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Se cumplen 25 años de la cola de vaca de Romario en el Clásico

BARCELONA -- Romario hizo un gesto con el dedo, señalando al suelo, y Guardiola supo que debía darle el balón. En ese instante se detuvo el tiempo por un suspiro, lo que tardó el brasileño en inventar un regate inverosímil frente a Alkorta y marcar con un sutil punterazo cruzado a Buyo. De aquel gol se cumplen 25 años este 8 de enero. La legendaria ‘Cola de vaca’ que dio paso a la primera manita en color.

Si la NBA mantiene en la retina la noche que, en palabras de Larry Bird, “Dios se ha disfrazado de jugador de baloncesto” resumiendo los 63 puntos que anotó Michael Jordan en el Boston Garden o en la NFL siempre se recordará la legendaria ‘The Catch’ que protagonizaron Joe Montana y Dwight Clark frente a los Cowboys para dar una victoria épica a los 49ers, la historia moderna de la Liga española no puede olvidar aquel Clásico disputado el 8 de enero de 1994, cuando el Barcelona de Johan Cruyff, el Dream Team, aplastó al Real Madrid en el Camp Nou por 5-0, catapultado por la obra de arte del legendario futbolista brasileño.

Romario señaló el suelo y Guardiola le lanzó un pase milimétrico al pie. El ‘Baixinho’ lo controló de espaldas a la portería, al límite del área, y nadie adivinó cómo, trazó un arrastre al balón con la derecha que dejó helado y clavado a Alkorta, el central del Real Madrid, que apenas pudo seguir la jugada con la mirada mientras el brasileño encaraba al portero merengue, quien apenas pudo ver como un punterazo escupía el balón hacia la red.

Le siguieron dos goles más del delantero que llegó al equipo azulgrana prometiendo 30 dianas, que cumpliría a fin de temporada de manera escrupulosa, y sendos de Koeman e Iván Iglesias que redondearían una noche inolvidable para el barcelonismo, justo 20 años después de que el Barça en que jugaba Cruyff lograse el mismo resultado en el Bernabéu, en otra jornada que se mantiene en el imaginario del club.

“Merecimos más. Los cinco goles del Barcelona están acorde con las ocasiones que tuvieron y nuestro cero es inmerecido”, solventó al acabar el partido el entonces entrenador del Real Madrid, Benito Floro, estupefacto por entrar en la historia del Clásico de aquella manera.

“He estado con Dios y he demostrado quien soy. El vIdeo es para quienes dudaron de mí”, proclamó Romario al acabar el partido, centro de atención del último Barça triunfal que enlazó cuatro títulos de Liga bajo la dirección de Johan Cruyff. Tres toques mágicos (recepción, recorte y remate) en apenas cuatro segundos necesitó el astro brasileño para concretar su obra de arte más recordada como azulgrana.

De la que se cumplen 25 años.