Cuando se habla de un Clásico Nacional entre Alajuelense y Saprissa, se pueden barajar diferentes elementos: historia, rivalidad, alegría, tristeza, entre otros. Los jugadores marcan la pauta en el campo y las dos aficiones más grandes de Costa Rica ponen el otro condimento clave, pero ¿cuánto significa para un árbitro dirigir un partido como este?
ESPN ha conversado con Walter Quesada, un árbitro ya retirado del balompié costarricense, pero sin duda alguna fue muy respetado por los jugadores, dirigió poco más de 20 “Clásicos Nacionales”, en los cuales toda la responsabilidad del juego caía sobre sus hombros.
“Cuando inicié como árbitro de fútbol, como a inicios de los 90s, la intención mía siempre fue llegar a los mejores juegos, que gracias a Dios se pudo con esfuerzo, capacidad y mucho sacrificio. Dirigí más de 20 Clásicos, que cada día se disfrutaban mejor este tipo de partidos. Todo Clásico Nacional es un orgullo, pero sobretodo, una gran responsabilidad”; dijo Quesada.
El exárbitro costarricense recalcó que lo más difícil de dirigir un Clásico Nacional era “cometer errores porque por más pequeños que sean, la opinión pública generaba muchos cuestionamientos y a mí me tocó vivir una época donde ya se contaban con redes sociales, entonces era muy pesado, pero siempre una alegría dirigirlos”.
Para Walter Quesada, el árbitro que llegue a pitar en un Clásico Nacional debe prepararse bien físicamente, más si se trata de un partido que posee ese nivel mediático en Costa Rica y también si se lleva a cabo en mayo, pues el factor lluvioso influye mucho en las acciones dentro del terreno de juego.
“No hay mucho tiempo para preparar la parte física porque los nombramientos arbitrales generalmente los hacen tres días o cuatro días antes del partido. Se debe cuidar no sufrir algún tipo de desgaste. Dirigí varios clásicos en mayo, una época total de lluvia es más, una vez me correspondió suspender una final. No es lo mismo correr en un campo de juego lloviendo y maltratado, por eso hay que evitar los desgastes”; comentó.
A sus 50 años, siente que antes de un Clásico Nacional el árbitro encargado de dirigir el compromiso debe asilarse totalmente del ámbito deportivo, que piense en otras cosas que no sean relacionadas al fútbol ya que, si empieza a escuchar comentarios de muchas personas, se puede confundir o llegar con más presión.
“Un Clásico Nacional sin errores no es un Clásico. El arbitro, antes de un partido con esa categoría debe aislarse del mundo deportivo. Conversar sobre este tipo de temas con muchas personas puede generarles enredos en sus planes o provocarles más presión, sí pueden llamar a pedir consejos, pero ser meticulosos con quiénes lo hagan”; concluyó.
Este próximo domingo 31 de mayo se llevará a cabo el Clásico Nacional número 324 de la historia, donde la Liga Deportiva Alajuelense jugará en su casa ante el Deportivo Saprissa, ambos conjuntos llegarán en un buen momento y protagonizarán una fuerte lucha por el liderato del Clausura 2020.