Los morados cumplieron en Tibás y provocaron una final de alto voltaje ante Alajuelense
El Torneo de Apertura 2025 tendrá el cierre que muchos esperaban. Deportivo Saprissa hizo lo necesario para instalarse en la final y ahora el campeonato se definirá con un nuevo capítulo del clásico nacional ante Alajuelense, una serie que combina historia, rivalidad y cuentas pendientes.
Los morados dejaron en el camino a Cartaginés con una victoria 2-1 en Tibás, suficiente para cerrar la serie con autoridad y confirmar que el escenario ideal quedó servido: clásico por el título.
Aunque el resultado fue favorable, el partido no fue un trámite sencillo para Saprissa. Durante gran parte del primer tiempo, Cartaginés se adueñó del ritmo del juego, presionó alto y obligó a los tibaseños a replegarse, una imagen poco habitual en la Cueva. La propuesta brumosa incomodó, pero volvió a chocar con su viejo problema: el gol.
El descanso encontró a Saprissa clasificado, pero con señales de alerta encendidas. La ausencia de Mariano Torres se sintió en la generación ofensiva y el peso del equipo recayó en la experiencia de su zaga, especialmente en Óscar Duarte, quien sostuvo al equipo en los momentos de mayor presión visitante.
La historia cambió tras el reinicio. Saprissa ajustó líneas, adelantó metros y entendió que debía tomar el control si quería evitar sorpresas. El premio llegó, otra vez, por la vía que mejor ha explotado en la serie: la táctica fija. Orlando Sinclair apareció en el momento justo para abrir el marcador y darle tranquilidad a los locales.
Cartaginés no logró reaccionar y, cuando intentó estirarse en busca del empate, dejó espacios que terminaron por condenarlo. Un penal en el tramo final le permitió a Ariel Rodríguez ampliar la diferencia y sentenciar, en la práctica, la eliminatoria. El descuento brumoso, ya sobre el cierre, solo sirvió para maquillar el marcador.
Con la serie definida, Saprissa confirmó su lugar en la final, pero el verdadero reto apenas comienza. Al frente estará Alajuelense, ganador de la primera fase, con la ventaja reglamentaria de necesitar menos resultados para quedarse con el título. Para los morados, el desafío es mayor: deberán alargar la serie y sostener su mejor versión durante cuatro partidos si quieren levantar la copa.
El primer capítulo de esta final se jugará el miércoles, a las 8 p. m., en el Estadio Ricardo Saprissa. El clásico vuelve a definir un campeonato y el fútbol costarricense se prepara para un desenlace cargado de tensión, historia y rivalidad.
