BARCELONA -- El Barcelona se lo toma como un compromiso más de la temporada y el Espanyol llama al milagro, cada vez más utópico, de dar el golpe ante el gran rival ciudadano. La Copa del Rey emparejó a los dos grandes del fútbol catalán en una época en que la diferencia entre ambos se adivina absolutamente abismal.
Para el Espanyol ya sería un premio mayor acabar con la racha de 29 partidos que acumula el Barcelona de un Valverde al que, entrenador y futbolista blanquiazul en el pasado, se le supone una bienvenida agradable en Cornellá.
Desde una noche mítica de 2009, el 21 de febrero, no gana el Espanyol un derbi. A partir de ahí acumula 3 empates y 16 derrotas, muchas de ellas humillantes como fue la última en septiembre, solventada con una manita liderada por los tres goles de Leo Messi, una auténtica pesadilla para el equipo blanquiazul.
Más aún, el conjunto que dirige ahora Quique Sánchez Flores no ha sido capaz de derrotar al Barça desde que inauguró su nuevo estadio en agosto de 2009. Desde entonces se han disputado 9 derbis en Cornellá con 3 empates y 6 victorias de un Barça que, por si fuera poco, llega a éste con la condición de invicto en los últimos 29 encuentros oficiales.
En 2009 el Espanyol asaltó el Camp Nou con De la Peña al frente y Pochettino en el banquillo blanquiazul, acabando con 23 partidos de Liga sin perder del Barça que comandaba en aquel entonces Pep Guardiola. Ambos entrenadores, hoy en Inglaterra, representan con orgullo, a los dos equipos que este miércoles abrirán unos cuartos de final con sabor a reto mayúsculo para los periquitos y que apenas se atiende en el bando culé.
Desde 1961 no cae el Barça ante el Espanyol en una eliminatoria de Copa… Y, más aún, en las dos últimas ocasiones que se cruzaron (2009 y 2016) el equipo azulgrana acabó conquistando el trofeo.
Ahora, buscando el cuarto consecutivo para batir el record del club que mantiene en los tres últimos años y entre 1951 y 1953, el Barça de Valverde, lanzado en una Liga en la que no se le adivina rival posible, acude al encuentro del Espanyol con la evidente e indiscutible condición de favorito.
Y aunque la Copa mantenga esa magia que en ocasiones la convierte en fuente de grandes sorpresas, no se espera que eso ocurra en esta ocasión.