El estratega publicó un largo comunicado donde no dejó nada al azar tras su recién salida de la escuadra manuda
Tras haber guardado poco más de un día de silencio por su despido de la Liga Deportiva Alajuelense, el entrenador Luis Marín expresó todo su sentir en un amplio comunicado donde hizo una severa reflexión sobre el trato que recibió durante los casi dos meses que estuvo al frente del conjunto rojinegro.
El estratega no ocultó sentirse dolido por la decisión de la junta directiva y la gerencia deportiva liguista de separarlo del grupo luego de haber sido eliminado de forma inesperada en manos del Guastatoya de Guatemala en los octavos de final de la Liga Concacaf, pese a todo esto, considera que se le tuvo paciencia para dejarlo implementar su metodología de trabajo con la que salió campeón con San Carlos en 2019 y con la que fue subcampeón con Herediano en el presente año.
“Enfrenté diferentes variables que afectaron mi desempeño desde el inicio: tomé el equipo a los pies de la tabla, un equipo mentalmente afectado por las experiencias negativas recientes, todo esto en medio del avance de un campeonato con jugadores participando en eliminatoria mundialista, muchos de ellos lesionados, con algunas resistencias por la diferente metodología a la que estaban acostumbrados y otras situaciones más, fueron las que no me permitieron llega a tener nunca la planilla completa, esta situación llevó a realizar variaciones constantes, a tener que jugar diversos partidos solo con los más jóvenes y no poder desarrollar al 100% mi metodología para enfrentar el campeonato y lograr las metas planteadas”, expresó.
Asimismo reconoció que nunca se esperó quedar eliminado de la Liga Concacaf en esta instancia pero que hay una responsabilidad compartida donde él fue el único en pagar el precio.
“Fue un durísimo golpe para todos, algo que nunca imaginé llegar a vivir porque jamás preparé al equipo para perder, sino para clasificar y ser campeones, aun en medio de las limitantes. Acepto la responsabilidad que me corresponde, sin pasar por alto, que el resultado final de esta experiencia es una responsabilidad conjunta, donde todo el equipo tuvo su participación. Se venían arrastrando deficiencias para enfrentar este tipo de partidos, que no tuve el tiempo con equipo completo para corregir y formar como corresponde”, agregó.
También lamentó no haber podido tener una oportunidad de levantar al grupo de este golpe pues asegura que estaba preparando al equipo para formar un proceso ganador.
“Me habría gustado contar con más apoyo, paciencia y espacio para desarrollar mi metodología y así poder lograr las metas que me había planteado, es muy doloroso para mi dejar esta institución sin haber tenido la oportunidad de formar al equipo para lograr levantar muchas copas más”, indicó.
Finalmente dio su parecer con el entorno que viven los entrenadores en Costa Rica y las constantes críticas que reciben con y sin fundamentos.
“Dirigir en nuestro país se ha convertido en un “Juego de Coliseo Romano”, donde entramos al campo de batalla expuestos a ser masacrados ante cualquier fallo. Es increíble la violencia y la crítica insensible que se expresa desde la gradería del coliseo, mediantes las redes sociales y algunos medios de comunicación, que se prestan para decapitar a los técnicos, demostrando un absoluto disfrute de la destrucción y sin conocimiento pleno del fútbol y lo que uno enfrenta”, sentenció Luis Marín