilómetro se quedan asombrados por la belleza natural, eso mismo los ha llevado a tener anécdotas muy divertidas.
Youstin Salas dice que su paso por el Saprissa le sirvió como de ‘Universidad’ para trasladar que siempre hay que ganar, sea como sea.
¿Cómo han sido estos primeros meses como legionario?
“Al principio era incertidumbre, primer a vez que salía del país, es de trabajo, pero pasan los días, meses, pero uno se adapta, son 18 o 19 horas de diferencia, pero para dormir, o descansar, son como cinco horas de diferencia a poder platicar con la gente de Costa Rica. Acá se entrena a las 11:00am, a las 9:30am estamos en el camerino, no hay que levantarse tan temprano”
“No solo yo, mi esposa y mis hijas lo disfrutan, es como lo pensé, lo imaginé, ahora lo vivo al máximo, no sé cuánto tiempo este más para acá, estamos disfrutando demasiado de este país, de esta travesía”
“Era un sueño, una meta estar acá, y la verdad no pienso soltarla”
He visto partidos del Wellington, ha destacado y demuestra al 100 en todo el partido, ¿Considera que tiene que dar más del 100% para ganarse al entrendor?
“Exactamente, yo vacilaba, pero entre broma y broma, lo visualizo cumpliendo, le decía a mi esposa y amigos: ‘Yo le doy el equipo un mes o dos meses para que me compren’, es broma, pero la verdad es lo que quiero demostrar, que puedo quedarme, aun no lo sé, sigo disfrutando, los entrenamientos, los partidos, he hecho todo lo que el profesor me ha dicho, y en el pasar de los días, el entrenador, y los entrenadores es lo que más les ha gustado de mí, esa energía, esa lucha, los aficionados también lo han notado, y creo que me ha ido bien”
“En un momento platiqué con Kenneth Vargas, y me dijo que un compañero de él había jugado acá y le dijo: ‘Era un camerino muy pesado, difícil, que tuviera cuidado’, pero más pesado que Saprissa no creo que haya. El entrenador y los jugadores cuando llegué me conocían, eso ha influido que la adaptación sea mejor. El país y la gente es muy linda. Me quedo sin palabras con esta institución”
“No es que hablo un montón de inglés, entiendo mucho la verdad, aquí he tratado de poner en práctica lo que he aprendido, hay dos compañeros que hablan español, el preparador de porteros también, por eso se me ha hecho más sencillo”
¿Qué tal con esas anécdotas en un país tan diverso culturalmente como Nueva Zelanda?
“Los primeros días que me dieron el carro no quería tocarlo porque aquí se conduce al revés que, en Costa Rica, pensé que podía chocar y hacer un desorden, pero se me empezó a quitar el miedo, iba al súper acá cerca”
“Después vino mi esposa, vimos un lugar precioso, yo me ahorrillo, empezamos a tomar fotos, y no se podía … vimos como los carros pasaban, y no les parecía que estuviese ahí. Vi de largo unas luces de policía, pasé al lado de ellos, y me dijeron: ‘Por ahí no’, son cosas que uno va aprendiendo en el primer mundo”
“Uno en la calle no se encuentra basura, al menos yo no he visto”
¿Ser polifuncional es una clara ventaja para quedarse en el equipo?
“Sí, vieras que sí, he visto al técnico decirme que puedo jugar en otras posiciones, o me aguanta en partidos, porque dice que con mi energía podemos ganar el partido en el segundo tiempo, vengo llegando, pero el entrenador confía en mí, eso motiva”
¿Es cierto que Saprissa es como una ‘Universidad’ para jugadores que quieren ser legionarios?
“Hubo un momento donde se hizo una reunión, cuerpo técnico y jugadores, característica de todos los días, pero el técnico decía: ‘¿Cuáles son las características de este grupo? Yo me levanté, y obviamente con mi inglés traté de decirle al PP que me ayudara a traducir, y cuando me senté, me sentí bien, dije lo que necesitábamos para ser campeones acá, con mi experiencia en Saprissa, en ese camerino tan grande, y buenos compañeros, me sirvió ese momento para expresar lo que he vivido, dos compañeros me volvieron a ver y me dijeron que estaba muy bien. Eso siento que me ayuda a que al final de la temporada se tome una buena decisión’”
¿Qué está dispuesto a sacrificar para mantenerse como legionario?
“Ha habido jugadores que se regresan muy pronto, uno o dos años, no quiere decir que el jugador sea malo, sino que en ocasiones se guardan muchas cosas que no están bien, yo en lo personal, me vine con la mentalidad de ganar, de hacerlo bien, de quedarme no uno, sino cinco años, no cuatro meses. No importaba lo que pase, iba a luchar”
“Esto es una palabra vulgar, pero es para que me entiendas: ‘Si tenía que comer mier… para triunfar·, yo comería mier… acá’, no es lo mismo comer eso en su país, que, en otro lado, donde estás esforzándote para tener una mejor calidad de vida, tener el sustento de tu familia, la mejor vida que le puedas dar”
“Ese soy yo, y esa es mi mentalidad el día de hoy, si tengo que devolverme a Costa Rica en dos meses, y no me llaman acá, volveré a luchar para regresar, uno crece mucho, en lo personal, y en lo futbolístico”
¿Qué legado dejó en Wellington Phoenix, Carlos ‘Zorro’ Hernández y Kenny Cunningham? ¿Ha hablado con ellos?
“Vieras que antes de venir, hablé con Marvin Angulo que había jugado en Australia, tengo una gran amistad con él, hasta Fortnite jugamos. Después hablé con Kenny Cunningham, ya hablé con el Zorro también, se acuerdan muy bien de los dos, el capitán de nosotros ahora en ese entonces era muy joven, ahora es el referente, es muy bonito porque le da esa responsabilidad a uno de tener que brillar”
¿Cuánto le cambió la vida tras ser mundialista?
“Mucho, me cambió la verdad, por dicha Dios me dio la oportunidad de jugar el Mundial, yo sigo con la esperanza de volver a las convocatorias de la selección nacional. Gracias a ese Mundial el entrenador me vio, y puedo estar acá, el Mundial cambia la vida de los jugadores”
¿Cómo está su situación con Saprissa? ¿Se va a quedar en Wellington Phoenix?
“Al principio que me vine, ellos quisieron hacer una oferta de opción a compra, sin embargo, creo que Saprissa dijo: ‘Mejor aguantemos’, para saber si era mejor el valor más adelante, podría haber cobrado más o menos, aun me queda año y medio en Saprissa, acá hay buenas intenciones que yo me quedé, todo se resuelve a final de temporada, puedo decir que sí, puedo decir que no. Puede llegar otro club de Australia, así es el fútbol”
“Sí, pero siempre confío en Dios, a mis 27 años, casi 28, el tiempo de Dios es perfecto, no es lo que yo quiera, es lo que él quiera”