BARCELONA -- El FC Barcelona encadenó en Cornellà su partido número 18 sin conocer la derrota, igualando la mejor racha desde que Luis Enrique está en el banquillo azulgrana... Aunque, sin duda, fue un récord agridulce.
El campeón del mundo, que había derrotado al Espanyol en los siete últimos derbis que llegaba a su estadio, después de dar buena cuenta del Betis y con la consideración de favorito sin reservas, ofreció una imagen muy alejada de lo esperado. Y se dejó dos puntos que ponen en duda su liderato, por mucho que tenga un partido pendiente.
Hasta el 17 de febrero, cuando visite en Gijón al Sporting en el partido pendiente de la jornada 16, se pondrá al día el Barça en la Liga, pero este sábado se colocó en el primer plano una sensación de inseguridad y frustración apenas recordada a su alrededor.
Desde que fue derrotado en Sevilla el 3 de octubre (2-1), el grupo azulgrana ha encadenado ya 18 encuentros sin perder, ganando los primeros siete de ellos, empatando consecutivamente tres (en la peor racha del curso) y volviendo a igualar en Cornellà después de otros tres triunfos.
En total 18 partidos sin perder para igualar lo que consiguió la pasada campaña entre el 0-1 liguero frente al Málaga y el 3-2 en el Allianz frente al Bayern en la Champions, una derrota de hecho intrascendente después de haber goleado en el Camp Nou.
Entre aquellos dos encuentros, del 21 de febrero al 12 de mayo de 2015, el Barça consiguió 17 victorias y un empate, en el Sánchez Pizjuán frente al mismo Sevilla.
Aquellos 18 partidos sin perder, sin embargo, mantienen un mejor sabor que estos actuales, por cuanto el liderato del grupo de Luis Enrique queda en entredicho, después de encadenar una racha poco optimista en el campeonato de Liga.
Y es que el campeón se ha dejado seis de los últimos 12 puntos disputados, puesto que más allá del 4-0 frente al Betis con que cerró el 2015, ha empatado los otros tres últimos encuentros del campeonato.
1-1 en Mestalla frente al Valencia, 2-2 en el Camp Nou contra el Deportivo y 0-0 en Cornellà ante el Espanyol le han supuesto un freno tan inesperado como preocupante en lo que al marcador se refiere.
Futbolísticamente el Barcelona mantiene la serenidad y la calidad. Mereció vencer en Valencia, de la misma manera que la fortuna le abandonó ante el Deportivo. Y pudo ganar este derbi en el que los postes despidieron los remates de Messi primero y Suárez después... Pero la realidad es que el récord de 18 partidos sin perder de Luis Enrique llega con un sabor agridulce.