BARCELONA -- El Barcelona ya no sabe a qué atenerse con Neymar. Anda tan perdida la cúpula del club que Josep María Bartomeu abandonó Estados Unidos convencido de dar la vuelta a la situación y aterrizó en España conociendo que todo volvía a estar en contra de los intereses de la entidad.
Mientras tanto, Gerard Piqué, aseguran desde el club dando voz a un portavoz del propio vestuario, le tomó a capítulo para por un lado conocer de viva voz su pensamiento y, por otro, hacerle ver que ni París ni nada le ofrecería lo que disfruta en Barcelona. A todos los niveles.
Lluvia, frío y poca competitividad en la Liga más allá de cuatro o cinco partidos concretos es lo que se le ha dicho en este sentido que encontrará Neymar en París y la Liga francesa. ¿Basta para convencerle?
Se queda. pic.twitter.com/RtPHUr9iTH
— Gerard Piqué (@3gerardpique) 23 de julio de 2017
El presidente del Barça charló con ‘Ney’ el viernes y dejó en manos de Raúl Sanllehí el mando de las operaciones en Nueva Jersey. El Director de Futbol del club azulgrana es el dirigente más cercano profesional y personalmente con la familia Neymar y el único, el único, a quien se considera capaz de hacer recapacitar al futbolista.
Porque, ya empieza a ser una certeza, todo este embrollo lo comenzó él, arrastrando a su padre a un escenario que le tomó por sorpresa y al que se ha adaptado de la mejor manera posible. Obviamente, una simple llamada a a la capital francesa provocó que el París Saint-Germain pusiera de forma inmediata la maquinaria en marcha y el Barça quedó tan en fuera de juego que la reacción no tuvo nunca un plan establecido.
“Se han puesto parches con la mejor voluntad pero de cualquier manera” explicó este domingo a ESPN Digital una persona cercana al club en Barcelona, mientras desde Brasil existe la convicción que el jugador, en el fondo, se ha mantenido en la misma postura, más allá de cualquier presión, que ha existido, por parte de sus compañeros.
A partir de ahí pueden entenderse los bandazos de los medios de comunicación. De todos. Porque no hay ninguno, y debe ahí incluirse también ESPN Digital, que pueda tener ninguna convicción en este asunto. Tomando apuntes de lo que se puede conversar con las personas que intervienen lo más cerca posible en desencallar lo que vaya a pasar con Neymar, el escenario cambia en horas de forma absoluta.
De apostar en un 80 por ciento por su salida se pasa a apostar otro tanto por su permanencia pero ni los mensajes más incisivos, e interesados, que pueda trasladar el club ofrecen ninguna seguridad.
El padre de Neymar tiene perfilada la táctica a emplear junto al París Saint-Germain para llevar al crack al club francés pero se mantiene en una tensa espera antes de dar el paso definitivo, consciente de que no habría marcha atrás y es necesario tenerlo todo absolutamente claro.
Lo que se entiende es que, ahora mismo, el Barça, una entidad histórica, con unos ingresos superiores a los 817 millones de dólares [700 millones de euros] y un impacto y potencial mediático que alcanza a todo el mundo vive pendiente, y desesperado, por la decisión de un solo jugador.
“Si fuera Messi se entendería, pero esta película ya empieza a cansar” se afirma que dijo un directivo muy cercano a Bartomeu. Y así, al cabo de una semana, el Barcelona sigue tan perdido como el primer día que estalló el caso Neymar.