BARCELONA -- El Barçelona cumplió con la tradición del Clásico y sin dar rienda suelta a la euforia regresó de Madrid empezando a sentirse campeón… Estado que se mantuvo a pesar del triunfo del Atlético en Anoeta y que con doce jornadas por disputarse mantienen al líder con 7 puntos de ventaja sobre los colchoneros, 12 por encima del Real Madrid y la sensación que la Liga está, casi, sentenciada.
Tan solvente en el césped como firme en el resultado, el equipo azulgrana sospecha imposible perder el título viendo una clasificación que domina con una autoridad insultante. Pero echando la mirada atrás entiende que debe aún dar el paso definitivo.
“Hay que redondearlo” se escuchó decir en el vuelo de regreso a Barcelona, recordando que hace tres temporadas, en 2016, el Barça de Luis Enrique se sintió campeón en la jornada 29, aventajando en 8 puntos al Atlético y en 12 al Real Madrid…. y cuatro fechas después estaba con el agua al cuello.
Sucedió que tras empatar (2-2) en Villarreal, el equipo azulgrana enlazó tres derrotas consecutivas (Real Madrid, Real Sociedad y Valencia) para cerrar la jornada 33 igualado a 76 puntos con el Atlético y con solo uno de ventaja sobre el Real. Agobiado y alarmado como no se podía imaginar, el Barça se revolvió contra la presión, ganó los cinco últimos partidos de Liga (con 14 goles marcados por Luis Suárez) y acabó conquistando el título… pero sin definirlo hasta la última jornada.
PRECAUCIÓN… Y SEGURIDAD
A doce jornadas para concluir el campeonato, ningún líder con la ventaja que disfruta el Barça no acabó conquistando el título y a la vista del calendario final de la Liga, la lógica no puede ser más concluyente a favor del equipo de Valverde.
El líder recibirá dentro de cinco jornadas, en la 31, al Atlético en el Camp Nou y para entonces, primera semana de abril, confía tanto en cerrar el campeonato como en centrar su mirada en la Champions, que comenzará entonces una eliminatoria de cuartos de final en la que confía tomar parte el conjunto azulgrana.
Con el Real Madrid ‘expulsado’ de la persecución, las tres próximas salidas del Atlético se consideran casi definitivas en la suerte del torneo. Dos visitas consecutivas a Athletic y Alavés mostrarán si el grupo de Simeone tiene la mínima opción de ensombrecer el rush final de un Barça en el que la cautela mostrada por Valverde (“quedan muchos puntos”) no oculta la seguridad existente en el vestuario.
Porque el Barcelona se siente, casi, campeón. Aunque evite proclamarlo abiertamente.