BARCELONA -- El Barcelona y el Inter de Milán cerraron, por fin, este viernes el acuerdo por Rafinha Alcántara, que jugará cedido hasta final de temporada en el club italiano, que se reserva una opción de compra valorada en 35 millones de euros fijos más 3 variables, no obligatoria como pretendía el azulgrana.
El Inter se habría comprometido a hacer efectiva la compra del mediocampista hispano-brasileño en caso de clasificarse para la disputa de la próxima edición de la Champions League (la Serie A clasificará a cuatro equipos directamente) y entendiendo que físicamente responda a la exigencia marcada, después de 9 meses de baja y habiendo jugado diez minutos con el Barcelona en el derbi de Copa.
El Barça, que llegó a plantarse ante la negativa interista a incluir la famosa cláusula de compra obligatoria, comprendió finalmente los argumentos del club lombardo, atado por el fair-play financiero hasta final de temporada y que habría aceptado un compromiso privado pero no oficial supeditado a su regreso a la máxima competición continental.
El Director General del Barcelona, Òscar Grau, concretó los términos definitivos con los ejecutivos del Inter, con el visto bueno del director deportivo italiano Piero Ausilio, solventando todos detalles que faltaban. De esta manera, el Inter pagará la parte proporcional del sueldo de Rafinha hasta final de temporada (el Barça se ahorrará directamente unos 2 millones de euros) y en verano, de cumplirse las expectativas, firmará un contrato de 3 temporadas con el mediocampista brasileño.
Rafinha, quien ya acordó todos los términos de su relación profesional con el Inter, viajaría inmediatamente a Milán con el objeto de pasar el reconociminto médico y acudir a San Siro para ver en directo el partido que el domingo enfrentará al equipo de Luciano Spalletti con la Roma y que se aventura trascendental en la pelea por clasificarse para la Champions.
De esta manera, el canterano azulgrana estaría en condiciones de debutar el 28 de enero ante el SPAL 2013, cerrándose de esta manera su permanencia en el Barça, al que llegó a los 13 años en compañía de su hermano Thiago, quien en el verano de 2013 ya dejó el Camp Nou para fichar por el Bayern Múnich por expreso deseo de su entonces entrenador Pep Guardiola.