<
>

Flick, ante el reto de hacer al Barcelona candidato en Champions

play
Barcelona debuta en la Champions League ante AS Monaco (1:57)

El equipo monegasco viene de golear al Barcelona en el Trofeo Joan Gamper. (1:57)

El Barcelona debuta en Mónaco con el reto de recuperar su grandeza en Champions, y el inicio con Flick invita a pensar que lo logrará


MÓNACO -- Hansi Flick ha torpedeado al pesimismo y ha revolucionado al Barcelona, que el jueves debuta en la Champions, como nadie podía esperar. No al menos, ni el propio Joan Laporta, de una manera tan inmediata.

Un mes de temporada con cinco partidos de Liga (todos ganados) ha bastado para convertir al Barcelona en el equipo de moda en España... Y también en Europa.

El jueves se estrenará frente al AS Monaco, único equipo que ha sido capaz de derrotarlo desde que el alemán comenzó a trabajar con la plantilla azulgrana. Fue en el Trofeo Gamper, un 0-3 que dolió y sorprendió después de la buena imagen mostrada durante la gira por Estados Unidos, pero que no varió los planes de Flick ni, tampoco, la idea de la propia plantilla, entregada tanto a sus planteamientos como a su exigencia.

Pero a pesar de todo ello, de ese estado de felicidad en que se ha instalado el club (y su entorno), a pesar de convertirse de buenas a primeras en aspirante a pelearle al Real Madrid el título de Liga... ¿Está este nuevo Barça preparado para volver a ser un candidato, serio, en la Champions League?

En el club existe la sensación de que sí tiene esa capacidad. Y que sin ser de momento favorito, el Barça sí comienza el torneo entre la terna de aspirantes/candidatos a ser protagonista en el torneo.

Si se dice que el futbol "es un estado de ánimo" nada mejor que contemplar a este nuevo Barça al que Flick ha cambiado de cara y de ánimo (nunca mejor dicho).

Flick ha instaurado una nueva filosofía de trabajo en todos los órdenes y la plantilla no solo se ha acostumbrado a la velocidad de la luz, más aún, ha aprendido con una rapidez inesperada y sorprendente, todos los conceptos de su nuevo entrenador.

Conceptos futbolísticos y también de convivencia. En futbol ya se ha visto un cambio evidente, con una presión y una exigencia física mucho mayor que en el pasado, una rapidez a la hora de combinar y avanzar y una mejor ocupación de los espacios. Además, también, de una concentración absoluta del primero y hasta el último minuto.

Es esta faceta la que provoca una visión distinta del Barça. El nuevo formato de la Champions, de entrada, le favorece al haberle obsequiado, se supone, con un sorteo amable en la ronda inicial , con tiempo suficiente para crecer, adaptarse a la exigencia europea y demostrar que su buen papel en la Liga puede trasladarlo perfectamente al torneo continental.

Flick demostró, en el Bayern Munich, su capacidad para revolucionar a un equipo con urgencia. Debutó en su banquillo un 6 de noviembre de 2019, cuatro días después de que el equipo bávaro fuera aplastado por el Eintracht Frankfurt (5-1) y desde entonces solo perdió dos partidos hasta final de curso, conquistando la Bundesliga... Y la Champions con un pleno absoluto de victorias (ocho partidos), derrotando en la final al Paris-Saint Germain después de aplastar al Barça en un partido que aún duele alrededor del Camp Nou.

Lo hizo y a la temporada siguiente solo el valor doble de los goles en campo rival provocó, en cuartos de final, su eliminación a manos del mismo PSG al que había ganado la final el curso anterior. Pero durante aquellos 18 meses que dirigió al Bayern, antes de incorporarse a la selección de Alemania, Hansi Flick catapultó el rendimiento de un equipo que agradeció el cambio...

Casi tanto como lo ha agradecido ahora este Barcelona que ha respondido a las estrecheces económicas con grandeza futbolística. Le ha dado, ya, para dar un golpe de efecto en LaLiga y, se confía, puede trasladar esa sensación a la Champions.

No, no es el equipo azulgrana favorito atendiendo a la presencia del Manchester City, del PSG, del Bayern y, claro está, del Real Madrid, el sempiterno campeón... Pero sí se ha ganado, de entrada, el derecho a ser considerado entre los grandes protagonistas de la Champions y bajo el mando de Flick, quién sabe, tomar el papel de aspirante con pleno derecho.