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¿El Atlético puede competir con Barcelona y Real Madrid por el título de LaLiga?

La respuesta a la duda de si el Atlético puede competir con Real Madrid y Barcelona por el título es un "no" contundente.


MADRID -- Todavía con los vestigios del Atlético de Madrid de la segunda vuelta del año pasado presentes, los de Diego Pablo Simeone empezaron de una forma irregular la temporada 2023-24 de LaLiga, alternando resultados muy buenos con otros peores, lo más reciente que queda es la imagen de la derrota en Mestalla contra el Valencia.

Por esa irregularidad nos preguntamos si el Atlético de Madrid puede competirle el título de LaLiga a Barcelona y a Real Madrid. Pongamos, primero, las cosas en contexto.

El mercado de fichajes del Real Madrid de este año se saldó con Brahim Díaz, que llega tras su cesión de dos años en un AC Milan que fue semifinalista de Champions League y campeón hace dos años del Scudetto.

Joselu, que a pesar de llegar tras un doble descenso con el Alavés y el Espanyol estuvo en el punto de mira del Atleti, del Sevilla y de varios equipos de perfil parecido en Europa.

Arda Güller, a quién el Madrid “robó” en última instancia al FC Barcelona tras una negociación en la que los blancos subieron el precio final. Y Fran García, que fue recuperado para la causa madridista tras un paso brillante por el Rayo Vallecano. Kepa, que aterrizó en la capital de España tras la lesión de Thibaut Courtois en una cesión simple y un tal Jude Bellingham por quien el Real Madrid desembolsó 103 millones fijos más un 30% de ese importe en variables futuras.

En el Barcelona, el verano también ha ido muy bien. Iñigo Martínez, que era prioridad absoluta en el Atleti, decidió elegir al Barça en detrimento del equipo colchonero. Ilkay Gündogan llegó libre tras alzar el título de Champions League con el Manchester City.

También llegó Oriol Romeu, que fue el pivote defensivo más destacado del año pasado por detrás de los habituales transatlánticos. Sin olvidarnos de las cesiones de un tal João Cancelo, el fichaje del prometedor Vitor Roque y del “regalo” que el propio Atlético de Madrid le hizo al Barça con la cesión de João Félix.

Con todo eso en contexto, el gasto en fichajes del Atleti ha sido: César Azpilicueta (que llega en la última parte de su trayectoria al club tras liberarse de su compromiso con el Chelsea), Samu Omorodion (cedido al Alavés después de desembolsar 6 millones de euros a última hora) y Javi Galán (que costó 3.5 millones de euros y que no cuenta para Simeone).

A todo eso hay que sumar que, el última día de mercado, a Simeone le vendieron a uno de sus tres pilares fundamentales, Yannick Carrasco, que se fue a Arabia Saudita sin traer ningún recambio en su lugar. Es más, la única petición seria de Simeone este año, que fue el fichaje de un 5 para el centro del campo, no llegó.

Con todo esto encima de la mesa, ¿puede el Atleti optar a luchar por el campeonato? No. Está claro que tiene un gran equipo y que en la segunda vuelta del año pasado fue el mejor conjunto, demostrando que hay más talento del que parece. Sí. Pero de ahí a poder competir de tú a tú con dos equipos que sólo con el nombre ya te sacan años de ventaja…

En el Atleti da la sensación de que Simeone va hacia el este, mientras que la dirección deportiva va hacia el oeste. Es una sensación que hay en la afición, pero que también tienen muchos sectores internos del club. Además, el club, a la mínima opción que tiene, se desprende de jugadores que son indispensables para un Simeone que da la imagen externa de resignación a lo que ocurre cada verano. Y así es imposible construir un proyecto tan ganador como el que muchos críticos del equipo exigen.

Porque se puede entrar en el debate de si el Atleti puede jugar mejor o peor, de si el equipo es más o menos defensivo, de si un conjunto con Antoine Griezmann, Álvaro Morata y Memphis Depay no puede pisar más el área... El debate está ahí y, es más, es muy sano para la constructividad colchonera. Pero, parafraseando al propio Cholo, ellos tienen que estar “preparados para cuando fallen Madrid y Barça”. No hay otra.

Se trata de dos equipos que sólo con el nombre ya te van a sacar ventaja en fichajes que ni si quiera son claves. Ahí está, sin ir más lejos, el ejemplo de Iñigo Martínez. Y en temas de inversión la diferencia es abismal. Mientras el Madrid ha fichado a Bellingham por 103 millones, la única inversión a esa altura del Atleti ha sido la de Joao Félix y porque entendieron desde el club que nadie iba a pagar esa cantidad por un jugador tan joven que, al final, no cuajó en el equipo y al que has tenido que ceder al Barça para buscar una revalorización futura.

Son demasiadas aristas las que se tienen que dar para que el Atleti pueda estar ahí arriba. Eso sí, no hay nada imposible. Pero, sobre la mesa, no se le puede exigir a este equipo luchar de tú a tú con los gigantes españoles porque, simplemente, no dan los números. Ni los de rendimiento, ni los económicos. Y el Atleti ha de esperar a que llegue esa temporada en la que, casi cada 10 años, Madrid y Barcelona se equivoquen el mismo año y se de la casualidad de que el Atleti no. Y eso, desgraciadamente para la pluralidad del fútbol en cuanto a títulos, cada vez será más complicado.