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Cronología del 'Caso Vinicius' y las agresiones racistas: Sus consecuencias para Real Madrid y LaLiga

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Carlo Ancelotti dice que Vinicius Jr. está bien anímicamente (1:46)

El DT blanco respondió preguntas sobre el estado de ánimo del jugador brasileño tras haber sido víctima de ataques raciales. "Vamos a ver si puede jugar el sábado". (1:46)

Domingo 21 de mayo en el Estadio Mestalla, cancha del Valencia. Corre el minuto 73 y el Real Madrid está en desventaja 1-0. Toni Kroos está a punto de cobrar un tiro libre fuera del área. Vinicius Junior no mira a Kroos mientras éste analiza la jugada a balón parado. Mira a la multitud ubicada detrás de la portería, gesticulando hacia ella e inquietándose con cada segundo que pasa.

El capitán del Valencia José Gaya y los compañeros de Vinicius en el Real Madrid Antonio Rudiger y Eder Militao corren a alejarlo. Pero Vinicius no se detenía. Señala a un aficionado en la grada. "[Me dijo] mono", indicó. "Este", mientras señalaba de nuevo. "Este". Otros jugadores del Madrid se le unen, ahora enfadados, enfrentados a la grada. "Eso no se hace", grita Lucas Vázquez. "P---- racistas. Son unos racistas".

El zaguero del Valencia Cenk Ozkacar le pide a Vinicius que se calme. El árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea llega al sitio y les informa a los jugadores "Voy a activar el protocolo antirracismo, ¿vale?" El portero blanco Thibaut Courtois le indica a De Burgos que había escuchado cánticos de corte similar en el primer tiempo. Vinicius se acerca a su entrenador Carlo Ancelotti, que le pasa un brazo por el hombro, le habla al oído y le besa en la mejilla.

Después del incidente, Vinicius volvió a la cancha. De Burgos explica (a Ancelotti, Vinicius, Militao y otros jugadores) lo que ocurriría después: primero, se hace una advertencia en el sistema de sonido interno del estadio. Si siguen las agresiones, se suspende el partido. El juego se reanuda en el minuto 78.

Esta no es la primera vez que Vinicius sufre agresiones racistas esta temporada. De hecho, es el octavo incidente de este tipo registrado en la campaña 2022-23... y contamos casos reportados y con quejas presentadas.

Ocurrió en marzo pasado en el Camp Nou, sede del Barcelona; y en la cancha del Real Betis en el Estadio Benito Villamarín. Un mes antes, se produjeron incidentes similares en El Sadar del Osasuna y el Son Moix del Mallorca. En enero pasado, un grupo de hinchas del Atletico Madrid colgó de un puente un muñeco con la camiseta de Vinicius. Cuatro personas fueron imputadas por dicho incidente. Vinicius también sufrió agresiones racistas en Valladolid en diciembre y a las afueras del Estadio Metropolitano del Atleti en septiembre.

Sin embargo, en esta ocasión la reacción fue distinta. La decisión de Vinicius de confrontar sus agresores ha desatado protestas a nivel mundial y eso ha traído consecuencias. Tres hinchas fueron arrestados y deberán comparecer ante los tribunales en la causa en la que Vinicius dará su testimonio. El Valencia fue sancionado con cinco partidos con el cierre parcial de una grada (posteriormente reducida a tres luego de una apelación). Además, se ha abierto un debate sobre el problema del racismo en el fútbol español que debía haberse producido desde hace largo tiempo.

Esta es la historia de lo ocurrido desde aquella noche en el Mestalla (y lo que vendrá después), contada a ESPN por fuentes cercanas a Vinicius, su club Real Madrid y LaLiga.

(Con información adicional de Gustavo Hofman y Rodrigo Fáez)

Vinicius no dejará de denunciar el racismo

La reacción de Vinicius en Valencia fue la consecuencia de años de frustración acumulados ante el fracaso de otras partes (los entes reguladores del fútbol, tribunales, árbitros, medios de comunicación y hasta su propio club) en reconocer la seriedad del problema. Y estaba harto.

"¡Mi expulsión fue el premio para los racistas!", publicó Vinicius en Instagram, antes de citar irónicamente el eslogan de mercadeo del circuito español: "No es fútbol. Es LaLiga".

En el Mestalla, su frustración aumentó al recibir una tarjeta roja en el minuto 97 tras ser confrontado por el portero Giorgi Mamardashvili y recibir una llave en la cabeza durante ocho segundos por parte del delantero Hugo Duro. Vinicius fue expulsado por defenderse; Duro no recibió castigo alguno.

Posteriormente, Vinicius publicó una declaración más extensa. "No fue la primera vez, ni la segunda, ni la tercera", publicó Vinicius en su cuenta de Instagram. "El racismo es normal en LaLiga. La competición cree que es normal, la Federación también y los rivales lo incentivan. Lo lamento mucho. El campeonato que una vez fue de Ronaldinho, Ronaldo, Cristiano [Ronaldo] y [Lionel] Messi, hoy es de los racistas".

"Un país lindo, que me acogió y a la que amo, aceptó exportar al mundo la imagen de un país racista. Lo lamento por los españoles que no están de acuerdo, pero hoy en Brasil, España es conocida como un país de racistas. Y, lamentablemente, por todo lo que ocurre cada semana, no tengo como defenderla. Estoy de acuerdo. Pero soy fuerte y voy contra los racistas hasta el fin. Aunque sea lejos de casa".

Esa última frase, según indican fuentes a ESPN, reflejaba discusiones anteriormente sostenidas entre Vinicius y sus representantes. Habían planteado la idea de dejar el Real Madrid y España por los constantes abusos racistas sufridos por el extremo. El jugador estaba "al límite", según informan fuentes, y si bien aún no sopesaba la posibilidad de dejar el Madrid, plantear la posibilidad (y aprovechar su posición como el mejor y más mercadeable jugador joven del Madrid y toda LaLiga) se vio como una forma de obligar a otros a tomar medidas.

Vinicius estaba cada vez más consciente del poder que ostenta como una de las estrellas en ascenso del fútbol mundial y quiere utilizar ese estatus para conseguir un cambio. Su relación con el patrocinador Nike es buen ejemplo de ello. Después de estar a punto de terminar la relación comercial a principios de esta temporada (Vinicius sentía que no se le trataba como prioridad), él y su entorno quedaron impresionados por el apoyo mostrado por la marca (y no solicitado por ellos) tras lo ocurrido en Valencia, publicando "Dejen de mirar hacia otro lado. Estamos con Vini Jr." en sus redes sociales.

"Están demostrando lo que pueden hacer por Vini" dando a conocer el incidente a nivel mundial, según afirma una fuente cercana al jugador.

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Real Madrid y el apoyo a Vinicius Jr. tras los ataques raciales

El conjunto blanco saltó al campo de juego para el juego ante el rayo Vallecano con la camiseta 20 en apoyo al jugador brasileño. El estadio Santiago Bernabéu lució una bandera en una muestra de solidaridad con el goleador.

Asimismo, Vinicius ha mostrado su consternación por la incapacidad de la justicia penal española en perseguir casos de agresión racista como delitos de odio. En diciembre pasado, la fiscalía decidió no presentar cargos contra hinchas del Atlético por cánticos racistas entonados a las afueras del Metropolitano. La Fiscalía de Madrid afirmó que los cánticos eran "desagradables", "inapropiados" e "irrespetuosos" pero solo duraron "unos segundos" en medio de un partido "muy disputado". Los cánticos no "integrarían un delito contra la dignidad" de Vinicius, según indicó la Fiscalía.

La ira de Vinicius ante la presencia del racismo en las tribunas se ha exacerbado en la cancha: existe la percepción de que está siendo perseguido con agresión excesiva por parte de sus rivales y que no está siendo protegido por los árbitros. Es el jugador al que le han hecho más faltas en LaLiga, con 121 faltas en el torneo 2022-23, 22 veces más que el jugador que le sigue en la lista. Sin embargo, también ha sido objeto de 10 tarjetas amarillas. Asimismo, también considera que existe una diferencia notable entre el tratamiento que recibe por parte de los árbitros españoles y en la Champions League.

Además, Vinicius y sus representantes se han enfurecido por la forma en la que los medios de comunicación españoles han manejado el tema, frecuentemente confundiendo los insultos de los aficionados con el estilo de juego de Vinicius (alegando que es "provocador") y su voluntad de dar la cara.

En septiembre del año pasado, un colaborador del programa nocturno El Chiringuito de Jugones sugirió que Vinicius debía "dejar de hacer el mono" durante un segmento sobre sus bailes para celebrar goles. Vinicius respondió en sus redes con un video, alegando que "la felicidad de un negro brasileño victorioso en Europa molesta muchísimo más".

"Yo no voy a parar", fue el contundente mensaje del extremo madridista.

La lenta reacción del Madrid, y LaLiga busca más poder

Vinicius no se sentía del todo satisfecho con el apoyo mostrado por el Real Madrid esta temporada tras las agresiones racistas de las que ha sido objeto, según indican fuentes a ESPN, hasta que lo ocurrido en Mestalla no les dejó otra opción.

Ancelotti fue el primero en hablar inmediatamente después del suceso. Su entrevista televisiva pospartido fue tensa, pero la actitud del entrenador italiano no tenía nada que ver con la derrota 1-0 sufrida por el Madrid. "¿Quieres hablar de fútbol o de otra cosa?", preguntó el técnico merengue, incrédulo cuando la entrevistadora empezó a preguntarle sobre el resultado. "Yo no quiero hablar de fútbol. [Quiero hablar] de lo que ha pasado aquí. Creo que es más importante que una derrota, ¿no te parece? Soy muy calmo y tranquilo y lo que ha pasado hoy no tiene que pasar. Hay algo malo que pasa en esta liga. LaLiga tiene un problema".

Su compañero y portero Thibaut Courtois indicó que el equipo estaba listo para abandonar la cancha si Vinicius lo hubiera querido. Otros compañeros expresaron palabras de apoyo, pero el Madrid no emitió un comunicado hasta el mediodía del lunes, casi 16 horas después del pitazo final.

"El Real Madrid C.F. muestra su más enérgica repulsa y condena los hechos sucedidos ayer contra nuestro jugador Vinicius Junior", indicó el club, explicando que había acudido ante la Fiscalía para denunciar los hechos como delitos de odio y discriminación.

Un comunicado posterior buscaba vincular lo ocurrido en el Mestalla con la campaña madridista de vieja data contra lo que considera como arbitraje injusto e inadecuado, punto de debate diario en el canal de televisión oficial del club blanco. "Lo ocurrido ayer y la gestión que se hizo por parte de los árbitros y del VAR no lo percibimos como algo aislado, sino como algo que se viene repitiendo en muchos de nuestros partidos", expresó el club.

El Madrid hizo una muestra pública de apoyo en su siguiente compromiso, el 24 de mayo ante el Rayo Vallecano en el Santiago Bernabéu. El equipo saltó a la cancha vistiendo en la previa la camiseta número 20 de Vinicius. "Vinicius somos todos. Basta ya", decía una pancarta desplegada detrás de uno de los arcos. En el minuto 20, los hinchas aplaudieron a Vinicius, que estaba sentado junto al presidente Florentino Pérez en el palco de honor. Ubicarlo allí, en vez del propio palco del jugador, tenía la intención de enviar un mensaje: ésta es nuestra lucha, no sólo la suya.

Las reservas de Vinicius con respecto al apoyo inicialmente dubitativo de su club no eran nada comparadas con la ira que sentía por LaLiga, personificada por su presidente Javier Tebas.

Tebas es un ejecutivo poco ortodoxo en el mundo del fútbol, conocido por su franqueza en todos los temas. Cuando Vinicius publicó que "el racismo es normal en LaLiga", la respuesta rápida (y contundente) de Tebas fue inevitable. "Ya que los que deberían no te explican qué es y qué puede hacer LaLiga en los casos de racismo, hemos intentado explicártelo nosotros", publicó Tebas en su cuenta de Twitter, "pero no te has presentado a ninguna de las dos fechas acordadas que tú mismo solicitaste. Antes de criticar e injuriar a LaLiga es necesario, que te informes adecuadamente @Vinijr."

Esto redundó en un intercambio de palabras entre ejecutivo y jugador. "Una vez más, en vez de criticar racistas, el presidente de LaLiga aparece en redes sociales para atacarme", tuiteó Vinicius. "Ni España ni LaLiga son racistas. Es injusto decir eso", respondió Tebas.

Posteriormente, Tebas afirmó sentirse "frustrado" al percibir que Vinicius no conocía las medidas que LaLiga había tomado (y que podía tomar dentro del marco legal vigente) para atacar las agresiones racistas. De todos modos, el daño estaba hecho. Tebas había dado la impresión de buscar un pleito con Vinicius, en vez de expresar su solidaridad con una víctima del racismo. Los tuits hicieron que una situación ya dañina para la imagen de LaLiga estallara hasta convertirse en una crisis de alto calibre.

El equipo de comunicaciones de LaLiga entró en acción, concertando entrevistas entre Tebas y medios brasileños. "No tenía intención de atacar a Vinicius, pero sí entendieron mal el tuit, tengo que disculparme", expresó a ESPN Brasil. Al día siguiente, respondió las preguntas de periodistas de todas partes del mundo durante una comparecencia de 90 minutos.

Tebas afirmó estar de acuerdo con cierres de estadios y quitas de puntos, aparte de indicar que Vinicius (y cualquier otro jugador) tendrían pleno apoyo de LaLiga si abandonaran la cancha tras sufrir agresiones racistas. "Estos han sido algunos de mis peores días como presidente y como persona", indicó. "No soy racista".

LaLiga considera que tiene las manos atadas dentro del actual marco jurídico, que limita sus funciones a la recopilación de evidencias para entregarlas a la fiscalía y al Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Ambos entes (y no LaLiga) tienen la responsabilidad de decidir las acciones a tomar, de ser el caso.

LaLiga presionará para modificar la ley deportiva española y permitir que sus órganos disciplinarios emitan sanciones. Tebas afirmó de forma exagerada que podía abordar el problema en seis meses. Sin embargo, los avances no serán sencillos dentro del contexto de la interminable batalla por la autoridad entre LaLiga y la RFEF, enfrentados en su condición de entes reguladores del fútbol español.


Vinicius no ha jugado desde aquella noche en el Mestalla. Una lesión de rodillas le apartó del encuentro contra Rayo Vallecano y la victoria del sábado pasado en la visita blanca al Sevilla, a falta de una jornada de liga para concluir la temporada. Ancelotti insiste que habría puesto a jugar a su figura si estuviera completamente sano. Aunque también es positivo pasar cierto tiempo alejado de las candilejas luego de un periodo tan intenso y emocionalmente agotador.

El jugador testificará en un tribunal de Valencia, a través de una videoconferencia, como parte de la causa contra los tres hinchas que emitieron epítetos racistas en su contra. La declaración será el próximo 27 de junio.

Varias fuentes indican a ESPN que Vinicius seguirá activo en sus esfuerzos para defenderse del racismo, confrontando a las instituciones españolas (incluyendo algunos sectores de los medios de comunicación) con verdades incómodas. Y, cuando ocurra el próximo caso (deprimentemente previsible) de agresiones racistas, veremos si algo ha cambiado realmente.