En 1998 Nike sustituyó a Kappa en el Barça por 12 millones de euros anuales y Adidas a Kelme en el Real Madrid por 12.6. Desde entonces las cifras se han disparado.
Nike comenzó a vestir al Barcelona en la temporada 1998-99, iniciando una relación que, con el último acuerdo anunciado por el club se prolongaría (no se ha confirmado de forma oficial) hasta 2038. Diez años antes, en 2028, acabará el actual del Real Madrid con Adidas, que también comenzó en 1998 y en circunstancias parecidas a las de su gran rival.
El Barça anunció su firma con Nike a principios de 1998, casi un año después del acuerdo al que llegaron ambas partes... con Ronaldo Nazario de por medio. Durante los primeros meses de 1997 la multinacional norteamericana ofreció al club colaborar en la renovación (al final frustrada) del astro brasileño a condición de convertirse en el proveedor de la ropa deportiva de todos los equipos de la entidad.
Se firmó un precontrato de cara al verano de 1998 y Nike impuso una cláusula de penalización de $48 millones de dólares en caso de que el Barça se echase atrás. A finales de 1997, ya sin Ronaldo en el club, se acordó el contrato, con una validez de 10 años y un montante total de 20 mil millones de pesetas (120 millones de euros).
Kappa, la empresa que vestía al club azulgrana desde 1992, conoció, sorprendida, el movimiento de Josep Lluís Núñez, el entonces presidente del Barça y por medio del propio Luciano Benetton, máximo accionista de la empresa, ofreció no solo una cantidad superior a lo acordado con Nike, sino, también, hacerse cargo de la penalización con la empresa norteamericana. Pero el Barça rechazó la propuesta y se unió a Nike... que abonó $8 millones de dólares a Kappa como compensación por resolver su contrato con el Barça con un año de antelación.
El asalto de Adidas en Madrid
Según aseguraron fuentes del club azulgrana de la época, cuando Adidas conoció los tratos del Barça con Nike quiso presentar una oferta mejorada, pero en el Camp Nou se descartó cualquier propuesta... Y la marca alemana aceleró las conversaciones que ya mantenía con el Real Madrid.
Así, a finales del verano de 1997 el club merengue, bajo las directrices de su vicepresidente Juan Antonio Onieva, firmó su primer contrato con Adidas, valedero a partir de la temporada 1998-99, válido por diez años y con unos ingresos totales de 21 mil millones de pesetas (126 millones de euros). De ese dinero el Madrid utilizó mil millones de pesetas (6 millones de euros) para indemnizar Kelme por, también, resolver el contrato con un año de antelación.
Las Champions de 2000 y 2002 y la popularidad global del Madrid Galáctico provocaron un cambio drástico en las condiciones, ya con Florentino Pérez en la presidencia y aumentando los ingresos anuales por encima de los 20 millones de euros, superando lo firmado en 2001 por el Barça, que aumentó hasta 15 millones el ingreso anual de Nike hasta junio de 2009.
Golpes y respuestas
En 2003 el Barcelona dio un golpe de efecto con el fichaje de Ronaldinho, apuesta secreta de Joan Laporta durante la campaña electoral de aquel año y cuyo impacto en el club catalán fue monumental.
Hasta tal punto que la conquista de dos títulos de Liga y la Champions de 2006 coincidieron con el hundimiento del Madrid Galáctico y el acuerdo entre Barça y Nike de un nuevo compromiso, que debía ser valedero entre 2008 y 2013 por un total de 150 millones de euros fijos (30 por temporada), comenzando a negociarse la existencia de bonificaciones por rendimiento (títulos). De esta manera, el triplete de la temporada 2008-09 motivó un ingreso cercano a los 40 millones, los superó gracias a la conquista del sextete.
Que el Pep Team fuera referencia en el fútbol mundial no provocó ninguna pérdida de popularidad por parte del Real Madrid. Con el fichaje de Cristiano Ronaldo, la presencia de Mourinho en el banquillo y la rivalidad a nivel mundial entre los dos clubs, Florentino Pérez, que en 2005 y 2008 ya había adecuado el contrato firmado en 2002, volvió a renegociarlo y en 2011, tras un largo tira y afloja en el que apareció la pretensión de Nike por vestir al equipo merengue, firmó una renovación record hasta 2016, basada en un fijo de 42 millones de euros por temporada y otros 10 millones por venta de productos oficiales. A ello, además, se añadió un signing bonus de 40 millones.
La respuesta del Barça, ya con Sandro Rosell en la presidencia, llegó pocos meses después, adelantándose un año a la conclusión del contrato en vigor y prorrogándolo hasta 2016, con un pago fijo de 50 millones de euros anuales y la presencia de variables para poder llegar hasta los 65 millones.
El despegue
La MSN, que alcanzó el cénit con el triplete de 2015, disparó tanto la popularidad como las exigencias del Barça. La Champions de 2014 y 2016 motivó los primeros movimientos del Real Madrid, que arrancó a Adidas ya ese fijo de 50 millones... Mientras el club azulgrana, en mayo de 2016, concretó un nuevo y monumental contrato, avanzándose dos años a la conclusión del que tenía firmado y según el cual, informó su presidente Bartomeu, obtenía hasta 2028 un fijo de 105.
Con la conquista de la Champions en 2017 el Real Madrid recibió, según destapó una investigación del semanario Der Spiegel junto a Football Leaks, una oferta de Adidas por diez años con un mínimo de mil millones de euros, variables al margen, convirtiéndose así en el mayor contrato de patrocinio de la historia del fútbol...
Pero la firma no se llevó a cabo hasta 2019, ampliándose la relación por diez años a razón de 120 millones de euros fijos por temporada para, entonces sí, convertir al club merengue en el mejor pagado en el universo futbolístico.
La entente entre Madrid y Adidas se igualaba en la teoría con la del Barça y Nike, puesto que el club azulgrana había trasladado en su momento que los 105 millones de euros anuales podían aumentar con bonus hasta los 155... que con el tiempo se descubrió menos cierto de lo explicado.
La firma, de entrada, se había demorado hasta 2018 por deseo del Barça, que inmediatamente ingresó 100 millones. Pero en el momento de hacerse todo oficial divergencias en algunas cláusulas provocaron que se decidiera retrasar esa esperada firma. Luego llegó la pandemia, todos los problemas con Bartomeu... Y la firma no llegó nunca a producirse.
Además, los 105 millones fijos tenían bonificaciones... Pero también penalizaciones que han lastrado los últimos años al club, por su mal rendimiento deportivo (eliminaciones en la Champions) que rebajaron los ingresos, denunció Joan Laporta, más de 40 millones de euros, explicándose que, de hecho, el fijo eran 85 millones en realidad.
Ahora llega ese último y mayúsculo trato del Barça con Nike, meses después de que su presidente llegase a denunciar a la multinacional norteamericana, insinuase la cancelación del contrato y anunciase la posibilidad de fabricar bajo una marca propia. Nike ganó una demanda en abril... Y en septiembre Laporta ya proclamó que el nuevo acuerdo sería histórico. Ha sido el último paso... Hasta que el Real Madrid mueva pieza con Adidas. Muy probablemente antes de 2028 y, sin duda, exigiendo un nuevo aumento.