El Barcelona ha convertido en habituales las giras de verano por Estados Unidos, sumando 11 desde 2003, con unos ingresos que nada tienen que ver con la primera de 1937
BARCELONA -- El Barcelona ha convertido sus giras de verano, tal como los amistosos intercontinentales, en un negocio tan lucrativo que ha provocado que las pretemporadas se adapten a esas 'nuevas' circunstancias que afectan a la preparación del primer equipo.
En el verano de 2023 el Barça obtuvo unos 10 millones de euros por sus tres partidos frente a Arsenal, Real Madrid y Milan, dejando de ingresar aproximadamente otros 2 millones por la cancelación del choque frente a la Juventus en Santa Clara. Esa es la cantidad, 10 millones, que se estima recibirá en la gira que comienza el domingo y que le enfrentará consecutivamente con Manchester City (Orlando), Real Madrid (Nueva Jersey) y Milan (Baltimore), suma que desde el club no se confirma, argumentando un pacto de confidencialidad y, también, las previsiones con que se trabaja.
No se superarán en cualquier caso los más de 12 millones que se obtuvieron en el verano de 2017, cifra record en una gira de verano por Estados Unidos, tan recordada por significar el primer Clásico en el país como por el terremoto que desembocaría en la marcha de Neymar al PSG.
Poco o nada tienen que ver estas cifras con los 12,900 dólares de la época que el Barça obtuvo de beneficio en 1937, en una gira que debía inicialmente limitarse a cinco partidos en México y que concluyó con un total de diez amistosos, los últimos cuatro en Nueva York y en lo que fue su primer viaje a Estados Unidos.
Aquellos 12,900 dólares, una cantidad hoy irrisoria, fue vital entonces para asegurar la supervivencia del club, afectado por la guerra civil en España y que, ingresados en un banco de París, ayudó, y no poco, en los años venideros.
El viaje exprés de 1984, con Maradona al frente de un Barça del que se despediría en Nueva York, le significó al club azulgrana un beneficio de 250 mil dólares por la disputa de la llamada 'Transatlantic Challenge Cup', no volviendo ya hasta 2003, con Ronaldinho como figura destacada y unos emolumentos sensiblemente superiores... Y que han ido en aumento.
MODA
Joan Laporta estrenó su presidencia en aquel 2003 con la primera gira de este siglo. Mientras el Real Madrid de los Galácticos se embolsaba, de acuerdo a diversos informes, cerca de 8 millones de euros por sus cuatro partidos en Pekín, Tokyo, Hong Kong y Bangkok, el Barça de Ronaldinho ingresó menos de 3 por sus tres choques en Boston (Juventus), Washington (Milan) y Philadelphia (Manchester United).
Pero el efecto Ronaldinho, y los éxitos del equipo, se notaron en la popularidad del club y si un año después ya superó los 4 millones de ingreso neto por su gira asiática, su regreso a Estados Unidos en 2006 como doble campeón de Liga destronando al Madrid galáctico y su título de campeón de Europa dispararon su valor, superando los nueve millones por sus cuatro partidos en Monterrey (Tigres), Los Angeles (Chivas), Houston (América) y Nueva York (NY Red Bulls).
Bajo la dirección de Pep Guardiola el Barcelona regresó tres veces. Algo menos de 5 millones en 2008 por sus dos partidos frente a Chivas (Chicago) y Red Bulls (Nueva York), más de 6 en 2009 por sus tres duelos en Pasadena (LA Galaxy), Seattle (Sounders) y San Francisco (Chivas) y una cantidad similar en 2011 por sus choques frente a Manchester United en Landover, Chivas en Miami y América en Arlington.
El record se mantiene en los más de 12 de beneficio con que se cerró la gira de 2017, superando los 10 que se ingresó en la de 2015, con el Triplete como gran éxito, y cuyas cantidades han variado en los últimos años en consonancia a los partidos disputados.
Así, en los dos últimos años, jugándose cuatro partidos en cada uno de ellos con la inclusión del Clásico (las Vegas en 2022 y Arlington en 2023), el Barça superó los 10 primero y rozó los 12 el último año... Sumándose cerca de otros 4 en el amistoso de diciembre en Dallas contra el América.
CAMBIO
El cambio respecto a tiempos pasados es evidente. Lo que fue una gira de supervivencia en 1937, una excursión organizada a toda prisa en 1969 y un negocio improvisado en 1984 no tenía nada que ver con las habituales preparaciones de pretemporada o despedidas de fin de curso.
Barcelona y alrededores eran los lugares en que se preparó la plantilla durante muchos años, hasta que las cosas, poco a poco, y con la popularidad de los torneos de verano, comomenzaron a cambiar.
La década de los 70 o los 80 del pasado siglo la plantilla azulgrana acostumbró a realizar un stage en Andorra, pequeño país en el Pirineo catalán, en el que jugaba un
amistoso con el equipo local antes de los habituales torneos de verano en España, en la parte final de esa década de los 80 y principios de los 90 Johan Cruyff impuso un stage anual en Países Bajos, de entre ocho y doce días de duración y con partidos diarios, repartidos entre rivales amateurs y otros de la Eredivisie.
Más tarde se fueron añadiendo partidos de pretemporada por Europa (Gran Bretaña, Alemania, Italia, Dinamarca, Noruega, Suiza...) hasta que en el verano de 2003 y después de 19 años de ausencia el Barça regresó a Estados Unidos en una primera gira que se ha convertido en habitual desde entonces.