BARCELONA -- Lionel Messi descansa en su casa de Castelldefels, Barcelona, a la espera de que este miércoles por la mañana se sume a la dinámica de grupo y comience a preparar el derbi catalán del próximo sábado ante el Espanyol.
El crack argentino regresó el pasado domingo a Barcelona procedente de Madrid. Allí estuvo una semana concentrado con la selección de su país y el sábado disputó ante Venezuela (1-3) un amistoso, del que apenas nadie pudo sacar conclusiones.
Durante los días con el equipo nacional, Lionel notó molestias en el pubis y, con un parte médico oficial, abandonó el grupo antes del amistoso ante Marruecos, y regresó a casa con su familia. Pese a todo, fuentes del club consultadas por ESPN aseguraron en su momento que era “una dolencia controlada”, hasta el punto que no se le han realizado pruebas extras para comprobar cómo estaba la zona dañada.
Si Messi sigue los protocolos habituales, el miércoles realizará sesión de fisioterapia en el gimnasio de la Ciutat Esportiva. Al cuadro azulgrana, líder de la Liga con 10 puntos de diferencia con el Atlético, su perseguidor, finalista de Copa y a puertas de jugar ante el Manchester United los cuartos de final de Champions League, le viene un calendario tremendo, con tres partidos seguidos de Liga (como local ante Espanyol y Atlético y entre semana, visita a Villarreal) y Ernesto Valverde desea y aspira a que todos estén en perfecto estado.
Messi lo está, pero vigilará que el pubis no le comporte problemas.