El Barça alcanzó su séptima victoria consecutiva en LaLiga en una noche aburrida en la que el incómodo Getafe vendió cara su derrota
El Barcelona sigue sumando de tres en tres en LaLiga y alcanzó su séptima victoria consecutiva, igualando el segundo mejor inicio de su historia en la competición y mostrando que, a veces, se puede ganar, también, entre bostezos, con aburrimiento y hasta un punto de sufrimiento. Bastó el gol de Lewandowski en la primera parte. Otro día habrá más.
"Jugar contra equipos de Bordalás tiene esto. Es incómodo y difícil. No se puede ver casi nunca un buen partido". La afirmación, de un ex componente de la plantilla azulgrana horas antes de comenzar el choque en Montjuïc ya aventuraba una noche poco propicia. Con la sombra de Ter Stegen, el calendario que no para, las rotaciones a las que no se atreve a meter mano completamente Hansi Flick y a un Barça que mantiene el tono por orgullo y determinación.
Le faltó la brillantez de otras jornadas al líder y acaso, también, algo de claridad en las ideas. Èric García volvió a ejercer de mediocentro, descansando Pedri, y se echó en falta velocidad en la circulación de balón. Además, por una vez la brega incansable de Raphinha no estuvo acompañada de acierto como en otros choques y la manera de cortar el ritmo que impuso desde el minuto uno el Getafe (lo que ya se esperaba), convirtió el choque en una pequeña guerra de guerrillas.
Por fortuna Lewandowski acudió a la cita con el gol cuando se rozaba el minuto 20, aprovechando un error clamoroso de David Soria, y su gol, el séptimo en siete jornadas, acabó por bastarle al equipo azulgrana, que a medida que fue pasando el tiempo en la segunda mitad sacó a relucir una imagen no vista antes bajo el mando de Flick.
Y es que, además de correr, de entregarse, de presionar y querer ganar, El Barça tuvo que acabar sufriendo. Y no poco. Tanto que ya en tiempo añadido Borja Mayoral falló un remate clarísimo que bien le pudo dar el empate al Getafe. Un empate, ojo, que no habría merecido, a pesar de todo, el equipo de Bordalás.
El Barça sigue contando de tres en tres.